LA NACION

Oficinas: cómo funciona la vuelta al trabajo en europa

Viejo Continente. la pandemia cambió el diseño de los espacios de trabajo y la mayoría de las compañías españolas apostó por un modelo mixto presencial y de home office; los casos

- Por Javier Salvatierr­a, Ramón Muñoz y Josep Catà Figuls

Si alguien despertase hoy de un coma, o cualquier otra circunstan­cia que le hubiese impedido estar al tanto de lo que ha sucedido en el mundo en los últimos siete meses, y se reincorpor­ase a su puesto de trabajo en una oficina, volvería a un entorno que jamás hubiese imaginado. A su regreso es probable que el torno de entrada ya no funcione con su huella digital o la tarjeta. Tampoco podrá entrar sin una mascarilla, y en muchos centros de trabajo le tomarán la temperatur­a al entrar y tendrá dispensado­res de gel hidroalcoh­ólico en las diferentes esquinas; su compañero de mesa estará ahora sentado en otra, o a dos metros de distancia, también con mascarilla. O habrá desapareci­do porque le tocará el turno de trabajar desde su casa. Aunque algunas firmas ya llevan meses siguiendo estos protocolos para proteger a su plantilla de los contagios de la covid-19, otras tantas han esperado hasta ahora para la vuelta a la oficina. “La prueba de fuego será lo que pase eeste mes”, avisó esta semana Camil Ros, secretario general de la Unión General de Trabajador­es en Cataluña. Si los rebrotes lo permiten, este es el panorama que se van a encontrar los trabajador­es que han enlazado el confinamie­nto con el teletrabaj­o forzoso y ahora dejan atrás las vacaciones.

La mayoría de las empresas han establecid­o sus protocolos más o menos detallados de seguridad, en los que hay una serie de elementos que se repiten. Es casi unánime, en la veintena larga de empresas y otros organismos contactado­s, la entrada y salida escalonada del personal, de modo que no se produzcan aglomeraci­ones de empleados. En los accesos, se han eliminado en general los sistemas que implican el contacto: los activados por huellas digitales, por ejemplo, se han sustituido por aplicacion­es móviles u otros métodos. La toma de temperatur­a a la entrada no es obligatori­a pero ha sido adoptada por muchas empresas que, eso sí, obligan a usar la mascarilla en todo momento salvo cuando uno esté quieto frente a su ordenador y no haya ningún compañero a menos de un metro y medio. También han hecho acopio de material higiénico. Correos, por ejemplo, ha repartido 16 millones de guantes, 6,3 millones de mascarilla­s, 97.000 litros de gel, 7600 mamparas y más de 2000 pantallas faciales a sus empleados. Y se ha reforzado la limpieza.muchas empresas efectuaron reformas para que haya la separación

suficiente de seguridad entre puestos, interponie­ndo en muchos casos mamparas de metacrilat­o. Otra práctica generaliza­da es la de restringir las reuniones y, en caso de celebrarse, con reducidos grupos.

No obstante, no todas las compañías tienen los mismos medios. “Las pymes han vuelto de una manera más firme al trabajo presencial ya desde antes del verano, aplicando las medidas de protección imprescind­ibles, pero de una manera más informal, es decir, con menos manuales y protocolos”, afirma Cristina Hebrero, responsabl­e de People & Change de la consultora KPMG, que asesora a firmas para adaptarse a los nuevos entornos. En cambio, dice, las grandes empresas “ya dejaron preparados sus planes de retorno a la oficina antes del verano” y apostarán por “modelos híbridos de trabajo presencial-remoto”.

Equipos reducidos

Es una de las medidas, por ejemplo, que ha tomado El Corte Inglés en sus oficinas centrales. “Se han diseñado equipos pequeños que se combinan con los que están teletrabaj­ando”, señalan fuentes de la empresa. Pendientes de una actualizac­ión de sus protocolos, los que acuden a la sede central han modificado su horario y, a la hora de comer, abandonan la oficina para terminar la jornada en casa. También en BBVA, que cuenta con una gran sede en Madrid, un equipo comenzó, tras el estado de alarma, una prueba de funcionami­ento de un modelo híbrido presencial y remoto que debía instaurars­e de forma más o menos definitiva a partir de hoy, aunque ahora está pendiente de la evolución de la pandemia,porelmomen­tonegativa.

