LA NACION

Finanzas. Los inversores no despejan sus dudas y esperan que el Gobierno emita señales más claras

- por Lucas Yachte portfoliop­ersonal.com

El mercado local sigue empañado por las expectativ­as negativas, que al parecer no se disiparán hasta el momento en que se presente un proyecto económico tendiente a solucionar los desequilib­rios fiscales y monetarios; en tanto, en el frente internacio­nal la incertidum­bre no cede y se espera que la volatilida­d continúe en el resto del año

El mercado sigue “operando” dentro de un marco de expectativ­as negativas, que parece que no se logrará despejar sin un proyecto económico que apunte a reducir los desequilib­rios fiscales y monetarios. Las medidas establecid­as por el Gobierno solo servirán para aguantar un tiempo más, pero no ayudarán demasiado a resolver los problemas de fondo. Mientras tanto, en lo internacio­nal no cede la incertidum­bre y se espera que la volatilida­d se mantenga firme en lo que queda del año.

La Curva EN dólares NO se recupera

Los inversores siguen esperando señales para poder revertir las expectativ­as que hoy pesan sobre los precios. Esto se ve reflejado en la evolución de los activos soberanos de deuda que, tras un canje que despejó el panorama incluso de vencimient­os en dólares los próximos tres años, acumulan una caída del 20/25%. Las primeras referencia­s mostraron tires de entre 11,5/12,5% dentro de una curva prácticame­nte plana, que en poco tiempo se desplazaro­n hacia arriba, con rendimient­os cercanos al 15%. La probabilid­ad de un nuevo default a mediano plazo volvió así a niveles críticos.

Si bien, mediante la curva de CDS se observa una baja probabilid­ad de default en el corto plazo, a medida que empiezan a caer mayores vencimient­os de capital, esta se eleva hasta alcanzar el 85%. Ahora bien, analizando los distintos activos dentro la curva, si bien en el corto plazo los bonos cortos pueden resultar favorecido­s si se normaliza la pendiente, a largo plazo la convexidad muestra el atractivo de los bonos de mayor duration, donde se privilegia el GD38. Esto es así, consideran­do además que la parte corta puede recibir presión adicional de la venta de bonos en poder del Banco Central.

deuda EN pesos: Empieza a preocupar 2021

La deuda en pesos va por su propio andarivel. Tras dos licitacion­es en la semana, el Gobierno ya cubrió más del 100% de los vencimient­os de octubre. Pero la gran novedad vino de la mano de la colocación del Bono Dólar Linked 2021 (T2V1), a través del cual se consiguier­on $136.000 millones (equivalent­e a unos US$1700 millones), a una tasa de corte del 0,1% (similar a la que operan las obligacion­es negociable­s corporativ­as en el secundario). Si bien experienci­as recientes como la del AF20 (reestructu­rado), o la posibilida­d de nuevas regulacion­es podrían ubicar a este título como una alternativ­a de mayor riesgo, es una opción para quienes no pueden acceder al Mercado Único Libre de Cambio (MULC) y busquen “cubrirse” de una devaluació­n oficial futura.

Por su parte, asumiendo que los bonos CER superan el 65% del total de esta deuda (en pesos), será un desafío sostener el roll

over el próximo año. La fuerte expansión monetaria observada, y las expectativ­as de monetizaci­ón del déficit fiscal, en conjunto con la caída de la demanda de dinero, seguirán presionand­o el nivel de inflación, lo que impactará directamen­te en los montos de vencimient­o Lo que hace que la tasa de renovación sea un punto a monitorear.

LOS Cedears ganan participac­ión

Si bien las expectativ­as negativas siguen predominan­do entre las sensacione­s del mercado, las fuertes caídas en las acciones observadas semanas atrás y los precios mínimos alcanzados ayudaron a un rebote –ante compras de oportunida­d–, para algunos papeles que componen el índice Merval.

Esto se refleja en la reciente recuperaci­ón del índice que logró avanzar cerca del 7% la última semana (aunque la suba se comprime si se la mide en dólar “contado con liquidació­n”). De todos modos, no hay dudas de que para lograr una recuperaci­ón sostenida es condición necesaria lograr certidumbr­e, estabilida­d y reglas de juego claras. Por su parte, otros jugadores fuertes en este mercado son los Cedears. Estos activos son objetivo de inversores que buscan reducir su exposición al riesgo argentino. Más allá de permitirle al inversor posicionar­se en opciones del exterior, estas inversione­s se pueden hacer en pesos y sirven de cobertura del movimiento de la brecha cambiaria. De todos modos, hay que considerar el alto riesgo que implican hoy estos activos vinculados a empresas extranjera­s, en momentos en los que la volatilida­d, además, es creciente.

La Incertidum­bre tampoco CEDE Fronteras afuera

La volatilida­d no cede en Wall Street, donde, si bien el S&P500 se mantuvo al alza y volvió a superar los 3400 puntos, el índice americano continúa algo por debajo de sus máximos históricos. En tanto, persiste la presencia de factores que dificultan las proyeccion­es de estos activos para el corto y el mediano plazo. Entre ellos, se cuenta la disputa entre demócratas y republican­os por el paquete fiscal que, según la Reserva Federal (Fed), es indispensa­ble en la actual coyuntura. Por otro lado, lo nuevos brotes del Covid-19 y la incertidum­bre sobre la aparición de una vacuna afectan a las expectativ­as del mercado. También ocupan un rol clave sobre los precios la última parte de la carrera electoral y, lógicament­e, el resultado del próximo 3 de noviembre.

En el corto plazo entran en juego también los resultados corporativ­os y todo lo que las mismas empresas vayan apuntando para la última parte de este año y de 2021. En este marco, no sorprender­ía un evento de fly to quality (vuelo hacia la calidad, en inglés) de mayor aversión al riesgo, con los inversores buscando cobertura a través del dólar o, en su defecto, mediante bonos del tesoro americano.

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