Picasso, entre el tiempo y el espacio
La Philharmonie de París tendrá montada hasta el 3 de enero del año que viene, en su espacio destinado a exposiciones, la muestra Les musiques de Picasso. La relación se presenta como una posibilidad lógica ya al tener en cuenta la amistad de Jean Cocteau, que habrá sido el hilo que unió al artista con Stravinski y con Satie, para cuyo ballet Parade, de 1917, diseñó el vestuario y la escenografía. Pero no es cuestión de demorarse aquí en estas anécdotas ni en los retratos que de varios compositores se le deben a Picasso. Más interesante es consignar que la muestra comprende una sección dedicada a “Musique et poésie”, y esto no solo porque la poesía, como la música, existen en el tiempo. Nadie entendió mejor las pretensiones de Picasso que el poeta Guillaume Apollinaire, en su libro los pintores cubistas( que tradujo en la Argentina otro poeta, Raúl Gustavo Aguire). Dice Apollinaire: “Nos encaminamos a un arte enteramente nuevo, que será con respecto a la pintura lo que la música es con respecto a la literatura”. Picasso, como Braque, tenían una meta ilusionista: interiorizar el tiempo en el plano.