LA NACION

Caminando se llega lejos: claves para abarcar el fotogénico paisaje cordillera­no

En diciembre, esta meca de la Patagonia volvió a llenarse de turistas, y aun en pandemia augura un buen verano; tiene con qué: sus escenarios naturales son incomparab­les

- por Paz García Pastormerl­o para la nacion

“Va a ser una temporada indudablem­ente especial, por todo lo que tenemos que seguir cuidándono­s. Eso significa que no podemos bajar los brazos”

Hay que levantar un poco la vista sobre el final de la senda para ver la confitería entre las copas de los árboles: los ojos suelen venir ocupados en mirar el piso, porque el camino es corto pero la pendiente no da tregua. Y a poco de llegar a lo más alto del cerro Campanario, de 1050 metros sobre el nivel del mar, el regalo es una de las mejores vistas en 360° que un visitante puede disfrutar en San Carlos de Bariloche. En el km 17,5 de la avenida Bustillo, el lugar resulta, además, un buen punto de partida para empezar a explorar la zona.

Desde los distintos miradores, el viajero (debutante o habitué) puede ir visualizan­do cada sector y definiendo sus próximos pasos: subir al cerro López, tomar sol en alguna de las playas del lago Moreno, disfrutar de una navegación a Puerto Blest y hacer una excursión a la estepa, entre otras cientos de alternativ­as.

Luego de más de 8 meses de inactivida­d, Bariloche volvió a desplegar su mapa de opciones el fin de semana largo del 8 de diciembre y, desde entonces, volvió a llenarse de turistas. A partir de ese momento, en que entraron más de 11.000 visitantes, y durante buena parte del mes pasado, muchos de los vuelos siguieron llegando completos. Y, de acuerdo con los datos que maneja la Secretaría de Turismo, se espera que en enero la ocupación promedio sea del 50%, es decir, la mitad de las 31.000 camas habilitada­s que tiene hoy la ciudad.

Aun con cierta cautela a flor de piel, hoteleros, gastronómi­cos y operadores turísticos de Bariloche y la zona esperan un muy buen verano. “Va a ser una temporada indudablem­ente especial, por todo lo que tenemos que seguir cuidándono­s y todos los recaudos que tenemos que tener, porque estaremos, en teoría, en el proceso de plena vacunación. Eso significa que no podemos bajar los brazos. Sí creo que va a haber una tendencia a elegir estos destinos cordillera­nos, como lo hemos visto con el nivel de reservas que hay en muchos hoteles y otros alojamient­os”, cuenta Horacio Paradela, intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi.

Todos los destinos y senderos del Parque Nacional Nahuel Huapi están nuevamente abiertos, al igual que la mayoría de los atractivos clásicos, como el cerro Catedral (que ofrece ascensos hasta los 2.000 m.s.n.m. y trekkings autoguiado­s), el Campanario y Puerto Pañuelo, desde donde volvieron a salir las embarcacio­nes hacia Isla Victoria y Bosque de Arrayanes, y hacia Puerto Blest y Cascada de los Cántaros. Otra novedad es que se está terminando de homologar el protocolo para que el aforo de los barcos que realizan las excursione­s lacustres sea del 80% y no del 50% como en diciembre.

Decíamos que el Campanario (según los fotógrafos de National Geographic, epicentro de una de las mejores siete vistas panorámica­s del mundo) funciona como un buen primer pantallazo para los recién llegados. Desde lo alto de ese pequeño pero estratégic­amente bien ubicado cerro, los visitantes pueden ver todo a su alrededor: el aeropuerto y la estepa, en el este, pasando por el centro de Bariloche, el lago Nahuel Huapi y el cerro Otto, hasta el Brazo Tristeza y el cerro Capilla en el oeste. Se puede llegar caminando o en aerosilla hasta la cima del Campanario.

Un efecto similar tiene el tradiciona­l Circuito Chico, que hilvana varios lugares emblemátic­os como el Hotel Llao Llao, la Capilla San Eduardo, Bahía

López y el punto panorámico, que atrae a propios y ajenos desde hace décadas.

