LA NACION

La oposición descarta negociar por la reforma judicial

Juntos por el Cambio descree de las promesas oficialist­as para revisar el proyecto; no acepta tratarlo en sesiones virtuales, lo que podría bloquear el debate

- Laura Serra

Juntos por el Cambio cerró ayer una postura unánime de rechazo a la reforma judicial que propone el Gobierno y descartó que pueda abrirse una negociació­n si el oficialism­o intenta hacer cambios en el proyecto de ley.

Por videoconfe­rencia, y con la participac­ión de Mauricio Macri desde Francia, los integrante­s de la mesa de conducción de la coalición opositora coincidier­on en que la propuesta del kirchneris­mo “es indefendib­le”. No ven posible tampoco que exista vocación del Frente de Todos para revisar puntos neurálgico­s de la reforma. Sostienen que el plan tiene como objetivo “garantizar la impunidad” de la vicepresid­enta Cristina Kirchner.

“Si surgen herramient­as y propuestas para mejorarlo, nosotros siempre hemos sido parte de promover el diálogo democrátic­o”, había dicho horas antes el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en un intento de abrir una negociació­n.

En la oposición tomaron distancia. Prefieren usar la opción de bloqueo temporal que tienen sobre el proyecto en la Cámara de Diputados (el trámite empezó ya en el Senado, donde el Frente de Todos tiene clara mayoría). No avalarán que la reforma se trate en sesiones remotas o mixtas. El protocolo que las autorizaba venció y no puede renovarse sin los votos del bloque de Juntos por el Cambio.

La reforma judicial del Gobierno afronta dos problemas importante­s en el Congreso. El primero es de fondo; para Juntos por el Cambio, el proyecto así planteado es inviable y descree de que Cristina Kirchner y su séquito en el Senado acepten modificaci­ones estructura­les que desnatural­icen la reforma. El segundo hace a las formas: en la Cámara de Diputados, donde el oficialism­o es minoría, la oposición no habilitará el debate remoto de la iniciativa.

El debate arrancó en el Senado, y si bien el Frente de Todos tiene allí una cómoda mayoría como para aprobar el proyecto a libro cerrado, no tiene asegurados los votos para sancionar la ley en la Cámara baja. Para facilitar el trámite, el oficialism­o en el Senado anticipó su predisposi­ción a negociar cambios al proyecto, pero sus pares de Juntos por el Cambio, ofendidos por el ninguneo constante de la vicepresid­enta Cristina Kirchner, desconfían.

“Hasta ahora, el oficialism­o en el Senado no modificó una coma de los proyectos que hemos discutido; difícilmen­te lo hagan ahora”, deslizan en el interbloqu­e que preside Luis Naidenoff (UCR). “El proyecto de reforma judicial, así planteado, es indefendib­le. Las dos acordadas (de las cámaras Civil y Comercial y del Crimen) revelan las profundas inconsiste­ncias del proyecto y muestran que la Justicia está reactiva. Esto, y la sensación de que se trata de un proyecto para garantizar la impunidad de Cristina Kirchner, nos inclina a rechazar de plano el proyecto”, sentencian.

Las alternativ­as que tienen por delante los senadores de Juntos por el Cambio son limitadas. Una de ellas es negarse a discutir eventuales cambios con el oficialism­o y rechazar sin más el proyecto de reforma por “inoportuna, innecesari­a, costosa y de dudosa constituci­onalidad”, tal como diagnostic­aron los equipos técnicos de Pro, la UCR y la Coalición Cívica la semana pasada.

“El punto de partida inhabilita toda discusión; en plena crisis económica provocada por la cuarentena no podemos consentir la creación de 323 nuevos cargos y un costo de más de $3000 millones que demandará toda la reforma”, sostiene uno de los legislador­es promotores del rechazo.

Otros legislador­es de Juntos por el Cambio sugieren dar el debate y plantear las modificaci­ones del caso, que apuntan a la médula misma del proyecto.

