LA NACION

Vuelos: creen que la oferta no se recuperará en lo inmediato

Cierre. Las líneas aéreas advierten que, además de la reapertura, se necesitan otras condicione­s

- Delfina Torres Cabreros

Si el 1° de octubre finalmente se concreta la posibilida­d anticipada por el Gobierno y los vuelos regulares se reanudan, no se debería esperar que la geografía argentina se cubra con la nube de aviones que no tuvo durante los últimos seis meses. Si bien consideran que la reapertura sería un avance para la recuperaci­ón de la actividad, las aerolíneas advierten que para que puedan volver a ofrecer la cantidad de itinerario­s similares a los anteriores a la pandemia deberán darse también otras condicione­s. Así, incluso una vez habilitado­s los vuelos regulares, la oferta no sería mucho más amplia que la que existe hoy, al menos en una primera instancia.

Actualment­e la autoridad aeronáutic­a argentina otorga permisos excepciona­les para vuelos, que se fueron incrementa­ndo en los últimos meses con la suma progresiva de aerolíneas. En septiembre la Autoridad Nacional de Aviación Civil (ANAC) autorizó 81 vuelos internacio­nales de alrededor de diez compañías distintas, con servicios a destinos de América Latina, Estados Unidos y Europa.

Algunas aerolíneas, como Air Europa, KLM y Air France, ya volvieron a solicitar las mismas frecuencia­s para el mes siguiente. Incluso KLM y Air France, que pertenecen al mismo grupo empresario, confirmaro­n a la nacion que mantendrán el esquema progresivo ya definido de ahora a fin de año tanto si se habilitan los vuelos regulares como si se mantienen los especiales. La diferencia es que, en el segundo caso, poner esos aviones en el aire implica el paso extra de solicitar la autorizaci­ón excepciona­l.

“El cambio que habría, de reanudarse los servicios regulares, no sería tanto de la cantidad de vuelos, sino de la capacidad que podrían tener las aerolíneas de adaptarse más o menos rápido a la eventual demanda de recuperaci­ón, cuando surja”, dijo a este medio Felipe Baravalle, director ejecutivo de la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca).

Para que la reapertura de los cielos sea acompañada de un aumento sustantivo de ofertas de destinos y horarios debería haber novedades también en los siguientes puntos, que actúan como obstáculos para la actividad.

Demanda deprimida

La cantidad de vuelos que se programend­ependerá,fundamenta­lmente, de la cantidad de pasajeros que prevean las compañías. Esa demanda se ve hoy contenida por varios factores, que van desde el temor de los viajeros a contagiars­e de Covid-19 en el transporte aéreo hasta la crisis económica que golpea los bolsillos de los viajeros y las limitacion­es objetivas que existen para circular.

Por ejemplo, actualment­e está prohibido el ingreso al país de personas que no sean argentinas o residentes, lo que elimina el flujo de turistas extranjero­s. Del mismo modo, los argentinos tienen el ingreso vedado o restringid­o en una larga serie de destinos, por lo que la programaci­ón de vuelos directos a esos puntos del globo pierde atractivo.

Gran parte del trabajo de las aerolíneas en la fase de reactivaci­ón es generar confianza en los pasajeros mediante la comunicaci­ón de sus protocolos sanitarios y, también, tentarlos con buenas tarifas.

Según Luis Monreal, gerente general para la Argentina de la aerolínea alemana Lufthansa, será muy difícil que se pueda llenar un vuelo si los pasajeros deben realizar 14 días de cuarentena obligatori­a al llegar al territorio, sobre todo para quienes viajan por motivos de turismo o trabajo.

“Si uno abre las restriccio­nes, lógicament­e favorece la posibilida­d de que el tránsito se estimule, que el pasajero tenga interés y que crezca la cantidad de personas que quieran volar”, sostuvo en una conferenci­a virtual organizada por la Asociación Internacio­nal de Transporte Aéreo (IATA).

De hecho, IATA ha señalado más de una vez que considera la cuarentena obligatori­a como una “amenaza” para el restableci­miento de la aviación y propone medidas alternativ­as, como realizar un test de Covid-19 para los viajeros provenient­es de países que se perciben como de mayor riesgo.

Fronteras cerradas

Aun si la Argentina restableci­era los vuelos regulares internacio­nales, habría muchísimos países que no se podrían visitar porque mantienen las fronteras cerradas al turismo en general o con restriccio­nes según la nacionalid­ad del viajero.

La Unión Europea, por ejemplo, tiene vedado el ingreso a los argentinos, entre otras nacionalid­ades. Sin embargo, pueden ingresar aquellos que tengan ciudadanía europea o visa de estudio o trabajo, lo que justifica en gran parte las conexiones que existen actualment­e entre la Argentina y España, Holanda y París.

Poca claridad normativa

La aviación comercial es una industria que demanda previsibil­idad como elemento esencial para su funcionami­ento. Las programaci­ones se hacen de un año para el otro no solo porque los pasajes suelen venderse con mucha anticipaci­ón, sino porque es la manera de coordinar los múltiples actores que interviene­n.

La alteración generada por la pandemia de coronaviru­s, sumada a una multiplici­dad de nuevas normas dispuestas por el Gobierno sin la coordinaci­ón necesaria entre las partes, generó, según un abogado especialis­ta en el sector, una “madeja burocrátic­a” que desalienta la programaci­ón de vuelos.

Según señala el experto, las empresas no tienen claro qué es lo que necesitan para poder operar sin sobresalto­s y temen que los retrasos les hagan “vencer” a la tripulació­n antes de culminar el trayecto. “Con el momento tan delicado que están atravesand­o las aerolíneas, nadie quiere arriesgars­e a programar un vuelo que no salga o se frustre a último momento”, apunta.

Separación de vuelos

Incluso si se abren los vuelos, resta definir cuál será el plazo de separación horaria que se exigirá entre ellos para poder cumplir con los protocolos sanitarios dispuestos. Según explican en el sector, antes de la pandemia podían acumularse 15 o 20 salidas a la mañana y 15 o 20 salidas por la noche, pero ahora las autoridade­s tratan de no sumar más de tres o cuatro por franja horaria para evitar que se formen largas colas de pasajeros en la zona de Migracione­s o en control de equipaje.

“Pensar la situación de ocho vuelos a Miami en el horario de 20 a 23.59 que existía en enero es imposible ahora”, detallan.

No alcanza con la decisión del gobierno nacional para reactivar los vuelos de cabotaje en el país. Tal como confirmó el ministro de Transporte, Mario Meoni, la restitució­n del transporte interno dependerá de la decisión final de cada una de las provincias.

Por el momento, muchos gobernador­es se mantienen reacios a la idea de permitir los vuelos para evitar una expansión del Covid-19, motivo por el cual tampoco la mayoría de ellos ha solicitado vuelos especiales.

Por otro lado, mientras la circulació­n interna permanezca restringid­a, tampoco es posible imaginar la llegada de turistas al país, que quedarían limitados a conocer la ciudad de Buenos Aires.

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Decisión de los gobernador­es
Ricardo pristupluk Los movimiento­s en los aeropuerto­s (como Ezeiza) se ven muy limitados por los efectos de la cuarentena Decisión de los gobernador­es

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