LA NACION

El Líbano sufre un rebrote tras la explosión en Beirut

Los casos aumentaron el 220% desde el estallido en el puerto

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BEIRUT.– Hasta principios de julio, el Líbano había logrado evitar la propagació­n del coronaviru­s en su territorio. Pero los casos comenzaron a aumentar ese mes, superando los 200 diarios. Sin embargo, cuando realmente se disparó la pandemia fue en agosto, impulsada por el caos derivado de la devastador­a explosión en el puerto de Beirut que mató al menos a 200 personas e hirió a miles más, dejó a unas 300.000 sin hogar y alrededor de 40.000 edificios dañados.

El Líbano vio un aumento del 220% en el número de casos de Covid-19 en el mes transcurri­do desde la explosión mortal de agosto hasta el 4 de septiembre, según informó el Comité Internacio­nal de Rescate (IRC).

“Desde el día de la explosión hemos visto un aumento de más del 220% en el número de casos de Covid-19 en el Líbano, y no muestra signos de desacelera­ción”, dijo el director nacional del IRC, Matias Meier, en un comunicado, y agregó que cada día se confirman entre 500 y 600 contagios nuevos.

“Hay múltiples focos infeccioso­s que dificultan aún más la desacelera­ción de la propagació­n. Esto se suma a todo lo demás con lo que la gente tiene que lidiar”, continuó Meier.

Por su lado, el ministro de Salud, Hamad Hassan, describió anteayer la situación como “delicada” y destacó la necesidad “de plena conciencia por parte de todos los ciudadanos”.

“Es deber del Estado proteger a la salud de la sociedad, y la sociedad debe responder a las instruccio­nes del Ministerio de Salud y cumplir con el uso de mascarilla­s, higiene e instruccio­nes emitidas por el gobierno”, dijo Hassan desde la ciudad norteña de Trípoli, que representa el 20% de las infeccione­s y añadió que la situación de la atención médica era crítica en todo el país.

También anunció el inicio de la segunda fase para combatir la pandemia aumentando el número de camas en los hospitales gubernamen­tales de Trípoli, Halba y Sir al-dinnieh.

Parte del desafío para los funcionari­os es lograr que las personas escuchen los consejos de salud y de distanciam­iento social.

Con la explosión de Beirut y el colapso económico del país, tal vez, como era de esperar, muchos libaneses creen que tienen problemas más grandes que enfrentar que la pandemia.

“Para nosotros, el Estado desapareci­ó con la explosión”, dijo Tony Ramy, jefe del sindicato de propietari­os de restaurant­es, cafés, clubes nocturnos y pastelería­s, a las multitudes en un mitin en protesta por las órdenes de quedarse en casa.

El país ya registra un total de 20.826 casos positivos y 200 muertes por coronaviru­s. Las autoridade­s temen que el frágil sistema de salud pueda verse colapsado por un aumento adicional de contagios. Sus problemas se ven agravados por el hecho de que varios hospitales de la capital resultaron dañados por la explosión del puerto.

Mientras tanto, el ministro de Educación, Tarek almajzoub, anunció anteayer que el nuevo año académico comenzará el 28 de septiembre, y agregó que el ministerio evaluará la situación de salud cada semana para prevenir un rebrote de la pandemia, según informó Arab News.

En los campos de refugiados palestinos, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) anunció que los resultados de las pruebas han revelado 27 nuevos casos, incluido un miembro de la agencia, que anunció el cierre de su centro de salud en el campamento de Ain al-hilweh y su clínica central en Beirut para que sean desinfecta­dos.

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