De la goleada de Uruguay en Barranquilla al triunfo de Chile ante Perú, con un golazo de Vidal
El seleccionado de Tabárez golpeó en los momentos justos con Cavani, Suárez y Núñez (3-0); el trasandino venció al próximo rival argentino 2-0
La diferencia entre Uruguay y Colombia estuvo ayer en la eficacia. Los charrúas no tuvieron piedad en su visita a Barranquilla cuando se encontraron de cara al arco de David Ospina y la goleada por 3-0 fue el reflejo de ello y de las buenas intervenciones de Martín Campaña cuando fue exigido por los locales. Más tarde, Chile hizo lo propio en esta tercera fecha de las eliminatorias sudamericanas con Perú, el próximo rival de la Argentina, el martes que viene en Lima. De la mano de Arturo Vidal, que hizo los dos goles, y con las tapadas de Claudio Bravo, el seleccionado trasandino festejó un gran 2-0 como local.
Uruguay no falló ya en la primera llegada y se puso en ventaja aprovechando un error en la salida de los locales. Nahitán Nandez presionó ante un mal control, robó la pelota y enseguida habilitó a Cavani, que a los 5 minutos de su vuelta al equipo celeste, tras ausentarse en las dos primeras fechas, resolvió con simpleza para definir lejos del alcance del arquero.
Los colombianos mantuvieron la intención de salir jugando y el oficio de los mediocampistas charrúas les creaba problemas. Además, Uruguay estuvo cerca del segundo ya en una escapada de Nicolás De la Cruz por izquierda: su centro llegó a cortarlo Ospina antes de que Cavani llegue a desviar la pelota. El cambio de ritmo de los locales llegaba sólo cuando el balón se encontraba con James Rodríguez, y eso sucedía poco.
Ospina salvó dos veces más llegando a los 25 minutos. Primero, ante el remate de Rodrigo Bentancur, de excelente partido, y enseguida, alejando el rebote del alcance de Cavani. La respuesta de Colombia llegó cuatro minutos después, con una doble acción de peligro en un puñado de segundos: Bentancur cruzó a tiempo en un centro de Mateus Uribe y sacó la pelota al córner. Tras ello, un cabezazo de Duvan Zapata se fue desviado.
En el comienzo de la segunda etapa, Colombia tuvo la pelota y se mostraba más seguro para avanzar. Campaña se revolcó dos veces en los primeros cuatro minutos. Primero, manoteó justo un centro peligroso de Juan Cuadrado. Enseguida, sacó junto al palo un cabezazo dificilísimo de Zapata. Y lo que se perdió Colombia, lo lamentó doblemente pronto: Fernando Rapallini marcó un penal para Uruguay por una supuesta falta a Bentancur, que se metió en el área por sorpresa y se dejó caer. El VAR avaló al juez argentino. Suárez no perdonó desde los doce pasos para poner el 2-0.
Campaña siguió respondiendo bien. A los 11, despejó con los puños otro remate de Cuadrado, esta vez desde afuera del área, tapado por varios jugadores. Y llegando a los 30, los charrúas estiraron la diferencia, fue el golpe de nocaut. Núñez recibió la pelota, avanzó unos pasos y, aunque no estaba ni cerca del área, no dudó en rematar desde lejos. El balón fue directo al fondo del arco, lejos del alcance del arquero, al que el pique antes de meterse terminó por hacerle más difícil la posibilidad de evitar el 3-0.
Con la clara ventaja y pensando en el duelo con Brasil del martes próximo, el entrenador Oscar Tabárez reemplazó a Suárez y a Cavani. Para peor, sobre el final, Jerry Mina vio la tarjeta roja por una doble amonestación. Ya la recuperación del conjunto charrúa en el certamen estaba sellada y, en cambio, los colombianos sumaron una preocupación inesperada.
Lo de Chile también fue la practicidad, construida en la categoría de Vidal y en los reflejos de Bravo. El mediocampista de Inter de Milán abrió el marcador con un golazo a los 20 minutos, desde afuera del área, con un disparo que hizo una parábola y se incrustó en un ángulo. A ningún arquero se le hubiese ocurrido tirarse. Luego, Arturo llegó por sorpresa por atrás de todos en un centro y tomó el rebote delante de un Pedro Gallese que no tuvo margen de reacción.
El que sí mostró reflejos fue Bravo, cuando en dos oportunidades un jugador peruano quedó mano a mano con él y, achicándole los espacios, les ahogó el grito. En cada ataque de los locales, el 1 de los chilenos estuvo un paso adelante para sostener el primer triunfo de su seleccionado en estas eliminatorias.
Perú buscó con intensidad en la segunda etapa, ante un Chile que se defendió más de lo que se atacó para defender la ventaja. El equipo de Ricardo Gareca intentó de todas las maneras que pudo, con impulso, probando desde afuera, con más desorden que orden y hasta casi llevándose la pelota por delante. No encontró el camino al gol. Chile terminó el juego sumando a Alexis Sánchez, que en la primera que tuvo exigió a Gallese, al que un desvío en un defensor en el camino parecía tomarlo a contrapierna. No había tiempo para mucho más que algunas piernas fuertes.