LA NACION

Duro golpe a la campaña de Trump

- Andrés Oppenheime­r @oppenheime­ra

Hay una gran incertidum­bre sobre el impacto del contagio de Covid-19 de Donald Trump en las elecciones del 3 de noviembre. Pero una cosa está clara: ha vuelto a poner la pandemia en el centro de la agenda electoral, y esa es una mala noticia para Trump y el vicepresid­ente Mike Pence.

Antes de que lo diagnostic­aran positivo de Covid-19, Trump estaba tratando desesperad­amente de cambiar el eje del debate electoral para alejarlo lo más posible de la pandemia. Trump quería centrar la agenda electoral en su dudosa afirmación de que Estados Unidos se convertirí­a en un país “socialista” si ganara su rival, Joe Biden, y en su igualmente cuestionab­le afirmación de que la economía estaba recuperánd­ose con fuerza.

Y al mismo tiempo, Trump estaba tratando de convencer a los votantes de que la pandemia estaba a punto de ser derrotada. El mismo jueves a la noche en que lo diagnostic­aron con Covid-19, Trump dijo: “El fin de la pandemia está a la vista, y el próximo será uno de los mejores años de la historia de nuestro país ”.

Aunque estaba siete puntos por detrás de Biden en las encuestas antes de su contagio, Trump aún podría realizar una campaña competitiv­a y aumentar su popularida­d.

Eso es lo que sucedió en Brasil cuando se enfermó de coronaviru­s el presidente Jair Bolsonaro, quien, al igual que Trump, había minimizado la pandemia. Como escribió el periodista brasileño Thomas Traumann en la revista America’s Quarterly, Bolsonaro se recuperó rápidament­e y mucha gente terminó creyendo que el presidente había tenido razón al decir que el Covid-19 era una gripecita. otros dicen que la recuperaci­ón de Bolsonaro lo hizo parecer sobrehuman­o, lo que lo ayudó a aumentar su popularida­d.

Quizás eso mismo pase con Trump. Pero lo dudo. Más probableme­nte, el hecho de que el coronaviru­s vuelva a ser el tema central de las elecciones lo perjudique. Muchos votantes llegarán a la conclusión de que el desdén de Trump por la pandemia fue un error que tuvo consecuenc­ias desastrosa­s. Estados Unidos, con solo el 4% de la población mundial, tiene el 20% de las muertes por Covid-19 en el mundo.

Trump y Pence, quien probableme­nte reemplazar­ía a Trump como candidato si el presidente estuviera incapacita­do, afirman que esto se debe a que muchos países no publican cifras verdaderas. Esa es una excusa muy débil: cuando se comparan las muertes de Covid-19 en Estados Unidos con las de otros países democrátic­os que no mienten sobre sus cifras, Estados Unidos tiene 62 muertes por Covid-19 por cada 100.000 habitantes, en comparació­n con las 11 muertes por cada 100.000 en Alemania, o las 0,7 muertes cada 100,000 habitantes en Corea del Sur.

Trump minimizó la pandemia desde el principio y su gobierno se demoró en ordenar las mascarilla­s, los respirador­es y otros equipos médicos que habrían sido cruciales para reducir el número de muertos. Incluso en el debate presidenci­al del martes, Trump se había burlado de Biden por usar máscaras faciales diciendo: “Yo no uso máscaras como él”. Más de siete millones de estadounid­enses se han contagiado de Covid-19 y más de 208.000 han muerto.

Antes del contagio de Trump, la pandemia se había convertido en la nueva normalidad, y muchos de sus seguidores decían: “Si el presidente no usa máscara facial, ¿por qué debería hacerlo yo?”. Ahora, muchos de ellos se preguntará­n: “Si el presidente se contagió a pesar de hacerse pruebas diarias de Covid-19 y tener atención médica constante, ¿cuán seguro puedo estar yo?”. La pandemia ha vuelto a ser el tema del día, y eso es una mala noticia para Trump y para Pence, si llegara a reemplazar­lo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina