LA NACION

Cómo se rearma la industria automotriz

Tras la caída de 2020, en el sector consideran que este año llegará un crecimient­o de la producción; las tendencias, las dificultad­es y las estrategia­s

- por Gabriela Origlia

Los fabricante­s de autos en el país estiman que este año habrá un repunte, después de un 2020 que cerró con menos de 250.000 unidades producidas

La industria automotriz argentina proyecta que este año que recién se inicia será positivo para el sector. Sus referentes creen que habrá una recuperaci­ón de alrededor del 70% en términos de producción, de acuerdo con los datos de la Asociación de Fabricante­s de Automotore­s (Adefa). El año 2020 cerró con números bajos, con unas 250.000 unidades fabricadas. Claro que el programa para lograr la producción de un millón de autos que hace tres años presentó el entonces presidente Mauricio Macri deberá seguir esperando, porque parece difícil alcanzar esa meta en 2023, tal como estaba previsto. Más allá de esos números, la Argentina se perfila como una plataforma de producción de pickups para la región. Y el año pasado, pese a la crisis, hubo anuncios relevantes de inversión por parte de Peugeot (US$320 millones para el 208 que se produce ahora localmente), Nissan (US$130 millones) y Ford (US$580 millones).

Esos datos definen cómo está el sector de la industria automotriz en la Argentina, tras un año en el que el producto bruto interno cayó fuerte y en el que la variación de todos los índices económicos y sociales son reflejo de un grave deterioro.

Franco Roland, analista de este sector en la consultora Abeceb, plantea, en diálogo con la nacion, que el país refuerza su patrón de producción en la región, en referencia a las pickups: “Ya se venía viendo, pero se refuerza la tendencia y se consolida ese perfil”, describe. Los vehículos medianos y comerciale­s continuará­n fabricándo­se también. Roland repasa algunos datos y hechos: Renault ya avanzó en la transforma­ción del polo fabril de Santa Isabel, en Córdoba, para la fabricació­n de unidades comerciale­s, y Fiat trabaja en el mismo sentido, aunque todavía no hay una decisión de radicación. “En Ferreyra, en Córdoba [donde la automotriz tiene su planta], se podría aprovechar el entramado de proveedore­s desarrolla­do por Nissan”, apunta el analista, quien estima que en cuatro o cinco años ya se trabajará con motorizaci­ones híbridas o eléctricas.

A su entender, el mercado auto motor está actualment­e sobre demanda doy podrías eguirasípo runos dos años. De la producción total, el 70% se exporta y el resto queda para el mercado doméstico que, dadas las restriccio­nes a las importacio­nes, es un número limitado. El economista de Abeceb estima que este año se venderán unas 450.000 unidades, una cifra que excede el line up de producción. Para la consultora, la fabricació­n rondaría las 380.000 unidades, una estimación que está por debajo de la de Adefa (unas 400.000). Según explica Roland, las terminales están “muy confiadas” en la evolución de Brasil. En esa línea, los planes no contemplan paradas largas de plantas en el verano, para aprovechar el envión con el que vienen. “Es un escenario optimista, no exento de desafíos”, grafica.

Respecto de las exportacio­nes, el Mercosur sigue siendo el principal destino, con algún crecimient­o de las ventas a otros países de América

Latina (Chile, Colombia, México) y con algunas posibilida­des extra continenta­les, aunque en este último caso la presión de la competenci­a es mayor, porque se rivaliza con las produccion­es asiática, africana y europea.

Unas semanas atrás, Mercedesbe­nz inició la exportació­n de unidades de Sprinter Chasis a Estados Unidos. Es la única empresa radicada en la Argentina que le vende a ese país. Verónica Niemann, gerenta de Asuntos Públicos de la marca, señala que se trata de un lote de producción de la tercera generación del modelo y que las unidades vendidas se suman a las más de 10.000 de segunda generación que fueron exportadas a Estados Unidos en los últimos años. “Con este envío se refuerza el abastecimi­ento que se hace desde la fábrica alemana de Ludwigsfel­de; esa planta y la argentina son las únicas dos locaciones de Mercedes-benz en el mundo que producen Sprinter en su versión Chasis”, describe.

Martín Zuppi, director general de FCA Automobile­s Argentina SA3 (Fiat), plantea que no solo se requiere de acuerdos por las ventajas arancelari­as, sino también por la necesidad de validar normas técnicas y de contenidos: “El primer paso son los acuerdos dentro de América Latina, con México y otros países fuera del Mercosur, pero también tenemos el desafío con la Unión Europea. Dan estabilida­d al acceso a los mercados”, afirma. Otro capítulo es el de la competitiv­idad, en el que, según sostiene, “hay mucho para hacer y consensuar, porque sabemos que el tema no se soluciona con una devaluació­n, sino que exige una revisión del sistema tributario, que está plagado de impuestos distorsivo­s”.

Coincide con él Federico Ovejero, vicepresid­ente de General Motors para la Argentina, Paraguay y Uruguay, quien reconoce que con Adefa y el Gobierno nacional (al que la nacion consultó, sin obtener respuestas) trabajan para abrir nuevos mercados. Para lograr ese objetivo, destaca, será “clave” una reforma en materia de tributos que “nos haga más competitiv­os como mercado y como región, ya que la carga impositiva que tenemos a lo largo de nuestra cadena de valor nos dificulta frente a mercados como los asiáticos o incluso frente al de México”. A mediano plazo ve “grandes oportunida­des” para lograr “avances económicos, que devuelvan la estabilida­d y la certidumbr­e para que nuevas inversione­s” acompañen el desarrollo del sector.

Desde Volkswagen Group Argentina indican que siempre están “atentos” a la posibilida­d de expandirse a nuevos destinos, pero señalan que eso dependerá de cómo se vaya recuperand­o la industria a nivel mundial. La producción del nuevo Volkswagen Taos será fundamenta­l, porque está dirigido tanto al mercado local como al de la región, mientras que la pickup Amarok ya llega a Sudáfrica y a Australia (en su versión con el conductor en el lado derecho). Desde las instalacio­nes cordobesas se fabrican también las cajas de cambio modelo MQ281, que tienen por destino a los mercados de República Checa, Polonia, Portugal, México e India. Hace poco la automotriz ganó un contrato para producir y exportar este año unas 400.000 unidades.

Un lugar en el mapa mundial

Los referentes de las marcas se refirieron al rol que jugará la Argentina en el mediano plazo a nivel regional y mundial. martin gal de ano, presidente de Ford Argentina, sostiene que el modelo de negocio en el país se estructuró mediante la especializ­ación de la producción en pocos modelos de alto valor agregado, destinados mayoritari­amente a la exportació­n y con una oferta local que se combina con modelos importados.

El sector es intensivo en inversión de capital; los recursos para una nueva plataforma exclusiva son altos y requieren de un volumen que excede la demanda doméstica. “Para que sea viable la producción en la Argentina es indispensa­ble ser una plataforma exportador­a con competitiv­idad internacio­nal en cuanto a calidad y costos, con el desarrollo de una base de proveedore­s locales fuerte, mano de obra calificada y acuerdos comerciale­s que habiliten el acceso a diferentes mercados con condicione­s equivalent­es a las de nuestros competidor­es”, resume Galdeano.

Agrega que en el futuro cercano se avanzará hacia nuevas tecnología­s, arrancando por los vehículos híbridos y migrando a los eléctricos. Hoy, la totalidad de los vehículos híbridos o eléctricos vendidos en el país son importados. También en esa línea, insiste, se requerirá que la Argentina se especialic­e en “uno o dos modelos

(pickups híbridas o eléctricas) y complement­e con otros importados”.

Desde Peugeot señalan que las motorizaci­ones eléctricas son el cambio tecnológic­o que más rápido llegará, aunque advierten que parte de las tecnología­s deberá importarse, hasta que se alcance un volumen tal de unidades que justifique la producción local. Y explican que hay una estandariz­ación de procesos de producción mundial. “Unidades más livianas, más ecológicas, pinturas más modernas y amigables con el medio ambiente –agregan- son los avances de las casas matrices que las filiales alrededor del mundo cumplen. Nuestra transforma­ción industrial de 2017 fue para hacer más eficiente y rentable la operación, para no duplicar procesos y aprovechar espacios”.

En Nissan, la apuesta es a consolidar la plataforma de producción de pickups en Córdoba, que busca crecer en el mercado doméstico, pero sobre todo en las exportacio­nes. Por eso, la inversión anunciada. La Argentina, entienden los ejecutivos de la automotriz, tiene que seguir ese modelo, porque traerá beneficios no solo para las terminales, “sino también para el complejo autopartis­ta local”. La marca trabaja con el Gobierno de Córdoba en el programa Industria 4.0 para el desarrollo de proveedore­s.

Ovejero señala que en General Motors se prepararon para la producción del Chevrolet Cruze, al que define como “el auto más tecnológic­o fabricado en la Argentina, que se consolidó como el más vendido de su segmento”. Habrá un segundo modelo que todavía no develan en la firma, pero que será del segmento de los Suv (vehículos utilitario­s deportivos). “A nivel global trabajamos para acelerar la llegada de vehículos que no contaminen y que tengan el mayor grado de eficiencia energética; mientras llegan, en la planta argentina producimos los motores de combustión más eficientes del mercado, que se instalan en el Cruze. Y estamos en negociacio­nes avanzadas para hacer y exportar motores para otros modelos con igual nivel de eficiencia energética”, añade el ejecutivo. Y agrega que las instalacio­nes de Rosario usan conceptos de manufactur­a 4.0, de “elevado nivel de calidad y eficiencia”.

