Nuevas medidas: algunos ganaron y otros quedaron decepcionados
El anuncio del Gobierno con respecto a las retenciones tuvo diferentes repercusiones según el sector
CÓRDOBA.- Las medidas anunciadas por el ministro Martín Guzmán hace una semana podrían sumar nuevas disposiciones en los próximos días para sectores que quedaron afuera y que tenían expectativas de ser alcanzados. Respecto del impacto de las herramientas presentadas, difieren en función de los rubros.
• Productores de soja: las retenciones bajarán de 33% a 30% este mes. En noviembre próximo subirá a 31,5%, en diciembre lo hará a 32% en tanto que en enero de 2021 regresará a 33%. Hay incertidumbre respecto a cuánto se acelerará la liquidación de exportaciones; desde el sector aseguran que para los productores no es un incentivo significativo porque mantienen las expectativas de devaluación.
• Aceite y harina de soja: se oficializó un diferencial respecto del grano que a partir de enero será permanente. Este mes para esos subproductos las retenciones bajarán de 33% a 28%, serán de 29,5% en noviembre, 30% en diciembre y 31% permanente desde enero de 2021. Se regresa al mecanismo que había eliminado en agosto de 2018 la administración de Juntos por el Cambio. La medida generó polémica en las entidades del campo porque mientras para la producción la baja de las retenciones será temporal, para la industria se fijará un diferencial que será permanente.
• Frigoríficos: se esperaba una baja de retenciones, pero no se concretó. Las fuentes del sector señalan que todavía no está descartado, sigue en análisis. “Necesita la baja porque los mercados internacionales bajaron los precios y aunque este año venimos exportando más volumen, los costos internos aumentaron”, indica Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas. Insiste en que una reducción de los derechos de exportación “apuntalaría el esquema; el sector viene haciendo una buena perfomance pero se pierde competitividad”.
• Minería: desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros consideran que el tope del 8% para los derechos de exportación de los metales da respuesta a un reclamo recurrente del sector, dado que al no haberse efectivizado desde su promulgación el impacto era “muy importante”. También consideran positiva la inclusión del sector en una “planificación estratégica para la reactivación económica del país”. Insisten en que “sigue siendo fundamental garantizar un contexto de reglas claras, un marco jurídico receptivo hacia la inversión y el impulso a la competitividad”.
• Industria: a diferencia del sector agropecuario, donde la baja de retenciones es marginal y transitoria, para los productos industriales la reducción es permanente y, además, hay un aumento de reintegros que mejora la competitividad. El economista Gastón Utrera señala que para todos los sectores a los que aplica “es una mejora de la ecuación; es positivo, beneficioso. En el caso de las automotrices la baja a cero de las retenciones es solo para exportaciones extra Mercosur.
• Economías regionales: no hubo medidas puntuales para el sector, salvo la compensación para pequeños y medianos productores de soja que en la práctica –según el sector“no termina siendo nada concreto”. El Estado destinará $11.500 millones y se distribuirán teniendo en cuenta productores inscriptos en el SISA que hayan facturado por todo concepto en el año calendario 2019 hasta la suma de $20 millones. Desde Came lamentan que no haya habido anuncios directos para las economías regionales y que hayan quedado “relegadas” en una coyuntura próxima a comenzar la cosecha de producciones exportadoras de fruta fina (arándanos y cerezas, por ejemplo).
• Vinos: el aumento de los reintegros a las exportaciones vitivinícolas suben del 3% al 7%; beneficia a vinos a granel, fraccionados y espumantes. En el caso del mosto el tope pasa de 2,5% a 7%. Desde la Corporación Vitivinícola Argentina la medida se evaluó la medida como “muy positiva” para un mercado internacional que es “muy competitivo”. El problema, señalan los productores de uvas, es que no hay un beneficio directo para ellos. Ya entregaron su mercadería y, aseguran, le definieron el precio con pagos diferidos a seis meses o más sin ningún tipo de actualización. Insisten en que los beneficios “tienen y deben estar condicionados siempre y cuando produzcan derrame en la cadena”.
• Economía del conocimiento: la ley del sector pasó del Senado de nuevo a Diputados. Desde la Cessi indican que hay una demanda creciente de mercados externos, pero la industria “sufre algunos vaivenes” que deben “surfear para sacar el mayor provecho posible brindando productos y servicios” desde la Argentina. Reiteran la “falta de previsión fiscal” que les impide fijar precios para contrataciones de largo plazo, una paridad cambiaria por la que “pierden competitividad frente a otros países de la región y dificultades para el giro de divisas para pago de servicios al exterior”. Sigue el diálogo con el Gobierno.
Por otro lado, en agosto de 2020, el índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) muestra una baja de 7,1% respecto a igual mes de 2019. El acumulado enero-agosto de 2020 presenta una disminución de 12,5% respecto a igual período de 2019. Aquí también se esperan medidas para la reactivación.•