Los hoteles reconvierten sus habitaciones en oficinas
La estrategia de diversificarse. la tendencia room office que se impone en el mundo llegó al mercado local: las cadenas transforman sus suites y las alquilan, por día, como lugares de trabajo
El coronavirus y la cuarentena pusieron en jaque a varias industrias y, sin dudas, una de las más perjudicas fue la hotelera. Esta tendencia que impactó a nivel mundial obligó a muchas marcas del rubro de la hospitalidad a replantear sus horizontes comerciales o sus modelos de negocio. En los últimos tiempos varias compañías y grupos hoteleros optaron por ensayar, con diversa suerte, algunas alternativas: entre las que se destaca convertir a habitaciones en oficinas temporarias.
Una de las primeras en probar este formato fue el Hotel Wythe, un complejo boutique que está ubicado en Williamsburg, Brookyn y que cuenta con 70 habitaciones. Impulsados por la caída del turismo, tanto local como internacional, decidieron cambiar el foco de su negocio. Así fue como nació la idea de refuncionalizar los cuartos del complejo. “En el momento más fuerte de la pandemia, cuando los hospitales de Nueva York estaban saturados de pacientes, nosotros brindamos de manera gratuita nuestras habitaciones a médicos y enfermeras locales que debieron quedar en cuarentena por haber trabajado con entornos altamente contagiosos”, comenta Peter Lawrece, propietario del hotel.
Cuando eso pasó, Lawrece y su equipo de colaboradores comenzaron a pensar cómo podrían no sólo sobrevivir como empresa sino también qué “novedad”estaban en condiciones de aportarle al mercado de Nueva York. Estaba claro que, en ese escenario y ante la imposibilidad de contar con turistas, los lugareños no necesitarían habitaciones de hotel para pasar las noches pero estas podrían convertirse en nuevos espacios laborales que pudieran alquilarse temporariamente.
Pero Lawrence no fue el único que pensó como esos espacios vacíos podrían satisfacer las necesidades más urgentes de la gente. Ante la imposibilidad de viajar y la interrupción de casi todas las reuniones corporativas, los hoteles de Este a Oeste del país comenzaron a adoptar esta tendencia y, poco a poco, fueron adaptando su modelo de negocio y comenzaron a ofrecer sus habitaciones para uso de oficinas. Según los analistas del sector, algunas marcas buscaron atraer nuevas fuentes de ingresos, mientras que otras solo respondieron a los requerimientos de su público que necesitaba espacios de trabajo cómodo, con todos los servicios y que le permitieran cumplir de manera segura y efectiva con el distanciamiento social. La mayoría
ofrece una tarifa especial para usar una habitación solo por el día, y las ventajas generalmente incluyen un amplio escritorio o estación de trabajo, Internet de alta velocidad, una mini nevera y otras comodidades. En cuanto a los precios, el hotel Wythe, por ejemplo, ofrece sus habitaciones a tan sólo US$200.
Para hacer la transición de cuarto de hotel a oficinas Lawrence convocó a la firma Industrious, un proveedor de espacios de oficinas temporales, que actualmente cuenta con presencia en más de medio centenar de ciudades de Estados Unidos. Tras la reforma, un piso ofrece 13 oficinas y no sólo se quitaron las camas de las habitaciones sino que también reconfiguraron los cuartos, los cuales fueron convertidos en lofts, con capacidad hasta cuatro personas. Ahora estos lugares de trabajo, que tienen la característica de ser pet friendly, ofrecen ventanales de piso a techo y una terraza privada que invita, según las condiciones climáticas, a trabajar al aire libre.
Lawrence dice que el hotel convertido en oficina no sólo busca convertirse en un espacio alternativo para quienes no están cómodos trabajando desde su casa, sino que además intenta ofrecer las elegantes comodidades de un hotel boutique. “Una de las enormes ventajas de esta propuesta es que cuando nuestro huésped, a las 6 en punto, termine con su jornada laboral, podrá sentarse en nuestro hermoso jardín y tomar un cóctel y disfrutar de algunas ostras o de algún otro plato gourmet”, cuenta en una nota publicada recientemente por la revista fast company. En el mismo artículo agrega que “estos espacios están disponibles, en una primera instancia, hasta finales de agosto. Luego analizaremos cuál es el horizonte comercial de la marca. Hoy, tenemos una habitación que tiene todas las camas cuidadosamente apiladas y etiquetadas y listas para volver a sus cuartos”.
