LA NACION

Ni jugando apenas un tercio del año ni quitando los descensos: los técnicos siguen bajo amenaza

Sólo diez de los 24 equipos de primera división arrancaron y finalizaro­n el 2020 con el mismo entrenador; el paréntesis por la pandemia no influyó en el contexto

- Cristian Grosso

Fueron 228 días sin futbol, más de siete meses entre marzo y octubre de 2020. Se jugó poco en definitiva, muy pocos. Menos que en la mayoría de las ligas del mundo. Sin embargo, ni el paréntesis por la pandemia de coronaviru­s puso a resguardo a los directores técnicos. Claro que esta vez no hubo cifras récords de descabezam­ientos, pero si además se tiene en cuenta que desde la AFA se desactivar­on los descensos, ni siquiera la baja de tensión les concedió un habeas corpus a los entrenador­es. Otra vez vivieron en la cornisa, otra vez rodaron por el barranco. El fútbol argentino es insoportab­le. La agitación es constante. Entre estables, interinos y contratado­s en las últimas semanas, 49 técnicos recorriero­n la primera división... y apenas diez resistiero­n de punta a punta del almanaque.

De los 24 equipos que durante 2020 pasaron por la máxima categoría, 14 cambiaron de conducción. Porque si bien Sebastián Beccacece y Ricardo Zielinski cerraron el año en Racing y Atlético Tucumán, respectiva­mente..., en realidad ya no estaban. Habían anunciado que liberaban el banco para que se sentase el próximo. Más de la mitad de clubes desplazaro­n a sus cuerpos técnicos en el año del Covid-19, en el año que no hubo más de cuatro meses netos de competenci­a. De alguna manera se trató de otra plusmarca de inestabili­dad.

¿Los sobrevivie­ntes? Diez apellidos, con Marcelo Gallardo al frente, una rara avis, desde mediados de 2014 al frente de River. Luego, Miguel Ángel Russo (Boca), Luis Zubeldía (Lanús), Diego Dabove (Argentinos), Sergio Rondina (Arsenal), Frank Kudelka (Newell’s), Alexander Medina (Talleres), Guillermo Hoyos (Aldosivi), Lucas

Pusineri (Independie­nte) e Israel Damonte en Huracán, un caso singular, porque el Globo abrió 2020 sin DT y el ex volante quemero fue contratado en las primeras semanas de enero. Y Pusineri tambaleó hasta hace algunas horas...

En el año que acabó, en la Argentina dirigieron Diego Cocca, Gabriel Milito, Diego Monarriz, Diego Osella, Leonardo Madelón, Gustavo ‘Sapito’ Coleoni, Julio César Falcioni, Mario Sciaqua... La memoria puede ser traicioner­a, ¿verdad? También dirigió Diego Maradona, sí. Por la pasantía de los interinato­s desfilaron Pablo De Muner, Guillermo Morigi, Pablo Quatrocchi, el tridente Hugo Tocalli-romagnoli-’beto’ Acosta, Marcelo Mosset, Alexis Ferrero y Sebastián Scolari, Daniel Oldrá y Mariano Messera junto con Leandro Martini... Todos socorrista­s. Apellidos de la casa llamados de urgencia. Rescatados de sus trabajos en las inferiores para emparchar una crisis que no provocaron. La mayoría, vuelve al sitio del que seimpacien­cia: guramente no hubiese querido salir. A otros, hasta los arrastra la injusta inercia y se quedan si nada: el club los usa y los despide. Para confirmar que el interino es un hombre frágil, siempre expuesto como una hoja seca en un ventoso otoño. Para muestra, Monarriz, que a principios del año pasado tenía todo el respaldo de Marcelo Tinelli.

La temporada puede leerse con el parate por el coronaviru­s como bisagra. Pero siempre con un denominado­r común: el tembladera­l nunca se calmó. Antes de la interrupci­ón del torneo argentino, ya siete clubes habían renovado sus cuerpos técnicos. Ni 100 días llevaba 2020. Durante la cuarentena, Central Córdoba, Banfield, Godoy Cruz, Rosario Central, Unión y Vélez introdujer­on modificaci­ones. Y en las últimas semanas, apenas con un puñado de partidos les alcanzó a Central Córdoba, Patronato, Estudiante­s y Godoy Cruz para desplazar a sus entrenador­es. Santiagueñ­os y mendocinos, reyes de la Alfredo Berti dirigió apenas seis partidos y Diego Martínez llegó hasta nueve. ¿Qué sucedió el anteúltimo día del año? Central Córdoba fue a buscar a Coleoni.

La situación de Gimnasia es diferente a todo lo conocido. Y mientras Racing está en su proceso de scouting, Zielinski enfila hacia La Plata y Atlético Tucumán ya encontró en Omar De Felippe a su reemplazan­te. Vaya desafío le propondrá Estudiante­s al ‘Ruso’, un hombre que se las ingenia para sostenerse bajo el mismo escudo: de 2011 a 2016 en Belgrano, y durante los últimos tres años y medio en el Decano. El ‘Pincha’, bajo la administra­ción de Sebastián Verón, se ha caracteriz­ado por triturar uno tras otro a sus dirigidos. Será un choque de fuerzas. De paciencia, en realidad.

Este lodo tiene muchos culpables, claro. Ese mensaje de urgencias muchas veces está alentado por los medios. Después, una clase dirigente demagoga e inconsiste­nte que no se avergüenza de sus contradicc­iones.

Y algunos entrenador­es, también, que han desarrolla­do la habilidad de reinventar­se, serviles al circo, o dispuestos a abandonar un contrato porque los nubla una cifra mejor. Eduardo Coudet lo hizo en 2019 (de Racing a Inter), y volvió sobre sus huellas de Inter a Celta, de Brasil a España. Si algunos deshonran su profesión, otros la distinguen: los que se marchan, como Soso de Defensa y Justicia o Heinze de Vélez, cuando el bombardeo interno pone en juego la dignidad.

El récord del siglo XXI de ‘descartes’ se produjo hace tres años, cuando 2017 se devoró a 84 entrenador­es. Claro que entonces habían pasado por Primera 32 equipos. En

2019, con 28 clubes en la A, fueron 77. Por eso los 49 directores técnicos de

2020, sin los tormentoso­s promedios que siembran un campo minado, y con apenas el 31% del año ocupado por partidos (del 24 de enero al 16 de marzo, y del 30 de octubre al 29 de diciembre), es otra muestra de un reino de urgencias y miserias. Una ciénaga, a veces pestilente.

 ??  ?? Soso, en el ciclón
Soso, en el ciclón
 ??  ?? Zubeldía sigue en lanús
Zubeldía sigue en lanús
 ??  ?? Zielinski deja atlético
Zielinski deja atlético

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