De habitaciones a oficinas. La apuesta de los hoteles
Con el turismo estancado y restricciones para viajar, la industria se reconvirtió para dar respuesta a los teletrabajadores
Mucho ruido, poco espacio y una deficiente conexión a internet son solo algunos de los problemas que deben afrontar muchos teletrabajadores, que desearían más que nada tener un espacio tranquilo y confortable. Con el turismo estancando y restricciones para viajar al por mayor, los hoteles le están dando respuesta a esta incipiente demanda de gente que necesita un espacio para trabajar. Así muchas propiedades están transitando hacia modelos híbridos, que ofrecen un lugar para los que necesitan volver a tener una oficina, entre otras prestaciones.
Estos hoteles, además de ofrecer los habituales servicios de alojamiento, incorporan habitaciones equipadas como una oficina para trabajar. La cama y la mesita de luz se reemplazan por escritorio, sillas ergonómicas, computadora y máquina de café. Además wifi de alta velocidad y room service, para no tener que salir. Un concepto que, si bien existía antes del avance del coronavirus, ahora se extendió y se está convirtiendo en tendencia en los principales hoteles de Buenos Aires y del mundo. La particularidad es que no es una oficina estable, a la que se va todos los días. Los hoteles ofrecen espacios flexibles, que se alquilan por horas o por días, para una reunión virtual importante o para algún trabajo específico.
La cadena Accor, que tiene más de 5000 propiedades en el mundo, está reconvirtiendo muchas habitaciones de sus hoteles en oficinas: el Novotel Buenos Aires, ubicado muy cerca del Obelisco, ya ofrece estos espacios de trabajo. “En estos meses notamos dos grandes generadoras de demanda para las oficinas. Por un lado, pasajeros que viajan con su familia, pero siguen en la modalidad de teletrabajo y necesitan un espacio de privacidad para trabajar (esto en países que mantuvieron la posibilidad de viajar) y por otro, los residentes que tienen la necesidad de un espacio, alejado de sus casas pero que no pueden ir o no tienen oficinas. Además, contamos con un protocolo de seguridad biohigiénica”, cuenta Luis Mirabelli, vicepresidente de desarrollo para países hispánicos de Accor. El Novotel cuenta con un piso transformado en oficinas y contemplan sumar más, de acuerdo con la demanda.
NH también sumó el servicio de oficinas: “La iniciativa NH Room Office está pensada para profesionales independientes y de empresas que necesitan un espacio en el que desarrollar su jornada laboral con todo el equipamiento necesario y la tranquilidad que le ofrecemos. También funciona como base en el centro porteño para una persona que tiene un compromiso puntual en la ciudad. Le puede servir completar sus tareas en nuestras propiedades, con una buena conexión a internet, una silla ergonómica y escritorio, un entorno silencioso, luz natural, baño privado y, por ejemplo, la posibilidad de pedir a la habitación un café, una bebida fría o algo para comer”, cuenta Julieta De Grazia, Directora General Región Cono sur de NH Hotel Group.
La transformación hotelera también incluye tecnología para organizar webinars, otro concepto que se extendió durante la pandemia y que hace referencia a seminarios y presentaciones virtuales. Los hoteles se están equipando con pequeños estudios de televisión, plataformas más sofisticadas para las transmisiones y editores de video para grabar con calidad mientras un orador expone y la audiencia lo sigue desde sus casas.
En el Sheraton Buenos Aires recibieron las inquietudes de varios clientes que necesitaban espacio para presentaciones laborales, que no les alcanzaba un Zoom hogareño y crearon dos sets de televisión, una más grande, donde se puede recibir hasta 20 personas, entre speakers, técnicos y entrevistados y otro más pequeño. “Fue una idea que surgió en Buenos Aires y ya lo replicaron varios hoteles de otros países. Funciona muy bien. Ya hicimos varios y tenemos previstos 12 más antes de fin de año. Además, los participantes reciben una vianda para los coffee breaks. Nosotros nos ocupamos de todo, de producirlos y entregarlos con nuestro personal”, dice Andrés Hasdeu, Director de Ventas y Marketing de Marriott International.
Además, están en plena construcción las Sheraton Premium Offices, un sector de oficinas creado especialmente en un sector abierto de la galería comercial, que esperan inaugurar a mediados del mes próximo. “Son oficinas privadas, pero en un espacio compartido, con espacios para reuniones virtuales y otros servicios cinco estrellas. Las oficinas responden a la tendencia de work anywhere, que se está extendiendo en el mundo. Hay mucha gente que dejó sus oficinas y que necesita, o por unas horas, por día o por mes, un espacio con la tranquilidad que no encuentra en su domicilio”, continúa Hasdeu.
Rápida adaptación
“Tuvimos que adaptarnos a los cambios. Teníamos una capacidad ociosa por las restricciones a los viajes. Mucha gente que no puede volver a sus oficinas o que compartía espacios de trabajo que no seguros y tampoco pueden trabajar cómodos desde sus casas por las clases de los hijos, el perro que ladra y otras cuestiones, así que comenzamos a ofrecer espacios Flexi Time, que se puede alquilar por packs de horas o días y también por mes con precios muy competitivos y con la tranquilidad de que aplicamos nuestro nuevo protocolo de bioseguridad”, explica Gonzalo Pereira, Gerente de Marketing de Álvarez Argüelles Hoteles, que cuenta con 14 propiedades en la Argentina, entre ellos el famoso Costa Galana de Mar del Plata.
E sector de eventos también adaptó los salones y ofrece un estudio de TV donde solo asisten los que hacen la presentación y el equipo técnico. Y además suman un plus: la gastronomía, infaltable en cualquier encuentro. “Desarrollamos unas boxes que se elaboran en nuestros hoteles y se envían por delivery a los asistentes, de acuerdo con el horario, si es de desayuno, almuerzo o merienda, a pedido del organizador, para que todos compartan también la comida”, agrega Pereira. Además, cuentan que ya están listos para los eventos híbridos, que serán, cuando los aprueben, con apenas unos invitados presenciales, sentados con distancia de una mesa a otro y el resto de manera virtual, algo que seguramente va a ser habitual durante el año próximo, hasta que se recupere la actividad.
Además, la pandemia empujó al desarrollo de nuevas tecnologías para los huéspedes, para evitar el contacto interpersonal. La vieja costumbre de hacer el check in en el mostrador de la recepción ya quedó en el pasado. Las nuevas reglas imponen el registro por medio de una App u otras modalidades virtuales. Para ingresar a las habitaciones muchos hoteles también darán la posibilidad de utilizar el celular, en lugar de las tarjetas. Los cambios contemplan también menús que se descargan por QR y conserjes virtuales. Incluso la limpieza de los establecimientos ahora incluye rociadores electrostáticos con desinfectante de grado hospitalario y robots que ofrece un sistema de desinfección de ambiente mediante la emisión de rayos ultravioletas.
“La pandemia obligó a hacer en cuestión de meses una transformación digital que hubiera durado años, pero ya no hay lugar para otra cosa, estos cambios llegaron para quedarse”, reflexiona Pereira. ●