Scaloni y un plan distinto para ir a la altura de La Paz
En lugar de llegar a horas del partido, se arribará dos días antes para jugar ante Bolivia
Viajar el mismo día del partido, llegar entre 48 y 72 horas antes, hacer una concentración de más de 10 días, pasar una noche previa en Santa Cruz de la Sierra, llegar con tres horas de anticipación, tomar cócteles de viagra, cafeína y aspirina, alquilar tubos de oxígeno, hacer trabajos previos en una cámara hiperbárica… las recetas para jugar en la altura son más que variadas. Y el pasado reciente demuestra que no hay plan que garantice el éxito. Pero el cuerpo técnico de la selección argentina decidió patear el tablero por completo: la delegación llegará 48 horas antes a La Paz para jugar el martes frente a Bolivia por la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial Qatar 2022.
Dentro de tantas variantes, hay una certeza: cuando se deja el llano y se llega a 3.600 metros sobre el nivel del mar, la menor presión del aire hace que los pulmones reciban menos oxígeno y cada cuerpo busca la manera de adaptarse a esta circunstancia por medio de mecanismos compensatorios a corto y largo plazo. Desde esa premisa, Lionel Scaloni optó por no seguir los manuales habituales y la selección nacional viajará el domingo a las 17, se hospedará dos noches en un hotel cercano al campo de entrenamiento de The Strongest, tendrá una práctica el lunes y jugará el martes a las 17 en el Estadio Hernando Siles.
En sus últimas cinco presentaciones en la altura de La Paz, la selección consiguió una victoria, dos empates y dos derrotas. Pero hubo una decisión que se repitió a pesar de los resultados: Edgardo Bauza en 2017, Alejandro Sabella en 2013, Diego Maradona en 2009, José Pekerman en 2005 y Marcelo Bielsa en 2001 decidieron llegar horas antes para intentar sortear los efectos de los 3600 metros sobre el nivel del mar.
Falta de oxígeno, dolor de cabeza, cansancio, debilidad, náuseas y una marcada imposibilidad para hacer actividad física son algunos de los síntomas habituales que produce el mal de altura y suelen manifestarse al cabo de 6 a 10 horas desde el ascenso. Por eso, el plan habitual de los equipos argentinos suele ser pasar la noche previa en Santa Cruz de la Sierra y trasladarse a La Paz el día del partido, para ir directamente del aeropuerto al estadio.
¿Por qué esta vez se llegará con 48 horas de diferencia? Ante la consulta de la nacion en la conferencia de prensa previa al juego con Ecuador, el técnico Scaloni aseguró que la pandemia de coronavirus modificó el plan, pero no fue específico: “Los viajes, protocolos, cambios de hotel, de vuelos... es una convocatoria muy diferente. En condiciones normales, a lo mejor hubiéramos optado por la opción de siempre, que es ir a otra ciudad y llegar sobre la hora a La Paz, pero creemos que es demasiado trajín y cambio para el jugador. Hemos visto que otros clubes han ido dos días antes. Dentro de las dificultades de jugar en la altura, sabemos que puede ser positivo ir 48 horas antes. Esperemos que vaya bien”.
Ahora bien, la decisión va a contramano de las indicaciones del Departamento Médico de la AFA para evitar que el cuerpo reaccione a los efectos de la altura ante la imposibilidad de hacer una aclimatación de más de 10 días. Y tampoco existe recomendación desde la Conmebol o la FIFA por el contexto en plena pandemia, sino que es una elección exclusiva de un cuerpo técnico, que tiene noción de lo que es jugar en esas condiciones.
Tanto Scaloni como sus ayudantes Walter Samuel y Roberto Ayala jugaron con la selección en la altura. Yendo al caso del DT, una sola vez se puso la camiseta albiceleste en las Eliminatorias: completó los 90 minutos como lateral volante en la victoria por 2-1 de la Argentina frente a Bolivia, en La Paz, el 26 de marzo de 2005. Desde aquel partido, se produjo la caída 6-1 con Maradona en 2009, un empate 1-1 con Sabella en 2013 y la derrota 2-0 con Bauza en 2017, mientras que previamente, en 2001, el equipo de Bielsa había igualado 3-3. Ahora, la selección buscará sorprender yendo a contramano de los libros.