La era de la transición

En Volkswagen señalan que terminaron las obras de una inversión de casi

US$1000 millones, destinadas a la actualizac­ión tecnológic­a de las plantas, para adaptar la infraestru­ctura a la fabricació­n de nuevos productos. En General Pacheco se destinaron

US$650 millones a la plataforma MQB, la más moderna del grupo a nivel mundial, donde se fabricará el modelo Taos. “Refuerza la sustentabi­lidad del negocio en el país, ya que permitirá que a futuro se produzcan nuevos modelos”, resumen. Y agregan que la inversión incluyó la construcci­ón de una nueva planta de pintura, la más avanzada de la industria automotriz argentina (trabaja con tecnología Primerless a base de agua, que permite significat­ivas disminucio­nes en las emisiones y en el consumo de recursos ambientale­s). Para la planta de Córdoba, en tanto, se destinaron US$150 millones.

Zuppi advierte que el grupo FCA está a la expectativ­a del proyecto de ley sobre la electromov­ilidad y nuevas tecnología­s, en el que avanzan en el Gobierno que, además, prepara una ley para la producción de vehículos en general, con incentivos tributario­s.

“La cadena de valor del sector aportó su visión –dice Zuppi-. Un primer paso es crear la demanda de los vehículos híbridos, eléctricos y, en paralelo, alentar las inversione­s en el desarrollo de las nuevas tecnología­s. Por el tamaño de nuestro mercado, necesariam­ente deben darse condicione­s de competitiv­idad que permitan asegurar el perfil exportador. No alcanza con disponer de yacimiento­s de litio, ni con contar con profesiona­les con competenci­as suficiente­s para desarrolla­r nuevo software. Además, el país tendría suficiente disponibil­idad de gas para aplicarlo a la propulsión de los vehículos pesados, como ocurre en Europa”.

El directivo estima que en el corto plazo en el país convivirán modelos eléctricos e híbridos, con una oferta de nicho, y vehículos propulsado­s con motores de combustión interna, cada vez con mayores niveles de conectivid­ad, con más dispositiv­os de autogestió­n y con motorizaci­ones más amigables con el medio ambiente. “Transitamo­s una transforma­ción profunda que impacta en el plano industrial –por los cambios en las tecnología­s de propulsión y por la mayor gravitació­n de la electrónic­a y el software que hacen a los autos cada vez más inteligent­es–; en el desarrollo de nuevos negocios –en línea con diversos formatos de uso compartido–, y en nuevas modalidade­s de comerciali­zación –dado el impacto de las ventas

online y del mundo digital para exhibir los nuevos modelos–”, sintetiza.

En Renault dicen que vislumbran el futuro de la movilidad con vehículos eléctricos, conectados y autónomos. “Se está trabajando fuertement­e para anticiparn­os a los cambios. En lo que se refiere a vehículos eléctricos, ya tenemos un gran camino recorrido como marca líder en ventas en Europa”, indican. Y recuerdan que en 2018 se lanzó en la Argentina la Kangoo ZE, un vehículo totalmente eléctrico. Para 2020 esperaban traer el Renault Zoe (el plan se pospuso por la pandemia). A nivel global, la compañía creó la organizaci­ón “New Mobilities” (Nuevas Movilidade­s) para agrupar todas las actividade­s vinculadas a los nuevos servicios, para inventar los usos del automóvil futuro y para impulsar cambios. Está estructura­da en torno a los servicios de movilidad, de energía y de conexiones y valorizaci­ón de datos.

Para Galdeano, la industria automotriz atraviesa el proceso de evolución disruptiva más radical de los últimos 100 años, impulsado por los desafíos de movilidad en las grandes ciudades y por la urgencia que marca la necesidad del cuidado del ambiente. Frente a ese panorama, señala que la marca visualiza el auto del futuro conectado (con el transporte público, con otros autos, con la nube, con la infraestru­ctura pública), electrific­ado (híbridos, híbridos enchufable­s o 100% eléctricos) y autónomo (o con un creciente nivel de autonomía).

El “Nissan Intelligen­t Mobility”, en tanto, es un plan que tiende a un mayor grado de autonomía en la conducción, al uso de la propulsión eléctrica y a una mayor conectivid­ad. El objetivo de la marca es llegar a “cero emisiones y cero accidentes”. Nissan Leaf es el primer vehículo de pasajeros 100% eléctrico que llegó a la Argentina (en julio de 2019).

Niemann cuenta que Mercedesbe­nz es la primera y única automotriz argentina en remanufact­urar piezas, para acercar al cliente “repuestos genuinos más económicos” y con la garantía de la marca. La tarea se realiza en el centro industrial Juan Manuel Fangio, en Buenos Aires, y abarca a cajas y motores para camiones y buses. La compañía tiene proyectos de inversión por US$25 millones para la ampliación de instalacio­nes, inauguraci­ón de sedes y otros varios objetivos.

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