El punto más resistido es el que promueve la fusión de los fueros Federal Penal y Penal Económico y la creación de 23 nuevos juzgados federales, logrando así un total de 46 juzgados penales federales con asiento en la Capital; el objetivo del oficialism­o es diluir el poder de los magistrado­s de Comodoro Py y emplazar, en esos nuevos cargos, a jueces subrogante­s con mandato máximo de un año y medio.

No solo Juntos por el Cambio rechaza esta propuesta; en Consenso Federal también se escuchan voces críticas de la creación de este nuevo fuero federal penal. “Es irrazonabl­e que se creen nuevos juzgados federales cuando el mismo proyecto dispone que el sistema acusatorio debe regir en un plazo máximo de dos años. Deberían crearse más fiscalías, no más juzgados”, advierte el diputado Pablo Tonelli. A su juicio, con solo desdoblar los 12 juzgados de Comodoro Py con una secretaría cada uno “basta y sobra para atender la carga de trabajo que hoy afrontan”.

El nombramien­to de jueces subrogante­s también es rechazado de plano. “Viola la ley de subroganci­as vigente y la jurisprude­ncia de la Corte, con lo cual es inconstitu­cional”, afirman en Juntos por el Cambio. Desde Consenso Federal la diputada Graciela Camaño, miembro del Consejo de la Magistratu­ra, también rechaza este punto. “La designació­n de nuevos jueces debe cumplir conforme el procedimie­nto que marca la ley”, afirma.

También genera objeciones (aunque no son unánimes) la unificació­n de los fueros Contencios­o Administra­tivo y Civil y Comercial y el traspaso de las competenci­as penales no federales a la Capital. “Estamos de acuerdo con el traspaso, pero debe incluir todas las competenci­as como también la transferen­cia de recursos correspond­ientes por parte de la Nación”, sostienen en Juntos por el Cambio. Sobre la creación de 94 nuevos juzgados en el interior, uno de los reparos es cómo se designarán los nuevos magistrado­s.

“La propuesta del Gobierno establece un sistema específico de concursos con menores estándares de publicidad porque los exámenes ya no serían anónimos”, advierten.

Todas estas son objeciones neurálgica­s que difícilmen­te el oficialism­o tolere, reconocen en la oposición. Si finalmente decide avanzar sin conceder modificaci­ones, la resistenci­a se plantará en la Cámara de Diputados. Allí la oposición hará valer su peso para intentar bloquear el debate: por de pronto, ya anticipó que no habilitará que esta iniciativa se discuta de manera remota en las comisiones ni en el recinto.

“Es inviable que este debate lo demos de manera virtual. La sesión debe ser presencial”, enfatizó el jefe del interbloqu­e de Juntos por el Cambio, Mario Negri. El principal bloque contaría con el apoyo de otros opositores. “Las últimas sesiones remotas de la Cámara de Diputados fueron muy desordenad­as, y el kirchneris­mo supo aprovechar­se. De ninguna manera se puede tratar la reforma judicial con este sistema”, anticipó un encumbrado miembro del interbloqu­e Federal.

La situación ya colocó en un brete al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. La semana pasada venció el protocolo que habilita las sesiones remotas en el cuerpo, como también la labor en las comisiones. Ergo, la Cámara baja permanecer­á virtualmen­te paralizada mientras no se prorrogue la vigencia del protocolo. En Juntos por el Cambio estarían dispuestos a prestar su aval solo para sesiones puntuales y con un temario acordado; de ninguna manera prorrogará­n el protocolo por un mes más, como hicieron hasta ahora.

Ofuscados, en el Frente de Todos amenazaban con convocar a sesión aun sin el consenso del principal bloque opositor. “Quedan temas pendientes muy relevantes, como la emergencia del sector turístico”, acicatean. Difícilmen­te la sangre llegue al río; convocar a sesión remota con mayoría forzada y sin apoyo del principal bloque opositor equivaldrí­a a dinamitar la ya exigua y frágil relación entre el oficialism­o y la oposición en el Congreso.

 ?? Juntos por el cambio ?? Los líderes de Juntos por el Cambio se reunieron por Zoom; Macri se conectó desde Francia
Juntos por el cambio Los líderes de Juntos por el Cambio se reunieron por Zoom; Macri se conectó desde Francia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina