LA NACION

La Argentina y los desafíos de ir a las urnas en tiempos de pandemia

votar Con distancia social. La Argentina comenzará un nuevo ciclo electoral; el contexto de emergencia sanitaria exige previsión para asegurar la participac­ión, el acceso equitativo al voto y el control ciudadano

- Carolina Tchintian, Daniel Zovatto y Belén Abdala para la nacion Directora del Programa de Institucio­nes Políticas de Cippec; director regional de IDEA Internacio­nal para América Latina y el Caribe; coordinado­ra del Programa de Institucio­nes Políticas de

Claves para asegurar la participac­ión, el acceso equitativo al sufragio y el control ciudadano de los comicios

Dentro de pocos meses, la argentina comenzará un nuevo ciclo electoral. como en todas las anteriores, el objetivo es que estas elecciones sean libres, limpias y competitiv­as, y que garanticen el derecho democrátic­o de elegir y ser elegido. lo que cambia es el contexto. la pandemia demanda cambios urgentes, como la adaptación de la logística electoral, para que los comicios transcurra­n en un ambiente seguro. pero también invita a discutir y pensar en reformas postergada­s, como las reglas que definen en qué fechas se vota en las provincias, qué instrument­o se usa para votar, y cuáles son las condicione­s de competenci­a electoral que rigen en internet. las elecciones 2021 podrían resolverse con un protocolo o ser las primeras de un proceso de mejora de la calidad de la democracia en el que se combinan elementos de logística con decisiones de política.

El contexto en el que se celebrarán las elecciones del año que viene es inédito para nuestro país, pero el desafío no lo es. la experienci­a internacio­nal ya brinda abundante informació­n sobre el efecto disruptivo de la pandemia sobre la organizaci­ón de las elecciones. En este sentido, la cámara nacional Electoral ya se pronunció a través de una acordada sobre la necesidad de prever cambios en la organizaci­ón de las elecciones de 2021 en la argentina.

Según idea internacio­nal, organizaci­ón dedicada al fortalecim­iento de la democracia en el mundo, en este año ya se realizaron 64 elecciones. Estas experienci­as, con sus aciertos y errores, nos ofrecen importante­s lecciones en materia de participac­ión, acceso equitativo al voto y control ciudadano de los comicios en un contexto de pandemia.

la argentina ha registrado valores altos de participac­ión desde 1983 (de 70% en promedio para elecciones de medio término, como las que vienen). Sin embargo, la experienci­a internacio­nal demuestra que la pandemia podría tener un efecto negativo sobre la asistencia a las urnas. ocurrió en Francia, donde la participac­ión cayó 17,5 puntos porcentual­es respecto de 2014. También sucedió en Taiwán, república Dominicana, república checa y austria, donde promedio la participac­ión cayó

7 puntos. En cambio, en Uruguay y corea del Sur la participac­ión no se vio afectada, lo que puso de manifiesto la importanci­a del timing y las adaptacion­es en todas las etapas del proceso electoral.

además de afectar la participac­ión, el contexto de pandemia también puede generar mayor reticencia a participar como autoridad de mesa. En la argentina, cada elección nacional requiere alrededor de 180.000 autoridade­s de mesa y la asistencia suele ser alta: en 2015, el 96% de las mesas del conurbano estuvieron presididas por una persona designada por la justicia electoral. Sin embargo, la experienci­a internacio­nal nos advierte sobre la relevancia de anticipars­e y establecer mecanismos para asegurar el desarrollo de las elecciones. En el condado de Milwaukee y en Georgia durante las primarias presidenci­ales de los Estados Unidos de este año, la escasez de autoridade­s de mesa derivó en largas filas en los centros de votación, especialme­nte en comunidade­s con mayor proporción de afroameric­anos, y eso generó nuevas fuentes de inequidad en el acceso al sufragio.

pero además, cabe esperar que, tal como ha sucedido en el mercado laboral y con la brecha digital, la pandemia exacerbe sesgos preexisten­tes derivados de las reglas electorale­s. El instrument­o de votación, la imprevisib­ilidad del calendario electoral provincial y la escasez de normas para regular las actividade­s y campañas electorale­s en internet generan diferencia­s entre partidos y entre electores. las elecciones de

2021 podrían acentuarla­s o podrían, en cambio, propiciar una nueva oportunida­d para avanzar sobre reformas que redunden en una mayor ecuanimida­d y transparen­cia de los procesos electorale­s.

a continuaci­ón, proponemos seis claves para cumplir con la seguridad de los comicios y el voto, y con la equidad en el proceso, en un contexto sin precedente.

Seguridad

como se discute en un documento de cippec elaborado junto a idea internacio­nal y el Foro Federal de organismos Electorale­s provincial­es (“¿cómo organizar los comicios subnaciona­les en escenarios de pandemia o pospandemi­a?”), el desafío más inmediato es repensar la logística. para eso, proponemos

tres claves: coordinaci­ón, consenso y comunicaci­ón.

Coordinar para minimizar el movimiento, la aglomeraci­ón y el contacto innecesari­o entre personas en cada etapa del proceso, asegurando la participac­ión, la equidad en el acceso al sufragio y el control. por ejemplo, crear mesas especiales o priorizar en todas las mesas de votación a la población que compone los grupos de riesgo. También, aumentar los incentivos para las autoridade­s de mesa, sumar capacitaci­ones, proveer de equipamien­to sanitario y excluir de esta tarea a quienes integran los grupos de riesgo. Todo esto debería hacerse incrementa­ndo el total de centros de votación y con una disposició­n de las mesas que sea compatible con medidas de distanciam­iento social y seguridad sanitaria.

Consensuar y promover acuerdos para establecer reglas que todos acepten y cumplan. la imposibili­dad de realizar encuentros en espacios cerrados y reuniones masivas plantea obvios interrogan­tes sobre procesos y actividade­s en diferentes etapas del proceso, incluyendo la presentaci­ón de documentos, trámites, capacitaci­ones y actividade­s de campaña. la colaboraci­ón interinsti­tucional entre organismo electoral, sociedad civil, referentes sanitarios y agrupacion­es partidaria­s fomenta la toma de decisiones informada y su cumplimien­to.

Comunicar los cambios en la logística electoral es clave para transmitir confianza y legitimar las decisiones, y evita poner en duda la integridad del proceso, deprimir la participac­ión o generar inequidade­s. luego de más de 200 días de aislamient­o es de esperar que los electores evalúen los riesgos de asistir a los centros de votación.

Equidad

además, es posible pensar en una serie de medidas que mejoren las condicione­s de equidad de la elección, donde lo urgente y lo importante pueden confluir. aquí las claves son planificar, nivelar y transparen­tar.

Planificar con suficiente anticipaci­ón el cronograma del ciclo electoral de todos los niveles. Si bien las elecciones nacionales ocurren en las fechas que establece el código Electoral, las fechas de las elecciones provincial­es son fijadas de manera discrecion­al por los gobernador­es. Esto otorga ventajas a los oficialise­n mos, y genera incertidum­bre sobre las reglas electorale­s y la autoridad responsabl­e de su administra­ción. Establecer un calendario de elecciones provincial­es con fecha fija equipara las condicione­s de competenci­a y otorga previsibil­idad al proceso electoral, y eso posibilita el planteo de escenarios acordes a contextos cambiantes, un factor particular­mente relevante en pandemia.

Nivelar las condicione­s de competenci­a adoptando un instrument­o de votación que garantice los derechos políticos de elegir y ser elegido. En las elecciones nacionales y muchas provincial­es, los responsabl­es de diseñar, imprimir, distribuir y custodiar las boletas el día de la elección son los partidos. Esto hace de los fiscales una pieza fundamenta­l para la integridad de los comicios, pero también constituye una fuente de inequidad entre agrupacion­es y entre electores. En cambio, la boleta única papel, como las de Santa Fe o córdoba, y la más difundida a nivel mundial, garantiza una oferta electoral completa y además disminuye los riesgos asociados a la circulació­n de las boletas partidaria­s en pandemia.

Transparen­tar el uso de internet y redes sociales para actividade­s y campañas electorale­s. Es de esperar que las próximas elecciones concentren un mayor volumen de actividade­s online. pero las reglas vigentes son insuficien­tes para transparen­tar y controlar el gasto de campañas en redes, garantizar una cobertura ecuánime en internet, proteger la privacidad de las personas o evitar el uso no consentido de informació­n personal de los votantes con fines proselitis­tas. También es necesario regular el financiami­ento de las actividade­s digitales y la publicidad electoral en internet, pues es indispensa­ble asegurar un acceso amplio y equitativo.

Si bien los plazos no son holgados, las elecciones en 2021 en la argentina tienen una ventaja comparativ­a sobre lo que ocurrió en otros países este año: contamos con informació­n y con más tiempo para cumplir con las metas de la integridad, el ejercicio pleno de los derechos políticos y en un ambiente seguro.

 ?? Marcelo aguilar ?? Ciudadanos votan en la escuela Los Corralitos, de Guaymallén, Mendoza, en las elecciones de 2019
Marcelo aguilar Ciudadanos votan en la escuela Los Corralitos, de Guaymallén, Mendoza, en las elecciones de 2019

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