Épica medieval a lo Game of Thrones
(españa/2020). creadores: José Velasco, Luis Arranz y Adolfo Velasco. elenco: Jaime Lorente, Carlos Bardem, Juan Echanove, José Luis Garcíapérez, Elia Galera, Alicia Sanz. disponible en: Amazon Prime Video.
La historia de Rodrigo Díaz o el Cid Campeador, un guerrero en el reino de León durante el siglo XI ya tuvo su película protagonizada por Charlton Heston y Sophia Loren en el papel de su esposa Jimena; unos dibujos animados dedicados a su figura y diferentes apariciones literarias desde El cantar del mío Cid, el relato medieval que celebraba sus triunfos militares contra los moros y sus conflictos con el rey Fernando I.
En esta nueva encarnación el personaje aparece en el centro de una ficción que toma mucho de la historia de los reinos de Castilla, León y Aragón y bastante del estilo narrativo y apuntes de ambientación y producción de series como Vikings y Game of Thrones.
Con la ventaja de contar con personajes y sucesos históricos que le aportan espesor al relato y la desventaja de no poder utilizar a la magia y la fantasía como recursos de guion, El Cid comienza con un despliegue de producción notable. Los escenarios naturales de Castilla, la banda de sonido (compuesta por Gustavo Santaolalla), las secuencias de batalla y las poblaciones en las que se desarrolla la trama están a la altura de las superproducciones televisivas a las que el seguidor de este género está acostumbrado. Un punto a favor de la serie creada por José Velasco, Luis Arranz y Adolfo Velasco, que de todos modos no compensa sus flaquezas de guion y un desacierto de casting fundamental.
Con la idea de completar los costados desconocidos o embellecidos por su leyenda, el Cid comienza como niño huérfano y luego como un paje criado en la corte del rey Fernando I (José Luis Garcíapérez) a quien él –y su noble abuelo– responsabilizan por la muerte de su padre. Hábil para la lucha y lo suficientemente perspicaz como para sospechar de las intenciones del conde de León (Carlos Bardem) y el obispo (Juan Echanove), Rodrigo –o Ruy– resulta uno de los personajes menos interesantes de toda la trama. En parte porque el guion le reserva los diálogos más acartonados, pero sobre todo porque Jaime Lorente, el actor de La casa de papel y Elite, no logra transmitir los conflictos internos de su papel ni se afirma en el estilo de interpretación que este tipo de historia necesita.
Cuando el relato se vuelve coral y, especialmente, cuando se ocupa de las intrigas palaciegas todo resulta más emocionante, aunque allí también los giros de la historia por momentos parezcan calcados de la saga de George R.R. Martin. La reina Sancha (Elia Galera) y la princesa Urraca (Alicia Sanz) conspiran en las sombras y cuando tienen tiempo articulan un discurso protofeminista bien intencionado pero forzado, incluso en el medio de todas las licencias históricas y poéticas que se toma la serie.