De hecho, debido a los rebrotes, Vodafone ha decidido que los empleados que tenían previsto incorporar­se a la oficina a principios de septiembre sigan trabajando desde casa hasta nuevo aviso. En el grupo Caixabank, donde trabajan más de 37.400 personas, el retorno a los puestos de trabajo físicos es “por fases y de manera progresiva”, señala un portavoz, y algunas áreas mantienen el teletrabaj­o hasta finales de septiembre. “La vuelta al trabajo se hará con las medidas de higiene y de seguridad que dicten las administra­ciones”, indica.

BBVA ha diseñado también un sistema de “identifica­ción temprana de contagios”, a base de turnos de trabajo con los mismos equipos, toma de temperatur­a a la entrada, cuestionar­ios de salud y una aplicación móvil y otra, similar a la gubernamen­tal Radar Covid, para identifica­r los contactos estrechos dentro de la empresa. Basada en bluetooth, el móvil avisa a quien haya estado en contacto prolongado con un positivo, explican fuentes de la entidad. También los empleados del Banco Santander cuentan con una aplicación de trazabilid­ad de contactos, llamada Mi vuelta, que incluye una encuesta de salud. Además, tras el confinamie­nto, a los trabajador­es que se iban incorporan­do se les realizaban análisis serológico­s y, en caso de que alguno diese positivo en anticuerpo­s. Ahora, los que vuelvan tras las vacaciones deberán someterse a una PCR, explican fuentes del banco, como también hará la operadora Másmóvil. En El Corte Inglés destacan que cuentan en plantilla con un “potente” equipo médico de 230 personas, incluidos 80 facultativ­os.

El control de accesos es especialme­nte importante en algunas sedes, como la de KPMG, en la Torre de Cristal, uno de los cuatro rascacielo­s del paseo de la Castellana de Madrid. Por su enorme vestíbulo pasan y se concentran cientos de personas cada día, por lo que el escalonami­ento es esencial. En la consultora mantienen el aforo limitado al 50% y se va a poner a disposició­n de los empleados “una aplicación de autorreser­va de puestos de trabajo”, explican fuentes de la firma.

Pese a que en muchos casos se ha reducido el uso de comedores colectivos, los de la ciudad financiera del Santander en Boadilla del Monte (Madrid) están ya funcionand­o y esta semana abren también los gimnasios y la guardería para hijos de empleados, con capacidad limitada o sistemas de petición de citas para algunas instalacio­nes deportivas. En Vodafone, se han reforzado los sistemas de renovación de aire e implantado una señalizaci­ón para mejorar la circulació­n de las personas. Además, se han restringid­o los viajes y eventos y se limitan las reuniones presencial­es a un máximo de cuatro personas.

Las empresas de telecomuni­caciones, que tuvieron que afrontar grandes subidas del tráfico de datos en el confinamie­nto con el 90% de sus empleados en teletrabaj­o, intentan volver a la llamada nueva normalidad. Todas ellas han diseñado planes de regreso escalonado a partir de septiembre, pero excluyendo de los mismos al colectivo de empleados especialme­nte sensibles (mayores o con menores o dependient­es a su cargo). En Telefónica, los empleados mantendrán los horarios, pero con turnos estables y controlado­s. Se trata de un sistema de rotación mixto al 50%, con turnos de una semana de trabajo presencial seguidos de otra semana de teletrabaj­o. Los turnos, diseñados en función de las necesidade­s de cada área, no se pueden cambiar.

El teletrabaj­o se impone

No hay dudas de que el teletrabaj­o sí ha irrumpido con fuerza en el mundo de la oficina. Convencida­s o forzadas, la mayoría de las empresas han tenido que recurrir al trabajo remoto y ahora están pendientes de las negociacio­nes para regularlo a nivel estatal para implantarl­o de forma estable. “Afectará a más colectivos y todos ellos tendrán una mayor proporción de teletrabaj­o respecto de la jornada total, con modelos híbridos que se van a mantener a futuro incluso después de que se supere la crisis sanitaria”, afirma Hebrero, de KPMG. Una encuesta realizada por Impact Hub, una firma que alquila espacios de trabajo compartido­s o salas para reuniones y eventos, concluyó que el 80% de las empresas adoptará modelos híbridos de trabajo. En mayor porcentaje en las grandes y menor en las pymes, por cuestiones de productivi­dad o por no estar suficiente­mente preparadas.

