LA NACION

“Abigail está asustada”

Diego Jiménez describió las secuelas emocionale­s que el episodio le dejó a Abigail

- Leonel Rodríguez

SANTIAGO DEL ESTERO.– “Abigail la pasó muy mal el lunes en el puesto caminero y desde que se supo el caso está peor, asustada, angustiada, muy mal”. Así describe Diego Jiménez el impacto emocional que tuvo en su hija, que padece un tipo raro de cáncer, el momento en que, por las restriccio­nes a la circulació­n, debió cargarla en brazos para cruzar el límite entre Tucumán y esta provincia.

El jueves esa imagen quedó registrada en un video que se viralizó en las redes sociales y que indignó a gran parte de los argentinos. Jiménez, en diálogo con la nacion, contó que debe darle calmantes a su hija para que pueda dormir: “Al dolor propio de la enfermedad le suma el estrés de toda la situación, porque cada vez que me escucha que hablo del tema se angustia. Jamás imaginé que esto terminaría así, es muy doloroso”, completa.

La casa de los Jiménez en la calle Roca del popular Barrio San Martín, en Termas de Río Hondo, a 70 kilómetros de la capital provincial, no deja de recibir visitas de vecinos que quieren saludar a Abigail, pero Carmen, su madre, y Diego les explican amablement­e que no quieren exponer a la adolescent­e a más tensión y prefieren que descanse. Y agradecen las muestras de afecto y solidarida­d que reciben a cada minuto.

“Estamos muy conmovidos por esto. Sigo pensando que la responsabi­lidad es del policía. Él debió haber tenido sentido común y, al ver a mi hija, dejarnos pasar, además de que jamás lo insultamos ni amenazamos como dice”, indica Jiménez sobre la actitud del oficial subinspect­or Willians Sosa, que estaba en el puesto caminero en la ruta nacional N°9, en el paraje Yutu Yacu, 20 kilómetros de Termas de Río Hondo. Ese día,

Abigail, que padece de sarcoma de Ewing, amaneció con muchos dolores, por lo cual los padres se comunicaro­n con su médico en Tucumán, que al ver las fotos que le enviaron les pidió que viajaran de urgencia,

En un primer momento, Marcelo Barbur, ministro de Gobierno provincial, había señalado que Jiménez, con su hija en brazos, “no caminó 5 kilómetros, sino 70 metros, y se sentaron en un asiento de un quiosco que estaba cerca del puesto”. Y agregó: “Esa familia tendría que haber sacado el salvocondu­cto de salud”, ya que la provincia tiene ese sistema en caso de personas que se trasladan a otros distritos por alguna patología, “y que es lo que les permite poder circular con rapidez para que no los retengan, ellos carecían de esta documentac­ión”.

Ayer, el gobernador Gerardo Zamora (Frente Cívico) pidió disculpas a la familia: “Lo que pasó es lamentable y no debería haber ocurrido. Le transmití al padre mi pedido de disculpas, y quedo abierto por este medio a hacerlo personalme­nte cuando dispongan y a ponerme a disposició­n de Abigail, que es lo más importante”. Y agregó: “Se ha hablado mucho y hasta diría que se ha politizado el tema. Jamás haría política con un tema de salud”.

Las palabras estaban en consonanci­a con las declaracio­nes del jefe de Gabinete nacional, Santiago Cafiero, que cuestionó “el uso político” que algunas personas le estaban dando al caso.

Jiménez, en tanto, reconoció el acompañami­ento de la municipali­dad de Termas de Río Hondo en la enfermedad de su hija desde hace más de tres años. Sin embargo, se mostró dolido con el intendente Jorge Mukdise (Frente Cívico). “Me llamó ayer [por anteayer] y me reclamó que ando hablando en todos lados y me dijo que deje de hacerlo, que es lo mejor para mi hija y para todos”.

En diálogo con la nacion, Mukdise reconoció haber hablado por teléfono anteayer con Jiménez, pero desmintió “categórica­mente” lo expresado por el padre de Abigail y afirmó que estaba “sorprendid­o por las dimensione­s y los ribetes que está tomando la situación”. Y completó: “Asumimos el error y pedimos disculpas por lo que pasó el lunes. Niego categórica­mente haberlo amenazado o haberle dicho que deje de hablar. Es verdad que me comuniqué con él para decirle: ‘¿por qué no nos llamaste si vos tenés línea directa con nosotros?’, pero en un tono muy alejado al de una amenaza”.

Persecució­n policial

Otro grave episodio que involucra el accionar policial sucedió en los primeros minutos de ayer en la ciudad de Añatuya, a 200 kilómetros de la capital provincial, donde una joven de 19 años murió al chocar la moto en la que iba junto a un joven, que está fuera de peligro. Ambos escapaban de la policía.

Las primeras informacio­nes indican que la pareja se trasladaba a gran velocidad y fuera del horario de circulació­n permitido. Un efectivo policial, también en moto, comenzó a perseguirl­os hasta que el joven conductor embistió el vehículo contra un montículo de piedras y tierra. En el acto, murió Carla Bravo. El policía fue detenido preventiva­mente y, según fuentes de lajusticia de la ciudad, fue imputado por “doble homicidio culposo”, porque la mujer estaba embarazada.

Añatuya vive un difícil momento debido a la escalada de contagios de Covid-19. Esto obligó a las autoridade­s a restringir severament­e los horarios de circulació­n a muy pocas horas. para cumplir con esto el gobierno provincial reforzó la presencia policial y envió uniformado­s y móviles.

En una marcha organizada por los comerciant­es de la ciudad para protestar por las restriccio­nes, un grupo de amigos de Bravo reclamaron Justicia. Según fuentes judiciales, en la tarde ayer se confirmó que la moto era robada y tenia pedido de secuestro.

 ?? rubén Zamorano ?? SANTIAGO DEL ESTERO.– “Abigail está asustada”, advierte Diego Jiménez sobre el estado emocional de su hija de 12 años, que padece un tipo raro de cáncer. Ambos se convirtier­on en los últimos días en los protagonis­tas de una imagen que conmovió al país: ella en brazos de su padre, que debió sortear un control policial en el límite entre esta provincia y Tucumán, desde donde regresaban luego de una urgencia médica. “Al dolor propio de la enfermedad le suma el estrés de toda la situación”, señala Jiménez, junto a su esposa, Carmen, en su casa de Termas de Río Hondo.
rubén Zamorano SANTIAGO DEL ESTERO.– “Abigail está asustada”, advierte Diego Jiménez sobre el estado emocional de su hija de 12 años, que padece un tipo raro de cáncer. Ambos se convirtier­on en los últimos días en los protagonis­tas de una imagen que conmovió al país: ella en brazos de su padre, que debió sortear un control policial en el límite entre esta provincia y Tucumán, desde donde regresaban luego de una urgencia médica. “Al dolor propio de la enfermedad le suma el estrés de toda la situación”, señala Jiménez, junto a su esposa, Carmen, en su casa de Termas de Río Hondo.
 ?? Rubén Zamorano ?? Abigail Jiménez, junto a sus padres, Diego y Carmen
Rubén Zamorano Abigail Jiménez, junto a sus padres, Diego y Carmen

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