Bélgica, nuevo destino de primer nivel para el hockey amateur argentino
En busca de contratos profesionales y rodaje internacional, crece el número de jugadores que aplican a clubes de ese país
Comparado con lo que ocurrió en Italia durante los 90, cuando los clubes del Calcio eran un destino anhelado por los futbolistas argentinos, hoy sucede algo similar, solo que el lugar y el deporte son distintos. Desde hace aproximadamente tres años, más de doscientos jugadores y jugadoras del hockey argentino se mudaron a Bélgica para continuar su carrera profesional. El nivel de juego de los clubes donde firman contrato varía dependiendo de la categoría en la que la institución esté ubicada. Pero, por lo general, es un destino de primera línea en lo que concierne a nivel de juego y profesionalismo. LN/ UTDT pudo dialogar con algunos protagonistas, cuyas respuestas presentan un consenso generalizado: la mayoría van para profesionalizarse. Algunos nombres conocidos que pasaron por la liga de ese país son los de Matías Vila (ex Los Leones) y Tomás Domene, delantero del seleccionado masculino de hockey.
“Terminé jugando en Bélgica porque tenía ganas de vivir la experiencia europea”, cuenta Eugenia Llano (26), delantera del club La Rasante, de Bruselas. En sus inicios, Llano solía desempeñarse como delantera en el Olivos Rugby Club, pero se fue a Bélgica luego de que su primer club, Arlon, la contactó a través de una aplicación. “A Arlon llegué por Scorrd, una especie de Linkedin de jugadoras de hockey en el que subís tu ficha técnica y te fijás a qué clubes aplicar y qué beneficios ofrecen”.
Similar es el caso de Florencia Díaz (22), exjugadora de Club Ferrocarril Mitre. “Me fui a jugar a Europa a los 19 años. Arranqué en Italia, pasé por Francia y ahora estoy en Bélgica. Vine acá porque buscaba más nivel de juego [...] contacté a un coach argentino y terminé cerrando con este club (La Rasante)”. Díaz tiene un contrato semiprofesional: además de jugar, tiene que trabajar como entrenadora.
Tomás Domene (23) juega de delantero en el club Orée, de Bruselas. Es el único argentino radicado allí que tiene contrato profesional y experiencia en la selección argentina y va por su cuarta temporada en suelo europeo. “Como Bélgica es campeón mundial de hockey masculino, muchos jugadores internacionales quieren jugar en clubes de acá; eso sube el nivel de la liga”. El atacante cordobés llegó allí luego de ser tentado por el técnico de su actual equipo, a quien conoció como rival en un partido disputado años atrás, cuando jugaba para Jockey Club Córdoba.
Según estos jugadores, la manera belga de vivir el hockey es muy distinta de la argentina. “En la Argentina se entrena mucho la parte física; acá se le da más importancia a lo deportivo”, detalla Domene.
“Los belgas viven el hockey de otra manera; si bien la liga es profesional, pienso que en la Argentina se entrena con más responsabilidad, ambición y competitividad entre compañeros. Allá [en Buenos Aires] hay más pasión. Se respira distinto”, confiesa Díaz.
Según Domene, hay unos doscientos jugadores argentinos jugando en Bélgica en este momento.
Mientras el país de la cerveza se transforma en el país del hockey, el número de amateurs interesados en profesionalizarse allí crece notoriamente.