La feroz puja política desconcierta a una Madrid en emergencia
El gobierno de Sánchez decretó medidas restrictivas pese al abierto rechazo de las autoridades de la capital española
MADRID.– Con su dicción particular y su estilo sereno, pero con algunos decibeles más, la primera vez que los elevaba desde que se desató la pandemia, el ministro de Sanidad, Salvador Illia, anuncó ayer un nuevo estado de alarma en Madrid.
En la víspera de un feriado que tenía en vilo a los madrileños que deseaban tomarse unos días de vacaciones fuera de la capital y más aún a la oposición, el Partido Popular (PP), que gobierna en la Comunidad Autónoma, el funcionario ofreció ayer una conferencia donde sentó su posición: “La paciencia tiene un límite. No hay más ciego que el que no quiere ver”, pronunció escudado a pocos metros del ministro del Interior, Fernando Grande-marlaska, para reforzar así su contundente mensaje.
La puja entre el gobierno nacional, de Pedro Sánchez (un gobierno de coalición del Partido Socialista junto con Unidas Podemos), y el de la Comunidad Autónoma, presidido por Isabel Díaz Ayuso (PP), suma así un nuevo capítulo que tiene a los ciudadanos como espectadores en un partido de tenis mientras cada rival busca una nueva estrategia para lograr su cometido.
Ayuso defendía medidas menos severas con el argumento de que las restricciones de movilidad, ocupación en comercios y otros minan la economía. El gobierno desplegó más de 7000 agentes de seguridad desde ayer por la tarde, cuando se hizo efectiva la medida, para controlar las salidas y desplazamiento de la capital y los demás municipios donde rige el estado de alarma por 15 días. Las multas pueden elevarse a 600 euros. Los contagios del día anterior ascendían a 12.788 y se registraban casi 250 víctimas mortales de Covid-19 en España.
El Consejo de Ministros extraordinario, reunido ayer al mediodía, declaró el estado de alarma en la Comunidad de Madrid y de ocho municipios durante 15 días, el máximo que permite la Constitución. Además de Madrid, Leganés y Getafe, donde se encuentran los campus de la universidad pública Carlos III, Móstoles, Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Parla y Torrejón de Ardoz también ingresan en estado de alarma. Quienes trabajan en estos municipios cuentan con un salvoconducto, un documento que llevan los empleados, impreso o en el celular, donde la empresa [es la empresa la que los gestiona y no los ciudadanos], con sus datos de contacto y los del ciudadano, certifica que trabajan en determinada institución. Este salvoconducto es prueba suficiente.
Ritmo ajetreado
El ajetreado ritmo del centro de la capital de ayer por tarde no reflejaba la magnitud del anuncio. Sí es sostenido desde hace varias semanas el desconcierto en Madrid y este contexto de dudas se profundiza en las familias con niños en edad escolar.
Pareciera no haber un único protocolo, o hay medidas que rozan el absurdo. Por ejemplo, en algunos colegios, una clase de 20 alumnos es obligada a confinarse en su hogar luego de que un niño dé positivo en el test de Covid-19, a pesar de que los hermanos de estos niños deban seguir asistiendo al colegio, motivo por el cual sería altamente probable que el virus se hubiese también propagado.
El puente del Pilar, en honor a la Virgen del Pilar, como se conocen los tres días en torno al 12 de octubre, es uno de los feriados más populares dado que aún las temperaturas son moderadas. Desde el jueves por la tarde, cuando el gobierno de la Comunidad Autónoma autorizó los desplazamientos fuera de ella y los ingresos, las búsquedas de alojamiento en hoteles y otros centros ascendieron notablemente.
En concreto, en el estado de alarma no se puede ingresar o salir de un municipio confinado salvo por motivos esenciales (ir a una cita médica) o laborales. Las reuniones sociales se reducen a seis personas y la capacidad de los comercios funciona con el 50%. Además, los bares cierran a las 23. Este es el segundo estado de alarma que decreta el gobierno en este año [el primero fue en marzo y se extendió durante casi 100 días].
En la calle Ferraz, donde está la sede del PSOE, anoche algunos ciudadanos acudieron para repudiar la medida impulsada por Sánchez. Vox, el partido de extrema derecha, convocó para el próximo lunes una manifestación que repudie la gestión del gobierno nacional. De este modo, únicamente se advierten sincronicidad y equilibrio en la escalada paralela de las crisis sanitaria y política.