Fernández participa hoy de un homenaje a víctimas de la AMIA
El Gobierno multiplica gestos hacia la comunidad judía, aunque persiste la “sombra” de la querella contra Cristina Kirchner
Al emblemático viaje presidencial a Israel de fines de enero se le sumaron medidas, reuniones, guiños públicos y sobre todo privados, que permiten alejar la heredada desconfianza y buscar una fórmula de convivencia. A 26 años del atentado a la sede de la AMIA, el gobierno de Alberto Fernández multiplica los gestos de acercamiento con la dirigencia comunitaria, más allá del inmenso “lunar” que ensombrece la relación entre Gobierno y comunidad judía: la querella contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, acusada por el fallecido fiscal Alberto Nisman de encubrir el atentado por medio del memorándum de entendimiento con Irán.
Impedido por la pandemia de demostrar apoyo presencial, el Presidente participará este mediodía de una charla homenaje a las 85 víctimas organizada por entidades judías norteamericanas. “Recuerdo y justicia, una conversación con el presidente Alberto Fernández”, es el título del evento preparado por el American Jewish Committee (AJC), y al que adhieren un centenar de comunidades de Estados Unidos, Francia y Latinoamérica.
Además, Fernández ordenó a sus diplomáticos en Israel y Estados Unidos sumarse a varios de los homenajes virtuales que se harán en los próximos días. A la presencia del flamante embajador en Israel, Sergio Urribarri, en el acto de recordación llevado a cabo jornadas atrás en ese país se le sumará, el sábado, día del aniversario, un homenaje conjunto de la AMIA, DAIA, el American Jewish Committee, congresistas norteamericanos, el canciller Felipe Solá y el embajador en Washington, Jorge Argüello.
No se descarta la adhesión del Gobierno para el acto virtual que organizarán las entidades centrales, mañana a las 9.53, hora de la explosión que demolió la sede comunitaria.
“Ambos, Gobierno y dirigencia judía, están buscando una música en común para poder bailar”, describió un alto dirigente comunitario que dialoga con ministros, dentro y fuera de la Casa Rosada.
Los ministros Eduardo “Wado” de Pedro (Interior), Nicolás Trotta (Educación) y Sabina Frederic (Seguridad) son, junto a Solá, algunos de los que sostienen, por distintos motivos, canales abiertos de manera constante con la dirigencia comunitaria. La sintonía quedó reafirmada en los hechos hace un mes, cuando el Gobierno adhirió a la definición de antisemitismo aprobada por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA).
Hay, con todo, matices diferenciados: mientras Fernández compartió una reunión en la Casa Rosada con el titular de la AMIA, Ariel Eichbaum (parte del conglomerado de recaudación de fondos Seamos Uno), la reunión entre el Presidente y el titular de la DAIA, Jorge Knoblovits (que había estado con De Pedro días antes), fue suspendida a minutos de concretarse a fines de febrero y nunca volvió a agendarse.
Desde la entidad política de la comunidad judía niegan que estén pensando en retirarse como querellantes de la causa por encubrimiento. Una causa en la que también son querellantes los familiares de víctimas de AMIA, Luis Czyzewski y Mario Averbuch. “Claramente el memorándum trató de encubrir, liberar las alertas rojas de Interpol para que los iraníes puedan circular”, afirmaron desde ambas querellas en relación con los siete funcionarios de Teherán acusados de planificar el ataque perpetrado por Hezbollah.
A diferencia de la AMIA, que no forma parte de esa querella y toma distancia de la acusación, la DAIA activó en los últimos días y de manera discreta su participación en la causa, al pedirle al fiscal federal Eduardo Taiano que interrogue al exespía del Mossad Uzi Shaya, quien en un reciente programa de TV israelí aseguró haberle dado a Nisman información sobre cuentas de la familia Kirchner en paraísos fiscales.
“Aunque quiera, la DAIA no puede salir de la querella: un sector de la comunidad refractario al kirchnerismo no se lo perdonaría”, afirmó una alta fuente comunitaria, quien recordó que el extitular de la AMIA Agustín Zbar debió dar un paso al costado en febrero del año pasado luego de pedirle a la DAIA que desistiera de acusar a la vicepresidenta.
En breve diálogo con la nacion, Knoblovits ratificó que la entidad “seguirá en la causa”, aunque pidió “concentrar esfuerzos en el expediente principal, el que investiga el atentado, para que los iraníes puedan ser juzgados”. La causa “madre” está en manos del juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien se jubilará a fin de mes.