LA NACION

Cuestionad­o y aislado, Berni busca recomponer la cadena de mandos perdida

Pasó a un segundo plano en el momento más duro de la crisis; aseguran que no será desplazado

- Santiago Dapelo

Cuestionad­o internamen­te, desde la Casa Rosada y también por los intendente­s, Sergio Berni no se va. No renuncia ni lo echa el gobernador Axel Kicillof.

Lejos de su estilo de sheriff combativo y su permanente presencia en los medios de comunicaci­ón, el ministro de Seguridad bonaerense trabaja desde hace 48 horas en silencio y fuera del radar para recomponer la cadena de mandos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

Ese es hoy su principal objetivo. La rebelión policial dejó expuesta la falta de vasos comunicant­es entre el responsabl­e político de la mayor fuerza de seguridad del país –tiene 90.000 efectivos– y los eslabones medios y bajos de la policía. En estas horas, quien aparece como principal fusible para calmar los ánimos es el comisario general Daniel García, jefe de la bonaerense. Ya presentó la renuncia, pero se la rechazaron. No será así la próxima vez.

A nueve meses de asumir en el cargo, los hechos de los últimos tres días dejaron en evidencia que Berni no pudo contener el reclamo por el aumento de salarios que ganó las calles y que pasó un punto de quiebre con la decisión de manifestar­se en la puerta de la quinta presidenci­al de Olivos.

Pese a los señalamien­tos, Berni fue confirmado al frente del Ministerio de Seguridad. A esta altura solo tiene el respaldo del gobernador, su jefe formal, y de su líder política, la vicepresid­enta Cristina Kirchner. Pero eso no le molesta, deja trascender.

“Absolutame­nte, Berni sigue en su cargo. No hay ninguna razón por la cual Sergio debería dejar su función”, dijo en las últimas horas el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, quien puso en manos del ministro la suerte del jefe de la policía bonaerense. “Eso es una definición que debe tomar el ministro Berni. Pero nosotros estamos conformes con cómo se están llevando adelante las negociacio­nes”, explicó el ministro coordinado­r.

El anuncio esperado

El gobierno bonaerense anunciará en las próximas horas un aumento para la policía, que se financiará finalmente con un fondo especial que destinó el gobierno nacional.

Con los números en rojo, el presidente Alberto Fernández echó mano de un viejo proyecto que había quedado en suspenso por la pandemia: quitarle un punto de coparticip­ación a la “opulenta” –como la calificó hace unos días– ciudad de Buenos Aires.

En charlas privadas, Berni se muestra seguro. Como siempre. Y muy enojado con varios intendente­s, a los que acusa de montar un show para quedarse con su cargo. “Pisaron el palito, en Olivos se llenó de policías locales”, dijeron fuentes cercanas. Ese enfrentala

miento, que viene desde el comienzo de la gestión, está lejos de solucionar­se.

Mientras el presidente Alberto Fernández rodeaba al gobernador Kicillof con intendente­s, además del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, y el jefe del bloque de Diputados, Máximo Kirchner, Berni seguía en ese momento en su oficina tratando de tender puentes.

El miércoles pasado, el ministro de Seguridad de la provincia estuvo analizando el petitorio de los reclamante­s con los altos mandos, según contó el jefe de Gabinete Bianco.

“Se están encargando de terminar de analizar el petitorio, porque el punto es que en el marco de estos reclamos hay distintas cuestiones: algunas más vinculadas a quienes hoy están en servicio y que se concentran en el petitorio de 14 puntos; pero también hay sectores de exonerados, heridos y jubilados que hacen otro tipo de reclamos”, dijo el funcionari­o de confianza de Kicillof, en diálogo con La Red.

Y agregó: “Hay que separar una cuestión de la otra. Como dijimos en la conferenci­a de ayer, nosotros ya teníamos previsto realizar esta semana un anuncio de mejora salarial, como había adelantado el gobernador Kicillof el viernes pasado. Estaba previsto anunciar el programa de seguridad provincial, donde se incluía el aumento salarial a las fuerzas de seguridad. Ahora, estamos haciendo las adecuacion­es sobre las solicitude­s que han realizado”.

Pese a las críticas, el tiempo de Berni en la oscuridad durará poco. El ministro se prepara para volver. Será una vez que el orden regrese a la policía bonaerense, algo que cree sucederá en las próximas horas. Después de eso, sí, promete reasumir su faceta de sheriff combativo. Esa que incomoda a parte de los principale­s socios de su principal referente política.

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