El decomiso de 15 toneladas de marihuana marca el regreso de los traficantes a las rutas
Durante la cuarentena se habían detectado pocos cargamentos importantes de cannabis, pero en los últimos días aumentó el volumen de los envíos desde Paraguay
La cuarentena había mostrado un cambio cualitativo en los métodos de contrabando de mercancías en general, y de marihuana en particular. Eso, que se intuía en el análisis de la logística del tráfico, se verificaba en los decomisos: cargamentos de poco volumen, en lotes limitados. Pero en las últimas 48 horas, cinco operativos en el corredor mesopotámico derivaron en la incautación de 15 toneladas de Cannabis sativa. Es tiempo de cosecha en Pedro Juan Caballero, la principal región paraguaya productora de la planta de cáñamo. Y el eventual exceso de stock de “prensado” parece haber llevado a los carteles de la droga a retomar su táctica prepandémica: la del movimiento de grandes cargamentos en un solo envío.
La Prefectura concretó tres procedimientos, uno en Corrientes, con 3268 kilos de marihuana, otro en Concordia, donde se secuestró un lote de 2200 kilos de cannabis, y realizó un operativo ayer en la localidad misiones de Corpus, donde secuestró 3500 kilos de esa droga. En Misiones, en tanto, la Gendarmería dio con un acopio de 4570 kilos de esa misma droga. Y el personal de la Dirección General de
Aduanas detectó en Clorinda otra tonelada de marihuana, que estaba oculta en un cargamento de arroz. En los últimos meses la norma en la región del Litoral argentino había sido la incautación de partidas pequeñas o medianas de estupefacientes, trasladadas en vehículos livianos (autos o camionetas) o en lanchas a través de la hidrovía.
En la logística del contrabando, incluso, la marihuana había tenido que compartir espacio con cargamentos diversos de alta demanda durante la cuarentena, como teléfonos celulares y, especialmente, cigarrillos, debido a las restricciones de importación por el cierre de fronteras y al cese de la producción tabacalera por la clausura de las actividades consideradas no esenciales, que tuvo como consecuencia el desabastecimiento del mercado tecnológico –muy requerido por las necesidades de mayor comunicación por el teletrabajo– y de la provisión a quioscos.
Pero dado el comienzo de la temporada de cosecha y prensado del cannabis en el departamento de Amambay, en Paraguay, y la extensión de la cuarentena que mantiene cerrados los pasos fronterizos formales, los investigadores y especialistas en narcotráfico presumen que las organizaciones criminales le imprimieron más potencia a la maquinaria de su logística de contrabando para sacar el producto de Pedro Juan Caballero (allí, cada hectárea produce, en una buena temporada, unas tres toneladas de marihuana) hacia los centros urbanos, donde el kilo de “prensado paraguayo” puede llegar a costar $100.000.
Los procedimientos de las últimos días revelaron la existencia de grandes acopios; esa modalidad refiere a la acumulación, en el caso de la droga que es cruzada desde Paraguay a través del río Paraná, de grandes bultos con los ladrillos de droga compactada en algún claro entre los pastos altos cerca de la costa; hasta allí, con posterioridad, llegan otros eslabones de la cadena del tráfico para mover el cargamento por tierra hacia los centros masivos de consumo.
Según informaron fuentes de las fuerzas federales y del Ministerio de Seguridad, el primer procedimiento se desarrolló anteayer en Ita Ibaté, Corrientes. Un dato puso a los investigadores de la Prefectura sobre una pista verosímil: una banda iba a acopiar un cargamento importante en la isla Entre Ríos.
Se realizó, entonces, un vasto operativo aerofluvial y terrestre, que incluyó el despliegue de un helicóptero Eurocopter AS355 Ecureuil, cuatro embarcaciones y móviles, además de personal que rastrilló el monte con el auxilio de Waika y Venus, dos perras entrenadas en la detección de sustancias narcóticas. Así fue que a metros de un sendero encontraron 3268 kilos de marihuana.
La misma fuerza dio otro golpe al narcotráfico más al sur, en Entre Ríos. En este caso, según informaron fuentes del Ministerio de Seguridad, la Prefectura seguía pistas derivadas de una causa por contrabando iniciada el año pasado. La aparición de nuevo indicios llevó al juez de Concepción del Uruguay Pablo Seró a ordenar dos allanamientos en la ciudad de Concordia. Allí, según los voceros, “se secuestró un cargamento de más de 2200 kilos de marihuana, distribuidos en 3048 panes, y dos bolsas de cogollos, tres camionetas, una moto, tres embarcaciones, mercaderías de interés para la causa, bidones con agroquímicos, armas de fuego y dinero en efectivo”.
Un día después, la acción se trasladó más al norte en la Mesopotamia. Esta vez, durante una de las habituales patrullas por caminos y senderos que salen del río Paraná y llegan hasta la ruta nacional 12, efectivos del Escuadrón 11 San Ignacio, desplegados cerca de Puerto Rico, Misiones, detectaron una zona de acopio de drogas y decomisaron 4570 kilos de marihuana.