El Presidente intenta revertir el escepticismo del mundo empresario
Fernández dialogó con los principales referentes del sector privado y con inversores de los Estados Unidos
Al tiempo que habló de la necesidad de un “capitalismo solidario”, Alberto Fernández dijo, frente a un auditorio virtual de líderes empresariales de los Estados Unidos y de América Latina, que la Argentina “ofrece muchas alternativas” y que “necesita inversores que vengan y apuesten”.
“Tenemos potencial. Lo que más nos hace falta es la confianza de los inversores y la llegada de los recursos para desarrollar proyectos”, reconoció el Presidente ante la Asociación de Cámaras Americanas de Comercio de América Latina y el Caribe (Aaccla), en el encuentro organizado por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos. Fernández viene intentando un acercamiento al mundo privado en un momento de extrema delicadeza, por la sequía de dólares que tiene el país y la necesidad de dar buenas señales al FMI, de cara a la renegociación de la deuda.
El Presidente tuvo un primer encuentro hace doce días con un grupo reducido de empresarios en Olivos para, 48 horas después de ese primer contacto, convocar a una cena a los grandes hombres de negocios. Franquearon los portones de la quinta presidencial Martín Migoya (Globant), Sergio Kaufman (Accenture), Daniel Herrero (Toyota), Roberto Alexander (IBM), Roberto Murchinson (Grupo Murchinson), Miguel Acevedo (UIA), Luis Betnaza (Techint), Roberto Urquía (AGD), Miguel Ángel Rodríguez (Sinteplast) e Iván Szczech (Cámara de la Construcción), entre otros. El último lunes, en tanto, Fernández invitó a Luis Perez Companc a la Casa Rosada, mientras sus funcionarios intentaban sostener los puentes con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) por el “sabor a poco” que dejaron las medidas dirigidas al sector exportador.
El Presidente y sus funcionarios llevan, además, tres reuniones con los directivos de IDEA, el principal foro del empresariado argentino. Fernández estará a cargo de la apertura del Coloquio. En la Casa Rosada, en tanto, están organizando un viaje del Presidente a Vaca Muerta, que aún no tiene fecha. El jefe del Estado haría anuncios desde el yacimiento. El Presidente intenta dar señales en un momento de extrema sensibilidad por la falta de reservas. Necesita mejorar el clima empresario con urgencia. El decálogo de buenas intenciones que Fernández despliega ante los ojos de los privados, sin embargo, no logra convencer del todo a los empresarios. “Por la crisis económica combinada con la incertidumbre de la pandemia, para el empresariado hoy la economía es una patada al hígado. Señales como lo de Vicentin, el decreto de las TIC y el impuesto a la riqueza, incluso lo que ocurrió con Venezuela, no hacen más que sumar piedras a la mochila de la desazón”, ilustró uno de los interlocutores del Presidente de los últimos días.
Fernández repasó con los empresarios esas “malas señales” que acumuló en su mandato a los ojos de los privados. Buscó explicarlas, aunque sin enojarse por la mala recepción que tuvieron.