Regreso a la escuela
Ninguna autoridad nos ha preguntado a nosotros, los padres, qué ocurre con los chicos en casa. O en la calle o la esquina, cuando no hay espacio en casa ni acceso a la tecnología y la conectividad, como les ocurre a muchas familias. La apatía, el desgano, el desinterés, la falta de motivación y creatividad, la ausencia de esperanza en el futuro, el deseo junto al miedo a salir y encontrarse con otros, el no sentirse parte, la negativa a conectarse a clase y a los grupos, el abandono definitivo de la escuela son solo algunas de las conductas que observamos. La mayoría del alumnado tendrá seguramente años por delante para volver a socializar y compartir en la escuela. Pero los que están por egresar, los de 6º y 7º año, ¿qué posibilidad de recupero tendrán de este, su último año, con todo lo que social y afectivamente significa? ¿Por qué no se considera la vuelta gradual, parcial, progresiva de estos alumnos en los meses que restan del año? ¿Por qué no salir del “todo o nada”, “todos o ninguno”? ¿Por qué no permitir que aprendan a salir, aprendan a cuidarse y cuidar del otro en el encuentro con los otros, sus pares?
Estoy convencida de que la función más importante de la escuela secundaria es la de propiciar la socialización. Espero que se busquen los caminos y los protocolos necesarios para que lo siga siendo.
Margarita Mrozek
DNI 17.754.059