Seguro de desempleo, un debate impostergable
No es usual que los medios argentinos reflejen noticias sobre Puerto Rico, más allá de catástrofes como los devastadores tifones que azotaron la isla en los últimos años. Se entiende entonces que ninguno haya informado sobre el histórico cambio de sus leyes laborales que fue el resultado de la investigación propuesta por el Congreso de los EUA para sacar a la isla del estancamiento. Esta hizo conocer al gobierno de Puerto Rico que la principal causa de su falta de crecimiento se debía a sus leyes laborales que atacan a los emprendedores y al empleo, y que para crecer debían cambiarlas.
Esas leyes son como las nuestras y las de todos los países menos desarrollados. Entonces en 2017, legislaron la ley de transformación y flexibilidad laboral, donde los trabajadores son protegidos con el seguro de desempleo, como en los Estados continentales, con lo cual se creará un ambiente atractivo para la generación de negocios e inversionistas y empresarios liderarán la recuperación económica. Con la nueva legislación en la isla, que solo rige para los nuevos empleos, ya disminuyó el desempleo del 16,4% en 2017 al 8,3% en 2019. Si esa normativa se generaliza, millones de personas saldrán de la pobreza. Este cambio no se consideró en ningún foro internacional, parecería que se ignora la importancia del empleo en la economía de las naciones.
Posiblemente se explique porque en el mundo académico no se considera la economía cotidiana, la real, como tampoco la trascendencia de los emprendedores, con su espíritu creativo e innovador, como los factores más importantes del desarrollo económico. Como contrapartida, los desarrollados EE.UU., Suiza, Suecia y Dinamarca protegen a sus trabajadores con los seguros de desempleo, y su desempleo es inferior al 4%. Por ello resulta vital abrir este debate aquí, estancados desde décadas por cláusulas indemnizatorias de leyes que penalizan a los empleadores como la ley de contrato del trabajo (1975) y sus anexas.
Sin embargo, existe una excepción: la industria de la construcción, con el Fondo de Cese Laboral (ley 22.250). Recientemente, el exministro y excandidato presidencial Roberto Lavagna presentó “Pilares de un programa de crecimiento”, en el que propone que la protección a los trabajadores de la construcción, el Fondo de Cese Laboral, sea ampliado a todos los nuevos empleos; con esto se promoverían la reactivación y el desarrollo, posibilitando que el 50% de desempleados puedan acceder a empleos.
Esta propuesta no fue comentada por el Gobierno, pero ya recibió muchas críticas erróneas de distintos sectores. Una de ellas se resume así: “Si se deja sin efecto el sistema indemnizatorio, al empleador le dará igual despedir o no”. Ignorando que en la construcción en 2018 trabajaban más del 7% de los trabajadores registrados (M.det.) y que no existe emprendimiento sin trabajadores.
Otras de las críticas menciona que violaría la Constitución, ya que, en su artículo 14 bis, se establece la protección contra el despido arbitrario. Ignorando también que el seguro de desempleo protege mucho mejor al trabajador cuando pierde el trabajo que las indemnizaciones, muchas veces incobrables. El cambio beneficiará a todos, incluso a los sindicatos, que se verán beneficiados con muchos más afiliados y de mejores salarios. Por ese motivo, el debate resulta impostergable. Si cambiamos, el país comenzará a crecer, con fuerte incremento de las inversiones y emprendimientos, que generarán millones de empleos. Si otros países lo hicieron, ¡la Argentina también puede y mejor!
Autor del libro Pleno empleo. Miembro del Dto. de Política Social de la UIA