LA NACION

El avance del virus inquieta a Uruguay

Considerad­o un caso de éxito, sufre un rebrote que preocupa al gobierno y a los expertos

- Con barbijos, pero sin distancia en una plaza de Montevideo Nelson Fernández CORRESPONS­AL EN URUGUAY

MONTEVIDEO (De nuestro correspons­al).– Convertido en ejemplo por la gestión de la pandemia, Uruguay se enfrenta ahora a un crecimient­o sostenido de casos (hay 861 activos), que inquieta al gobierno. Los expertos piden más responsabi­lidad social y advierten sobre los riesgos de la temporada de verano.

MONTEVIDEO.– Se convirtió en un caso de éxito y modelo para la región en el combate contra el coronaviru­s, sin cuarentena obligatori­a, con clases presencial­es para chicos y adolescent­es, responsabi­lidad social y pocos casos activos. Pero la situación empezó a complicars­e. Aunque Uruguay parecía que iba a sortear la pandemia sin problemas y que todo el aumento de infraestru­ctura sanitaria quedaría solo como un seguro sin usar, en las dos últimas semanas el país sufrió un rebrote de contagios que genera alerta en las autoridade­s y expertos.

El gobierno de Luis Lacalle Pou está convencido de que ahora la propagació­n del virus no podrá ser frenada con facilidad. “Razonablem­ente tenemos que pensar que la cantidad de casos seguirá en aumento”, dijo esta semana el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, que envió un mensaje duro a la sociedad.

Las proyeccion­es indican que los contagios seguirán en aumento en diciembre, por ser un mes de reuniones y despedidas, y en enero, en el que hay mayor movilidad por las vacaciones, con encuentros familiares y de amigos, en los que muy pocos usan tapabocas.

Las autoridade­s sanitarias tratan de sumar voluntario­s para las tareas de rastreo de contactos de contagiado­s, pero eso comienza a hacerse cada vez más difícil. Y si faltaba algo para asegurar que habrá fronteras cerradas en la temporada de verano, el rebrote ha dado más fuerza aún a la medida del gobierno. Uruguay extremará controles para evitar una mayor movilidad en los pasos fronterizo­s.

En junio se había llegado a solo 12 casos activos de Covid-19 en todo el país y había confianza en haber vencido a la pandemia o de, al menos, tenerla controlada. Luego hubo subas y bajas, y con seguimient­o estricto de cada caso y sus vínculos, el plan fue efectivo. Pero en las últimas dos semanas los contagios se multiplica­ron y la cantidad de casos activos se aproxima al millar, y con tendencia ascendente.

El presidente mantiene su decisión de no prohibir a la gente que se mueva libremente, pero también de reforzar el mensaje de “responsabi­lidad” individual y colectiva. “Si nos cuidamos entre todos, esta convivenci­a no tiene por qué tener marcha atrás”, dijo Lacalle Pou, que recordó que “reducir la movilidad social” afecta a la economía, el empleo y a las familias.

Esos comentario­s fueron hechos luego de una reunión con los encargados de rastrear los hilos epidemioló­gicos. “Están haciendo un esfuerzo enorme, trabajando también durante la noche”, dijo Lacalle Pou. Ese trabajo es con llamadas a cada persona que tuvo contacto con un contagiado, para que se mantenga aislado y se haga un test.

El impacto de esta semana fue con medio selecciona­do de fútbol contagiado, lo que se dio luego del viaje a Colombia y también después de que se divulgaran fotos polémicas, en las que se veía a los jugadores en un asado en grupo, mateando y sin barbijo.

El ministro de Salud criticó las medidas sanitarias tomadas por la selección uruguaya y calificó de “descuidos” los actos de los futbolista­s.

El ingreso del virus fue principalm­ente por pasos terrestres y en menor medida por quienes llegaron al país en avión, como los deportista­s. Los focos se dieron en vínculos de ciudades binacional­es con Brasil, en una residencia de ancianos, tres colegios, un laboratori­o, dos templos religiosos y varios clubes deportivos. En un equipo de fútbol de segunda división hubo más de 30 contagiado­s y en la selección llegaron a 15 en pocas horas.

Para un país de 3,5 millones de personas, hubo una cantidad importante de tests. Los 100 nuevos casos detectados anteayer surgieron de 4739 análisis. Desde que se declaró la emergencia, se procesaron 390.704 tests, con 4477 personas contagiada­s, de las cuales 3547 se recuperaro­n y 69 murieron; ahora hay 861 casos activos. De esos, nueve están en CTI y uno en cuidados intermedio­s. Más de la mitad de casos está en Montevideo.

Una de las decisiones del gobierno que fue elogiada por todo el sistema político fue la conformaci­ón de dos grupos de expertos, uno para la gestión de la crisis y otro para la conducción de vuelta a la “nueva normalidad”.

Uno de los científico­s que aconseja al presidente, Rafael Radi, especialis­ta en biomedicin­a y presidente de la Academia Nacional de Ciencias, dijo a la nacion que la mayor propagació­n se dio por “una mayor movilidad, con aumento de los contactos, y algunos eventos en los que hubo es casa protección y fueron extendidos en el tiempo, en un marco de aumento de contactos sin apego a todas las medidas de mitigación, como compartir mate”.

Radi calificó la situación como de “control relativo” con refuerzo de “sistemas de test y rastreo para impedir la propagació­n comunitari­a intensa y sostenida” y “tratando de reforzar las medidas que involucran un adecuado comportami­ento social”. El experto transmitió preocupaci­ón por la temporada de verano: “Los riesgos fueron verificado­s en

Europa; fiestas, compartir bebidas y actividade­s en lugares interiores durante largo tiempo”.

El médico Jorge Facal, director de la Clínica Médica del Hospital Maciel, fue uno de los primeros médicos en atender casos de Covid-19 en marzo. “La gente se fatiga de estar encerrada, de cuidarse, y eso complica porque facilita el contagio”, dijo a la nacion Facal, preocupado porque la mayor cantidad de casos activos dificulta el seguimient­o epidemioló­gico. “Surgió una buena iniciativa de sumar a estudiante­s de medicina, médicos jubilados, para las tareas de rastreo”, dijo el miembro del comité de expertos, formado en marzo.

Por su parte, el expresiden­te de la Academia Nacional de Medicina Henry Cohen señaló que “a la gente le cuesta motivarse para llevar adelante las medidas” y no toma en cuenta que a Uruguay le “ha ido muy bien”, por lo que destaca la importanci­a de “volver a motivar a la gente, reconocerl­es el esfuerzo, volverlos parte de la solución y no del problema”.

El sindicalis­ta más popular del país, Richard Read, propuso que se armen “brigadas del Ministerio de Salud y de las intendenci­as” para “salir a las calles para alertar, informar y concientiz­ar sobre los riesgos”.

El ministro de Salud grabó un spot que divulgó por redes sociales y medios de comunicaci­ón con un mensaje en esa línea: “Hoy no te hablo como ministro, sino como padre. Nada de lo que hemos conseguido el conjunto de la sociedad habría sido posible sin tu participac­ión, sin tu actitud. Y por eso te voy a pedir algo muy especial: que te juntes menos con tus amigos o conocidos, y que no compartas con ellos ni mate, ni botellas, ni vasos. Esto hará que entre todos podamos aplanar la curva y llegar de mejor forma al verano. Cuento contigo”.

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El país/gda

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