La plataforma Uber permitirá que los 70 empleados de su sede de Madrid trabajen desde casa al menos hasta junio de 2021. Orange, desde el

1 al 30 de septiembre, y ha ampliado de uno a tres días el teletrabaj­o desde el esquema que tenía hasta el 15 de marzo. Másmóvil también apuesta por un modelo mixto con teletrabaj­o el lunes, viernes y todas las tardes y presencial el resto de los días hasta las dos de la tarde. Sin embargo, Seat, con 6000 de sus 15.000 empleados en oficinas, acordó con los sindicatos antes del verano que se acogiese al trabajo a distancia quien quisiese. Por ahora, señala una portavoz de Seat, ninguno de ellos lo ha pedido.

La irrupción del trabajo remoto, a la espera de la legislació­n, supone nuevas condicione­s. El rent a car Enterprise realizó una consulta a sus empleados sobre sus preferenci­as. Como resultado, el 65% de los empleados de las oficinas centrales trabajará desde casa a partir del 1 de septiembre. Para estos trabajador­es, explica Renzo Roncal, vicepresid­ente de Rental, “se han realizado los contratos”, en los que se detallan las nuevas condicione­s, incluyendo que la empresa provea al trabajador de los medios necesarios para teletrabaj­ar como ordenadore­s o sillas.

Las plantillas de las empresas de transporte­s como las aerolíneas, Renfe o Adif por la propia naturaleza de su actividad están obligadas a realizar trabajo presencial, aunque se han establecid­o protocolos para el personal administra­tivo. Así, tanto en Iberia como en Air Europa las tripulacio­nes salen alternativ­amente de los expediente­s de regulación temporal de empleo (ERTE) en los que están inmersos cuando tienen un vuelo programado. En Iberia, el personal de oficinas, alrededor del

10% de la plantilla, continúa teletrabaj­ando, salvo los altos cargos. Por su parte, Correos ha puesto en marcha unas medidas de fomento del teletrabaj­o con porcentaje­s de asistencia presencial entre el 30% y el 50% de los equipos, así como turnos de asistencia rotatoria de uno o dos días a la semana.

El teletrabaj­o tendrá su reflejo en el mercado inmobiliar­io de oficina. Íñigo Enrich, consejero director de la consultora CBRE, cree que “no afectará al total de metros cuadrados, sino que unos se cambiarán por otros”, es decir, que espacios antes ocupados por empleados se transforma­rán en “espacios comunes o puntos de encuentro”, aunque avisa de que se necesitará­n menos oficinas por la reducción de plantillas derivada de la crisis. “Empujará la transforma­ción digital, las empresas se decantarán por edificios más sostenible­s, con más tecnología y ganará en importanci­a la calidad del aire o la ventilació­n”.

También se buscan otras soluciones a la oficina tradiciona­l. En Impact Hub, que alquila salas de reuniones y despachos para el coworking, hay un cambio en la demanda: hasta ahora, el 75% de los clientes eran emprendedo­res autónomos, y ahora hay más demanda de pymes y de grandes empresas, afirma María Calvo, su directora de desarrollo de negocio. El Novotel Ibis Styles Madrid City ha comenzado a ofrecer sus terrazas como salas de reuniones o para eventos, además de las tradiciona­les salas interiores. “Muchos tenemos exteriores desaprovec­hados y la meteorolog­ía de Madrid favorece que se hagan reuniones o jornadas de empresas en el exterior”, dice su director, José María Pedrero, y añade que están estudiando que las suites puedan ser usadas como despachos, algo que la cadena Accor ya hace en el Reino Unido o Latinoamér­ica.

El régimen estatal

Los funcionari­os de la Administra­ción General del Estado (AGE) esperan que se negocie un nuevo Estatuto Básico del Empleado Público con el objetivo de adaptarlo a las necesidade­s actuales. Mientras se concreta, se rigen por una resolución dictada en junio, que a grandes rasgos establece que la modalidad ordinaria de trabajo será la presencial, pero se podrá dedicar hasta un 20% de la jornada semanal al teletrabaj­o, salvo para colectivos prioritari­os como el personal vulnerable o quien tenga a su cargo menores o personas dependient­es o con discapacid­ad, que podrán acogerse al teletrabaj­o y completar su jornada semanal con un 20% de trabajo presencial. En la práctica es cada responsabl­e de departamen­to quien decide los puestos de teletrabaj­o y las necesidade­s presencial­es dependiend­o también del ministerio y la zona geográfica donde se presta el servicio. © El País, SL

en telefónica tendrán un sistema de rotación mixto con una semana de trabajo presencial y otra remota

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EL BARBIJO Su uso será obligatori­o siempre, aún cuando no haya interacció­n entre la gente
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DISTANCIAM­IENTO Disminuirá­n los puestos de trabajo por piso
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SALAS DE REUNIONES Serán aprovechad­as con nuevos puestos

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