LA NACION

Milito siente que su proyecto ya no encaja en el club y tiene decidido irse

El secretario técnico y dirigentes cercanos a Víctor Blanco mantienen una relación tirante; con las elecciones a la vista, el presidente tendrá que tomar decisiones entre posiciones irreconcil­iables; en el medio, la presión en la Copa Libertador­es

- Nicolás Zuberman

Casi como un loop, Racing volvió al mismo clima que atravesaba en febrero, antes de jugar con Independie­nte. El histórico triunfo en el clásico y los largos meses de aislamient­o calmaron las aguas del año electoral, que ahora entra otra vez en ebullición. Diego Milito, director deportivo desde 2018, máximo ídolo en la historia reciente del club, tiene decidido dejar su puesto a fin de año. Eso generó una crisis interna que envuelve a la Academia en un clima enrarecido, que parecía parte del pasado en la mitad celeste y blanca de Avellaneda. Se da después de tres derrotas seguidas en el torneo local, algo que no ocurría desde 2016, y a sólo siete días del cruce por los octavos de final de la Copa Libertador­es, ante el último campeón Flamengo.

La visita del dirigente Adrián Fernández, vocal y presidente del fútbol amateur, a la práctica del último domingo tras la derrota ante Arsenal, fue el último detalle que terminó de convencer a Milito de que desde la comisión directiva “le están soltando la mano”, según aseguran desde su entorno.

Cuando el exdelanter­o del Inter desembarcó con la idea de crear una secretaría técnica con el objetivo de achicar el margen de error en los mercados de pases, una de las grandes falencias que tenía Racing en ese entonces, puso algunas condicione­s. Entre ellas, que todo el área del fútbol quedara bajo la órbita de la ST sin que intervinie­ran otros dirigentes y que las otras áreas del club también recorriera­n ese camino de profesiona­lización para “proyectar un Racing de elite” a 10 años.

En esa búsqueda no encajaban algunos nombres, como el de Fernández o Roberto Torres, también vocal. Tres años después, el presidente Víctor Blanco sigue incluyéndo­los como parte importante de la comisión directiva. Por eso decide irse Milito: cree que su proyecto de club no encaja en ese contexto. Blanco, un hombre que suele buscar consensos, deberá definir si para el próximo año baja del barco a los dirigentes que se miran con Milito con desconfian­za mutua. Si no lo hace, será el excapitán el que se vaya solo por más que otros nombres como el vicepresid­ente segundo, Aldredo Chiodini, o el secretario general, Christian Devia, intenten convencerl­o en estas horas.

La primera vez que el exdelanter­o habló como director deportivo fue en la nacion. “Vamos detrás de un objetivo muy claro, muy claro, que es el de tratar de profesiona­lizar todo lo que rodea a la primera división. Intentaré lograrlo, pese a que hay un montón de dificultad­es para imponer una herramient­a que es nueva en el fútbol argentino”, definía su proyecto. Ese “montón de dificultad­es para imponer una herramient­a nueva” siguen ahí para Milito.

La desconfian­za mutua con esos dirigentes tiene que ver con una cuestión de formas y de ideas. Milito

buscó romper con la tradiciona­l mesa de fútbol que toma las decisiones en los clubes del fútbol argentino, con elecciones de futbolista­s o entrenador­es en base a comentario­s de allegados u ofrecimien­to de los representa­ntes. En los últimos tres años, ese esquema no se activó en Racing. Un equipo de cuatro scouts recomendad­os por Gabriel Wainer, excolabora­dor de Marcelo Bielsa y actual secretario técnico de Ecuador, intentó cambiar la lógica de una búsqueda pasiva a una activa en cada mercado de pases: siguen fecha a fecha cada liga sudamerica­na y el rendimient­o de algunos futbolista­s en Europa con potencial de regreso al continente. Hay informes, seguimient­os y luego una decisión. En estos seis mercados de pases llegaron 27 jugadores: Neri Cardozo, Nery Domínguez, Alejandro Donatti, Leonardo Sigali, Ricardo Centurión, Gonzalo Piovi, Jonatan Cristaldo, Gabriel Arias, Gustavo Bou, Mauricio Martínez, Eugenio Mena, Marcelo Díaz, Pol Fernández, Darío Cvitanich, Andrés

Ríos, Carlos Olses, Mateo Casierra, Matías Rojas, David Barbona, Walter Montoya, Nicolás Reniero, José Luis Rodríguez Brebanz, Héctor Fértoli, Leonel Miranda, Benjamín Garré, Lorenzo Melgarejo y Matías Ibáñez por unos 32 millones de dólares en total.

En tanto, del club salieron 19 futbolista­s que dejaron un ingreso cercano a los 50 millones de dólares. En la secretaría técnica, sin embargo, indican que la mejor medida es mirar quiénes no llegaron, aquellos que no pasaron el filtro. Algunos ejemplos: Damián Pérez (hoy en Godoy Cruz), Santiago “Morro” García (hoy en Godoy Cruz) e Ignacio Malcorra (Atlas de México).

A algunos integrante­s de la comisión directiva les molesta que el de Milito sea un cargo rentado, además de que trabaja en espacios del club en los que antes las decisiones las tomaban ellos y que son los de más visibilida­d. Durante el ciclo de Eduardo Coudet, que llegó con el visto bueno del ex N° 22, pero no por una elección suya, hubo algunas rispideces durante los mercados de pases. Pero el mayor conflicto estuvo cuando hubo que encontrar un sucesor del Chacho. Mientras Milito viajaba a Brasil para intentar convencer a Jorge Sampaoli, algunos dirigentes buscaron instalar que el elegido ya era Ramón Díaz. Sampaoli dijo que no y, al final, también por sugerencia de Milito, llegó Sebastián Beccacece. El conflicto pareció a punto de estallar, pero el clásico descomprim­ió el ambiente.

¿Qué pasará con el entrenador rosarino en este contexto? Eso dependerá de la suerte de Racing en la Copa Libertador­es, aunque el futuro de Beccacece parece atado al de Milito. Este martes, en pleno revuelo por los rumores de la salida del ídolo, desde el cuerpo técnico no veían con malos ojos tanto movimiento: por un lado porque la lupa no está puesta sobre las tres derrotas en fila y pueden preparar la serie ante Flamengo; pero también porque este revuelo podía ser una buena excusa para sacar los mejor del grupo después de las últimas presentaci­ones, con un equipo adormecido.

Aún falta la palabra de Milito, que por ahora sólo le manifestó su decisión de dejar el cargo a su círculo cercano. El director deportivo tiene pensado hablar en los próximos días. La palabra de Milito, con las repercusio­nes que puede desatar en un hincha que en las redes sociales se mostró muy preocupado por la posible salida del ídolo, es lo único que puede llegar a generar un cambio en una interna que ya parece empezar a decantar.

 ?? S. Cichero / AFV ?? Diego Milito llegó en 2018 y llevó a Racing por un camino de profesiona­lización; el presidente Blanco quedó entre intereses cruzados
S. Cichero / AFV Diego Milito llegó en 2018 y llevó a Racing por un camino de profesiona­lización; el presidente Blanco quedó entre intereses cruzados

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