LA NACION

Jóvenes atrevidos y talentosos: dejaron fuera a las leyendas

Thiem y Medvedev definirán el Masters, luego de sus resonantes triunfos sobre Djokovic y Nadal

- Carlos Delfino

Los tenistas en ascenso son atrevidos, no se intimidan y les faltan el respeto deportivo a las celebridad­es. Dominic Thiem (3º) y Daniil Medvedev (4º) lo demostraro­n ayer en las semifinale­s en el o2 arena de londres ante novak Djokovic (1º) y Rafael nadal (2º), respectiva­mente, y hoy, desde las 15 (hora argentina) definirán el Masters. Sus remontadas los llevaron a la definición.

El austríaco superó en una batalla muy cambiante al serbio por 7-5, 6-7 (10-12) y 7-6 (7-5) y estará en el partido que define el campeón por segundo año seguido, buscando el desquite de la caída ante el griego Stefanos Tsitsipas un año atrás. El ruso se aferró a su gran servicio y a su frialdad en momentos límites para ganarle al español por primera vez y llegar al último capítulo de la temporada tras el éxito por 3-6, 7-6 (7-4) y 6-3.

Thiem, de 27 años y presente por quinta vez en la copa de Maestros, en lo que resulta un récord para un tenista de su país, desperdici­ó cuatro match-points en el segundo parcial y terminó revirtiend­o una desventaja de 0-4 en el tie-break final para meterse en la definición.

Medvedev, de 24, había visto sus sueños casi desmoronar­se en el segundo parcial cuando el mallorquín le quebró y fue a sacar 5-4 para cerrar el juego. no pudo nadal, que perdió los poderes justo cuando más los necesitaba, y no perdonó Daniil cuando en el tercer set volvió a tener su oportunida­d.

En el primer turno, el austríaco apostó a grandes saques y buenas devolucion­es cuando todo parecía perdido y terminó imponiéndo­se en un encuentro que duró dos horas y 54 minutos. a nole, que llevaba una gran ventaja en el parcial definitivo y arrastraba un récord de cuatro títulos en la temporada (australia, Dubai, cincinnati y Roma), con 41 victorias y sólo cuatro derrotas, le aguardaba un inesperado declive.

la otra batalla se le escurrió de la raqueta a nadal, que estuvo muy cerca de volver a la final del torneo, algo que no sucede desde 2013. Medvedev no tenía esos planes y jugó sus armas a la potencia de sus saques y a los cambios de ritmo sorpresivo­s, mayormente desde el fondo de la cancha. El temple de Rafa se encontró a prueba rápido en el segundo set (estuvo abajo 0-3 y 1-4) y hubo un momento clave: el mallorquín ganó cuatro puntos seguidos y lo tenía contra las cuerdas a su rival. Pero no pudo mantener el servicio que lo llevaba al partido decisivo ante Thiem y volvió la furia de los primeros servicios del ruso, más un golpe con suerte que terminó convertido en un globo perfecto, para igualar el juego.

luego, cuando las piernas y el pulso ya no respondían a la perfección, se necesitaba un plus para quebrar y lo tuvo Medvedev, con frialdad y la buena lectura de algunas decisiones repetidas de nadal. Quebró en el séptimo game y la mentalidad y ambición del español chocaron ante una muralla y contra esa red que se quedó con la última pelota, para perder otra vez el saque y sellar el triunfo del ruso. El Masters sigue siendo el torneo que le resulta esquivo a nadal en su extraordin­aria carrera, que incluye 20 títulos de Grand Slam.

En tanto, por las semifinale­s de dobles, el marplatens­e Horacio Zeballos y el español Marcel Granollers perdieron con el neerlandés Wesley Koolhof y el croata nikola Mektic por 6-3 y 6-4 y se despidiero­n con el orgullo de haber llegado hasta esa instancia, pero masculland­o algo de bronca: la pareja se presentó en desventaja física, ya que Granollers arrastraba una lesión en el hombro derecho.

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