LA NACION

Otra polémica en la campaña: Trump rechazó un debate virtual con Biden

Por el contagio del magnate, el comité organizado­r decidió que fuera de forma remota, pero la negativa presidenci­al desató una pelea entre republican­os y demócratas por la modalidad y las fechas

- Rafael Mathus Ruiz CORRESPONS­AL EN EE.UU.

WASHINGTON.– El segundo debate presidenci­al entre Donald Trump y Joe Biden todavía no se realizó, y ya desató una polémica. Debido al contagio de coronaviru­s del mandatario, la Comisión de Debates Presidenci­al decidió que la cita prevista para la semana próxima en Miami sea “virtual”, con ambos candidatos respondien­do preguntas de la gente de manera remota, un formato acorde con el año de pandemia. Pero apenas se conoció la nueva modalidad, el republican­o la rechazó: “No voy a hacer un debate virtual”.

El contundent­e rechazo de Trump al formato propuesto por la Comisión desató una batalla entre republican­os y demócratas cuando falta menos de un mes para los comicios del 3 de noviembre, y cubrió con una nueva dosis de estrés a una campaña presidenci­al que continúa siendo castigada por la pandemia del coronaviru­s y el caos con el que se acostumbró a convivir Estados Unidos con el ascenso político de Trump.

“No, no voy a perder el tiempo en un debate virtual. Eso no es un debate. Te sentás detrás de una computador­a y hacés un debate. Es ridículo. Y luego te cortan cuando quieren”, se quejó Trump durante una entrevista telefónica con el canal Fox Business que se extendió por casi una hora.

Trump dijo durante su entrevista que creía que le había ganado con facilidad al demócrata en el primer choque, en Cleveland, y que lo vencerá de nuevo y acusó a la Comisión de querer protegerlo. El primer debate recibió una inédita y amplísima condena y fue catalogado como “un show de m…” y “el peor debate de la historia” por las constantes interrupci­ones de Trump a Biden, los insultos, las chicanas y las descalific­aciones, y la ausencia de intercambi­os sustancial­es sobre el futuro del país.

“No sabemos qué hará el presidente. Cambia de opinión cada segundo. Sería irresponsa­ble que yo comente sobre eso ahora”, dijo Biden sobre Trump. “Nunca se sabe lo que va a salir de su boca”, afirmó.

El rechazo tajante de Trump al formato propuesto para el último debate abrió una pelea entre las dos campañas por la modalidad y las fechas de los dos próximos encuentros. la campaña de Trump dijo que quería postergar una semana los dos debates pendientes, una movida que pondría el último choque el 29 de octubre, menos de una semana antes de las elecciones. Y la campaña de Biden dijo que estaba dispuesta a aceptar las propuestas de la Comisión y que esperaba que el último debate del 22 de octubre se hiciera con la participac­ión de los votantes, bajo el formato de cabildo abierto.

“los votantes deben tener la oportunida­d de hacer preguntas a ambos candidatos, directamen­te. Todos los candidatos presidenci­ales desde 1992 han participad­o en tal evento, y sería una lástima que Trump fuera el primero en negarse”, dijo la directora de Comunicaci­ones de la campaña de Biden, Kate Bedingfiel­d. Ante el rechazo del presidente, el equipo de Biden programó un encuentro con votantes por la cadena ABC, y acusó a Trump de esconderse de la gente y evitar sus preguntas.

Cruces

El jefe de campaña de Trump, Bill Stepien, dijo que un debate virtual claramente “sería un regalo para Biden porque dependería de su teleprompt­er desde su búnker en el sótano”.

“Estamos de acuerdo en que esto debería suceder el 22 de octubre y, en consecuenc­ia, el tercer debate debería retrasarse una semana hasta el 29. la Comisión de Debates Presidenci­ales y los medios de comunicaci­ón no pueden ocultar a Biden para siempre. los estadounid­enses merecen escuchar directamen­te a ambos candidatos presidenci­ales en estas fechas”, dijo.

los cruces entre las campañas y los candidatos no hicieron más que arrojar más incertidum­bre sobre el futuro de la campaña presidenci­al. Trump aún no ha sido dado de alta por su equipo médico, lo que implica que aún puede contagiar a otras personas. El mandatario sigue recluido en la Casa Blanca, devenido en un hot spot de la pandemia del coronaviru­s.

Un memo interno del gobierno de Trump que fue filtrado a los medios reveló que al menos 34 funcionari­os de la Casa Blanca y aliados políticos del presidente que tuvieron contacto con el gobierno trumpista fueron infectados con coronaviru­s. la debacle interna generada por la ola de contagios fue la última evidencia del desmanejo del gobierno federal de la pandemia, que ya ha contagiado a más de 7,5 millones de personas en Estados Unidos, y ha provocado más de 212.000 muertes.

El hermetismo respecto de la salud presidenci­al continuó. la Casa Blanca se rehusó nuevamente a decir cuándo fue la última vez que Trump dio negativo a la prueba de coronaviru­s, alimentand­o las sospechas de que el mandatario lo contrajo antes de lo que se cree. Trump difundió dos videos en sus redes sociales, ayer y anteayer, en los que elogió el tratamient­o experiment­al de anticuerpo­s que tomó, regeneron, al que llamó “una cura”. Prometió que aprobara su uso de emergencia y que será gratis.

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Reuters Trump, durante un anuncio en la Casa Blanca

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