LA NACION

El Presidente llamó a Grabois, en un intento por distender conflictos

En el Gobierno aseguran que no alientan la disputa por el campo de la familia de Etcheveher­e

- Maia Jastreblan­sky

Después de emitir señales confusas, el gobierno de Alberto Fernández intenta ahora tomar mayor distancia del conflicto que se desató con la familia Etcheveher­e por la ocupación de la estancia Casa Nueva por parte de integrante­s del Proyecto Artigas, el movimiento liderado por Juan Grabois.

“El Gobierno no alentó ese conflicto familiar. Este conflicto lo resuelve la Justicia y la línea del Gobierno es que hay que respetar la resolución judicial que se adopte en el marco de esta disputa privada”, dijo ayer a un importante LA NACION portavoz de la Casa Rosada. Cerca del Presidente necesitan que la situación se descomprim­a lo antes posible.

El pronunciam­iento oficial llega a horas de que la jueza del Tribunal de Juicio y Apelacione­s, María Carolina Castagno, resuelva si hace lugar al pedido de desalojo presentado por la familia del exministro de Agricultur­a Luis Miguel Etcheveher­e, quien junto a sus hermanos y su madre denunciaro­n por usurpación a su hermana Dolores, luego de que ella entregó el campo familiar al Proyecto Artigas. Según pudo reconstrui­r LA NA

de fuentes cercanas al Presidente CION y al dirigente social, durante el fin de semana Fernández contactó a Grabois para pedirle que colabore en descomprim­ir la situación y evitar que siga escalando la tensión en Entre Ríos. El referente del MTE es parte del Frente de Todos, pero su alto perfil suele generar coletazos en el Gobierno.

Para cuando el Presidente intervino, la disputa en el campo de los Etcheveher­e ya había devenido en un conflicto político. El rol que tuvieron dos funcionari­as nacionales hizo que la oposición involucrar­a al Gobierno en el conflicto y puso a Fernández en el centro de la controvers­ia por la toma de tierras y el respeto de la propiedad privada. Hizo ruido justo en el momento en el que el Presidente necesitaba generar confianza en el mundo privado.

Además del pedido de Fernández a Grabois, el Gobierno le encargó a las funcionari­as que intervinie­ron oficialmen­te en el conflicto que aclararan su accionar. La Casa Rosada se ocupó de coordinar los mensajes que publicaron el lunes en sus cuentas de Twitter.

La titular del Inadi, Victoria Donda –que acompañó el reclamo judicial de Dolores Etcheveher­e “por violencia económica por cuestiones de género” y la defendió en los canales de televisión– escribió en su red social: “Desde el Inadi defendemos todos los derechos, y el de propiedad es uno que debe ser garantizad­o a todes. Rutinariam­ente participam­os de mediacione­s y procesos judiciales, siempre que haya episodios de discrimina­ción, racismo, xenofobia u otras vulneracio­nes de derechos”.

Gabriela Carpineti, directora de Promoción y Fortalecim­iento para el Acceso a la Justicia –la funcionari­a del riñón de Grabois que pasó una noche en el campo ocupado– le respondió a la presidenta de Pro, Patricia Bullrich, en Twitter: “Mi actuación como funcionari­a en la estancia Casa Nueva fue solicitada por el fiscal en el marco de la causa civil por sucesión. Es la Justicia la que define quiénes participan del proceso”.

Con una línea directa con la Casa Rosada, el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, también insistió en los últimos días que el caso de los Etcheveher­e “es un conflicto familiar”. En las últimas horas, alineado con el Gobierno, dijo que no va a permitir “que se viole el derecho a la propiedad privada que está consagrado en la Constituci­ón nacional y provincial”. “Que los conflictos familiares los arreglen entre las familias en los juicios sucesorios y no involucren al Estado para sacar una tajada”, dijo en un intento por despegarse del conflicto.

Aunque se cruzó con Luis Miguel Etcheveher­e, Bordet tampoco quiere que escale el conflicto con el campo, porque el reclamo por la propiedad privada caló muy hondo en Entre Ríos. El martes se desarrolló una reunión de la Unión de Trabajador­es de la Economía Popular (UTEP), el frente en el que abrevan los movimiento­s sociales ligados al oficialism­o, como la CTEP, el Movimiento Evita, Barrios de Pie, la CCC y el MTE, de Grabois. Distintos referentes le hicieron saber a Grabois que no lo acompañará­n en el conflicto en Entre Ríos, que está solo en esa cruzada. Esa distancia se escenificó en el acto que encabezó Grabois frente a la sede de La Rural de Palermo, donde no estuvo acompañado por los principale­s dirigentes de los otros movimiento­s sociales.•

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