Sin reconocer la derrota, Trump dio orden de iniciar la transición con Biden
Tras varias semanas de resistencia, autorizó el inicio del traspaso del poder al presidente electo, que ya nombró a su secretario de Estado y a la jefa de la inteligencia nacional
WASHINGTON.– Después de semanas de tensión, en las que mantuvo en vilo a Estados Unidos y al mundo, el presidente Donald Trump cedió ayer y habilitó el traspaso del poder al mandatario electo Joe Biden.
Ya sin vías para torcer la realidad después de que Michigan certificó los resultados que confirmaron el triunfo de Biden, Trump anunció vía Twitter que “en el mejor interés del país” había dado la orden de iniciar la transición. Sin embargo, mantuvo su postura de no reconocer la derrota y prometió seguir “en la lucha” con su estrategia legal.
El anuncio de Trump se conoció poco después de que Biden avanzó en la definición de su gabinete al difundir los nombres de su equipo de seguridad nacional y política exterior. Además, anunció la creación del cargo de “zar climático” para elevar el perfil de la lucha contra el calentamiento global, uno de los ejes de su futuro gobierno. La expresidenta de la Reserva Federal Janet Yellen sería anunciada al frente del Tesoro.
El presidente electo dio la bienvenida a la liberación de la ayuda gubernamental para su equipo de transición, paso que describió como crucial hacia “una transferencia de poder pacífica”. La jefa de la Administración General de Servicios “ha confirmado al presidente electo Joe Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris como los aparentes ganadores de las elecciones, proporcionando a la administración entrante los recursos y el apoyo necesarios para llevar a cabo una transferencia de poder tranquila y pacífica”, dijo anoche Biden en un comunicado.
Fiel a su estilo, Biden eligió a un grupo de leales funcionarios con una vasta experiencia y trayectoria en Washington para los puestos más importantes de su gabinete, pero además imprimió una pincelada de diversidad con algunas designaciones históricas: por primera vez, un latino, Alejandro Mayorkas, estará al frente del Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés); una mujer, Janet Yellen, presidirá el Tesoro, y otra, Avril Haines, la Dirección Nacional de Inteligencia.
Biden eligió a uno de sus asesores históricos, Antony Blinken, para dirigir el Departamento de Estado, el puesto más codiciado del gabinete, cuarto en la línea de sucesión presidencial. Blinken lleva casi 20 años al lado de Biden y es una figura muy respetada por la comunidad diplomática de Washington, desmembrada durante los cuatro años de gobierno de Donald Trump.
“No tenemos tiempo que perder cuando se trata de nuestra seguridad nacional y nuestra política exterior. Necesito un equipo listo en el primer día en el cargo para ayudarme a recuperar el lugar de liderazgo de Estados Unidos, unir al mundo para hacer frente a los desafíos más importantes que enfrentamos y promover nuestra seguridad, prosperidad y valores”, dijo Biden en un comunicado al anunciar a su equipo.
Mensaje al mundo
El futuro mandatario eligió además a John Kerry, uno de los arquitectos del Acuerdo Climático de París, para ocupar el nuevo cargo de “zar climático”, un puesto que envía una señal contundente sobre el rol preponderante que tendrá uno de los objetivos primordiales del futuro gobierno: enfrentar la amenaza del cambio climático. Yellen, la elegida para el Tesoro (ver página 6), es partidaria de medidas como un impuesto al carbón para torcer la crisis y avanzar hacia una economía limpia. “Estados Unidos pronto tendrá un gobierno que trata la crisis climática como la urgente amenaza a la seguridad nacional que es”, dijo Kerry en un mensaje en Twitter.
Pero hubo tres nombramientos que sobresalieron dentro del flamante equipo de política exterior y seguridad nacional.
Biden eligió a Mayorkas, hijo de refugiados cubanos, para dirigir el Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés), la tercera agencia más grande del gobierno federal. Es una designación que envía un fuerte mensaje en contra de la brutal tenaza que imprimió el gobierno de Trump a los inmigrantes, además de darle un puesto preponderante en la administración entrante a un latino, un pilar de la coalición demócrata.
Biden también eligió a una afroamericana, Linda Thomas-greenfield, para ser futura embajadora de Estados Unidos ante la ONU. Una vez confirmada, será la segunda afroamericana que se sentará en el Consejo de Seguridad en nombre de la primera potencia global. La primera fue Susan Rice, durante el gobierno de Barack Obama.
Y Biden además colocó por primera vez a una mujer al frente de la crucial Dirección Nacional de Inteligencia: Avril Haines, quien ha asesorado al demócrata en varios cargos durante más de 15 años. Entre 2013 y 2015, Haines fue la directora adjunta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés). Es licenciada en Física y abogada, y fue investigadora en la Universidad de Columbia antes de comenzar su carrera en el sector público.
Abogado, Mayorkas nació en La Habana, Cuba, y fue el cubanoamericano de más alto rango en la administración de Obama, cuando fue secretario adjunto de DHS de 2013 a 2016, y director de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (ICE, según sus siglas en inglés), de 2009 a 2013. Mayorkas siguió de cerca la implementación del programa DACA, que brindó un sendero a la ciudadanía a los jóvenes conocidos como dreamers, y también supervisó una política de deportaciones muy criticada por los activistas a favor de la inmigración, que le valió a Obama el mote de “deportador en jefe”.
“Cuando era muy joven, Estados Unidos nos proporcionó a mi familia y a mí un lugar de refugio”, dijo Mayorkas, quien huyó junto con su familia del régimen cubano, en su primer mensaje en Twitter. Luego se dirigió a los migrantes: “Ahora, he sido nominado para ser el Secretario del DHS y supervisar la protección de todos los estadounidenses y aquellos que huyen de la persecución en busca de una vida mejor para ellos y sus seres queridos”.
Los integrantes del gabinete de Biden deberán ser confirmados por el Senado, cuya composición terminará por definirse en una elección de segunda vuelta en Georgia a principios de enero próximo.
Los senadores republicanos más moderados ya han dicho que darán luz verde a los nombramientos de Biden.