Berni advirtió que no tiene recursos para el desalojo de Guernica
Lo dijo en una entrevista, pero el gobierno no se lo planteó al juez, que ordenó liberar la toma el jueves
LA PLATA.– El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, aseguró que no podrá cumplir al menos hasta fin de mes con la orden de desalojo del predio usurpado en la localidad de Guernica, por falta de recursos. La orden judicial para desocupar el terreno de 90 hectáreas tiene fecha de inicio para el jueves próximo.
“No puedo encontrar cuatro cuatriciclos que funcionen. No tengo un colectivo para trasladar a la policía”, dijo Berni en declaraciones televisivas. Hizo así referencia a la falta de logística para concretar la orden judicial: argumentó que necesita al menos 3000 hombres para el desalojo y que el impacto por el coronavirus se siente entre la fuerza.
Las excusas de Berni expresadas en un set de televisión no tienen correlato, por ahora, en un escrito judicial, según se informó en el Juzgado de Garantías de Cañuelas, donde tramita el expediente por la toma de tierras en la localidad del partido de Presidente Perón.
El gobierno de Axel Kicillof ya pidió dos veces la postergación del desalojo en Guernica. Sin embargo, y pese a los dichos de Berni, no hay un tercer pedido de aplazo presentado ante la Justicia, que ordenó cumplir con la liberación de las 90 hectáreas la semana que viene.
A Kicillof le sobran motivos para evitar un enfrentamiento. El primero, y más evidente, es el humanitario: en el predio hay 2797 niños, niñas y adolescentes, según la declaración de las 1904 personas y familias censadas por la provincia. La inmensa mayoría de los padres dijeron haber quedado empobrecidos y desocupados durante la cuarentena.
El gobernador también se expone a conflictos de índole política. No solo porque referentes sociales y políticos dentro del Frente de Todos defienden las tomas, sino también porque los movimientos sociales con presencia en el predio, como el Polo Obrero, Libres del Sur o el Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), son algunos de los más críticos de sus políticas sociales.
“Los paliativos del Estado son completamente insuficientes para afrontar los gastos de todos los días. Esta situación nos empujó a salir a buscar un lugar para vivir porque ya no pudimos pagar alquiler o porque vivíamos hacinados y hacinadas. Somos gente de trabajo que queremos tener una vivienda para despertarnos a la mañana y poder dormir a la noche sin pensar todo el tiempo que nos vamos a tener que ir porque no podemos pagar el alquiler”, sostienen los militantes del MTR.
Con el antecedente de la muerte de Facundo Astudillo Castro, las organizaciones sociales y los sectores de izquierda, además, acusan de encubridor a Berni, quien sigue golpeado al interior del oficialismo por las protestas policiales de septiembre. Ese malestar se extiende a la policía bonaerense, donde le recriminan no haber cumplido con la promesa de dejar sin efecto los sumarios. Hay 1200 policías sumariados por la protesta.
En tanto, los alcaldes peronistas presionan a Kicillof para que resuelva un conflicto que se extiende en todo el Gran Buenos Aires. Reclaman el desalojo y desconfían de las organizaciones piqueteras. “Empezó siendo una toma chica, después se sumaron los movimientos de izquierda, que trajeron gente de distintas localidades”, se queja Blanca Cantero, intendenta de Presidente Perón.