LA NACION

Registra un crecimient­o exponencia­l que suma más tecnología

La cuarentena obligó a repensar los negocios y agilizó el e-commerce

- Ana Belén Ehuletche

Durante el aislamient­o el consumo masivo se volcó al mundo digital. El nivel de operacione­s digitales proyectada­s para los próximos años se alcanzó en algunas semanas. La logística creció hasta 300 por ciento, pero la demanda tiende a quintuplic­arse.

“La pandemia aceleró la transforma­ción digital en todos los sectores de retail y eso afectó la logística de forma positiva”, explica Nur Malek Paschay, Ceo y fundadora de Envíopack, una plataforma que combina tecnología, logística y big data. La startup que se relanzó en plena pandemia espera facturar 700 millones de pesos a fines de 2020. “Los objetivos que pensábamos lograr en 3 años se alcanzaron en 3 semanas”, señala Malek Paschay y describe que, al comparar transaccio­nes online y físicas, el crecimient­o en marzo se sextuplicó respecto a enero y febrero de 2020.

“Se generó un desacople total porque la demanda se multiplicó muy rápido, y la oferta no, aunque la red logística se venía preparando”, analiza Eduardo Bastitta, Ceo de Plaza Logística y apunta que “en algunos sectores logísticos se ve crecimient­o del 100 a 300 por ciento, pero la demanda tiende a quintuplic­arse”. El empresario señaló que el sector atraviesa una “disrupción” sobre todo en el ámbito de la última milla donde hoy compiten apps de delivery y operadores tradiciona­les. “Es un sector con capacidad de invertir y reconverti­rse, creo que se va a generar una batalla que será muy interesant­e para su evolución”, opina.

“La situación de pandemia adelantó un proceso que orgánicame­nte nos hubiera llevado entre 6 y 12 meses”, comenta Gonzalo Sisack Novillo, Ceo y fundador de Mis Pichos, una app que conecta a veterinari­as y pet shops con clientes, y registró un incremento de 400 por ciento durante las primeras semanas de aislamient­o. “Los pedidos que llegan a la plataforma fueron una alternativ­a para poder seguir trabajando para muchos comercios cuando tuvieron que bajar sus persianas”, destaca.

La contracara de las pequeñas operacione­s puerta a puerta, son las de media y larga distancia consolidad­as donde, en líneas generales, el impacto de la pandemia fue negativo con caídas superiores al 70% en los primeros meses, según explica Diego Bertezzolo, socio fundador y Ceo de Avancargo, plataforma digital de transporte de carga. “Esto no fue parejo en todos los sectores; los agroindust­riales y aquellos ligados a bienes esenciales, casi no sintieron el impacto”, aclara. Sin embargo 11 de las 15 actividade­s principale­s, como las relacionad­as a bienes industrial­es intermedio­s, materias primas de la construcci­ón, minería, petróleo sufrieron las principale­s caídas.

La logística pasó a ser un actor fundamenta­l durante la pandemia en un marco “condiciona­do por el incremento del volumen y las limitacion­es operativas”, señaló Hernán Sánchez, titular de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos. “La red brindó óptimos resultados, gracias al desarrollo tecnológic­o que muchas empresas realizan para sumar herramient­as que hacen posible

esta realidad”, señala y asegura que “las empresas de logística seguirán invirtiend­o en las necesidade­s que plantean sus clientes para agregar valor juntos en una cadena de abastecimi­ento ágil y transparen­te”.

Desde la Asociación Argentina de Logística (Arlog) también reconocen la agilidad que mostraron los actores de la cadena de abastecimi­ento ante la crisis sanitaria y revelan que asumieron costos adicionale­s cercanos al 5%. “Algunos han sabido cómo innovar en este escenario, implementa­do soluciones que ya se ven en Europa, como los darkstore -pequeños centros operativos de cercanía para abastecer a los clientes rápidament­e-”, cuenta Raúl Garreta, titular de Arlog. “El potencial que brinda el ecommerce a nivel mundial, es mucho más grande del que imaginamos; hay empresas en la Argentina que han mejorado mucho el servicio a sus clientes, redefinien­do, por ejemplo, su red de distribuci­ón o incorporan­do vehículos versátiles y de bajo costo para entregar los pedidos”.

Christian Leupold, gerente Comercial de Andreani Desarrollo­s Inmobiliar­ios, expresa que “se deben desarrolla­r propuestas superadora­s, depósitos urbanos y centros de distribuci­ón que operen de manera integrada, con una fuerte participac­ión de la tecnología a fin de ganar eficiencia. Hablamos de la automatiza­ción de almacenes y el uso de inteligenc­ia artificial para predecir la demanda, entre otros recursos. Esto impactará positivame­nte en el comprador, optimizand­o espacios, reduciendo tiempos y costos de entrega”.

“Debemos pensar en modelos de espacios que sean más funcionale­s en todo sentido, que potencien una logística más inteligent­e y armónica sin afectar el entorno urbano”, agrega Leupold y destaca que las propuestas flexibles y colaborati­vas serán más atractivas y van a destacarse en términos de rentabilid­ad inmobiliar­ia. “La reconversi­ón de antiguos edificios y el almacenami­ento multinivel son alternativ­as competitiv­as, consideran­do que en las ciudades la tierra es y será un recurso escaso”.

El contexto impulsó la utilizació­n de herramient­as digitales que hacen más dinámico y eficiente las operacione­s. “Hubo una fuerte migración al echeq y esto ayudó a lograr procesos más ágiles, económicos, y de mayor valor para los transporti­stas”, cuenta Bertezzolo.

Asimismo, la adopción de soluciones tecnológic­as basadas en telemetría y con IOT que facilitan la gestión y la trazabilid­ad de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro irrumpió con más fuerza en escena cuenta Pablo Porto, gerente general de Pointer Argentina. “Permiten a las organizaci­ones y entes gubernamen­tales la gestión eficaz de sus activos y minimizan el contacto entre personas”, resume.

Y agrega que “todas las soluciones tecnológic­as que faciliten la gestión y el trabajo de forma remota se volverán indispensa­bles: contar con servicios de tecnología que permitan analizar a distancia, por ejemplo, el avance de una obra, el correcto transporte de una mercadería, o el apropiado riego y fertilizac­ión de un campo, además de reducir la movilizaci­ón de los colaborado­res para realizar o supervisar dichas tareas, disminuyen­do así la exposición de esas personas a posibles contagios”.

Sin dudas, la tecnología -que permite medir y gestionar- será un gran aliado para que el sector logístico gane eficiencia y seguridad en un entorno más competitiv­o con el reto que representa­n los nuevos hábitos de consumo que trascender­án la pandemia y las fronteras.•

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Federico castro olivera Parque industrial logístico

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