La oficina-hotel boutique puede ser un concepto particularmente de la era Covid-19, pero Jamie Hodari, CEO de Industrious, dice que las empresas buscan cada vez más diferentes tipos de espacios de oficina que permitan a sus empleados trabajar desde cualquier lugar. “No creo que esta tendencia de convertir hoteles o parte de ellos en oficinas se vaya con la partida del Covid19; por el contrario, estimo que este es un cambio fundamental, que será duradero y permitirá a los empleados trabajar desde cualquier lugar”, cuenta Hodari. Y agrega que este quizá sea el primer paso de la reconversión hotelera. Los directivos hoteleros pueden comenzar a pensar, por ejemplo, en hacer de sus salones oficinas privadas. Para un viajero de negocio una oficina separada al final del pasillo, seguramente, será una amenidad más atractiva que una piscina o una terraza verde”, concluye.
Hoy, esta tendencia de hoteles que ofrecen habitaciones devenidas en oficinas se multiplica de costa a costa en los Estados Unidos. Por ejemplo, los residentes del sur de California que buscan un espacio de trabajo privado pueden dirigirse al Malibu Beach Inn, que cuenta con tres habitaciones reconvertidas en oficinas que se encuentran sobre la playa de Carbon. Allí, por US$250 por día, pueden disfrutar del paquete “Youwork” del hotel, que incluye acceso a una habitación frente al mar de 9 a 17, almuerzo en el Carbon Beach Club, un escritorio con wi-fi de alta calidad, agua embotellada y una máquina de café y estacionamiento gratuito. Por US$245 adicionales pueden pasar allí la noche.
En Huntington Beach, el complejo Paséa Hotel & Spa ofrece habitaciones/oficinas frente al mar a valores que parten de US$129, que están disponibles de lunes a jueves de 7 a 19. En este hotel cada paquete incluye wi-fi, café y té ilimitados, estacionamiento y una botella de vino de cortesía. Entre las propuestas de lujo se destaca The London West Hollywood en Beverly Hills, en Los Ángeles. Aquí las oficinas se pueden alquiler tanto semanal como mensualmente. Los room office de 65 metros cuadrados ofrecen bares y balcones privados. Allí, el paquete mensual arranca desde los US$5000 y el horario de ocupación es de 6 a 22. Un dato no menor es que estas suites, en situaciones normales se alquilaban a valores que partían desde los US$10.000. Cada oficina, una habitación convertida con la cama retirada, incluye un escritorio de trabajo, una silla, un televisor y muebles montados en la pared, acceso a Internet de alta velocidad y servicio de limpieza limitado.
El fenómeno del room office llegará a la Argentina de la mano de la marca de hoteles NH. “Ya lo estamos implementando en Bogotá y nace ante la contingencia sanitaria que atraviesa el mundo. Pensamos este servicio como una solución la gente y que además no nos requería realizar grandes transformaciones”, comenta Christian José Daghelinckx, managing director América de NH Hotel Group. Los cuartos, ahora oficinas, están equipados con escritorio y silla ergonómica, wi-fi de alta velocidad, servicio de impresión en el business center, TV con señal de cable y gel desinfectante. Según el ejecutivo, esta refocalización del negocio no demandó desembolsos de dinero. “Solo fue preciso adaptar algunas habitaciones: las más amplias y las que cuentan con mejores vistas y luminosidad. Además, a esos espacios los equipamos con el mobiliario apropiado”, explica. Los usuarios pueden utilizar el room office, de 7 a 19. “El servicio que estará disponible al momento en que los hoteles puedan reabrir sus puertas podrá ser contratado por día ($3990) o por media jornada, semanal ($11.900) o en forma mensual ($29.9000). Para Noel Verger, director de la división hoteles de LJ Ramos, el mercado local hace tiempo reclama una reconversión. “Cuando la pandemia pase y las aguas vuelvan a su nivel algunos hoteles se verán obligados a cerrar y muchos deberán reconvertirse. Los inmuebles destinados a la hotelería son adaptables en consultorios, clínicas o geriátricos. Otra opción muy utilizada es, en el caso de los medianos y grandes complejos, diversificar: habilitar un sector de hotelería, otro de oficinas temporales y otro de alquileres residenciales de corto plazo”, concluye el especialista.•