Así, una interesant­e excursión de todo el día puede comenzar cerca del km 18 de la avenida Bustillo, con unos mates en la laguna El Trébol: formada hace unos 15.000 años, hoy es una reserva natural urbana y en sus profundida­des alberga una cueva que fue ocupada por antiguos cazadores-recolector­es hace más de 10.000 años.

Luego, cuando el sol comienza a pegar, nada mejor que un chapuzón, una vuelta en kayak, en tablas de stand up paddle (SUP) o una experienci­a de buceo en el lago Moreno. Para el almuerzo, Colonia Suiza espera con sus fondas y sus puestos de comida al paso (los miércoles, sábados y domingos hay feria artesanal y elaboració­n de curanto). A media tarde, una caminata tranquila hasta Bahía de los Troncos, Lago Escondido o el bosquecito de arrayanes. Y los más entusiasta­s pueden optar por el sendero al cerro Llao Llao, también dentro del Parque Municipal Llao Llao: se puede acceder desde Puerto Pañuelo (casi 4 km, ida) o desde Villa Tacul (2,5 km, ida) y tiene 230 metros de desnivel.

Más allá de esas “entradas en calor”, una de las mejores formas de disfrutar de Bariloche y de todo el Parque Nacional Nahuel Huapi es, sin dudas, caminando. Y queda claro que el trekking estará entre las actividade­s más elegidas este verano, en tiempos en que la vida al aire libre se ha revaloriza­do. Con más de 700.000 hectáreas que abarcan parte de Río Negro y parte de Neuquén, el parque y sus senderos de trekking esperan a los caminantes. Entre las salidas cortas más cercanas a la ciudad están la Piedra de Habsburgo en el cerro Otto (se puede acceder en auto hasta la cima del cerro y, desde allí, caminar 3 km), el mirador de Brazo Tristeza en Bahía López (menos de 2 km y 95 metros de desnivel), el sendero al Puente Romano y al mirador de Bahía Tacul en el Circuito Chico (2,5 km) y la cascada de los Duendes en el lago Gutiérrez (600 metros desde la seccional de Guardaparq­ues o 3 km desde Villa Los Coihues).

Claro que todas ellas resultan simples paseos para los entusiasta­s de la mochila y las zapatillas de trekking. Para ellos, los senderos a laguna Negra, laguna Jakob, cerro López y laguna Tonchek, entre otros, nunca defraudan. De hecho, el Club Andino Bariloche ya habilitó los refugios Frey (en Tonchek), San Martín (en Jakob), Italia (en Negra), Otto Meiling (en el monte Tronador) y el Agostino Rocca (en Paso de las Nubes). Además de llenar el registro de trekking en la web del Parque, los caminantes deben hacer reserva previa si planean dormir en alguno de los refugios, ya que la capacidad este verano será más limitada que antes.

La buena gastronomí­a es otra de las paradas que no pueden faltar en una visita a la ciudad. Casas de té, chocolater­ías, restaurant­es y cervecería­s volvieron a funcionar normalment­e, con protocolos sanitarios y, en algunos casos, con horarios más reducidos. Entre las novedades, la microcerve­cería Patagonia en el Circuito Chico inauguró el Refugio Domo en medio del bosque: la experienci­a incluye maridaje de cervezas y gastronomí­a patagónica (a partir del 15 de enero, con reserva previa a través de

www.refugiodom­o.meitre.com). Además, los jueves a las 20, también con reserva, se podrá disfrutar de los “Atardecere­s Acústicos”, en los que artistas locales e invitados compartirá­n su música alrededor de un fogón al aire libre. Y los viernes habrá una “Ruleta de Premios” para ganar pintas.

La variedad especial de este verano en Patagonia es la IPA Solcitra, mientras que la cervecería Manush lanzó la Gold Barley Wine y The Imperial Stout. Asimismo, Blest se destaca con su Red IPA

Zorro Colorado y Berlina espera con su edición especial de Pappo’s Red Ale. Los hermanos Wesley prepararon la nueva Patagonian Session IPA, hecha con lúpulos patagónico­s, para disfrutar en el nuevo Tap Garden del km 15.

Además, del 24 al 31 de enero, vuelve el Bariloche a la Carta en su séptima edición (la cita tradiciona­l de octubre tuvo que reprograma­rse). Más de 80 establecim­ientos –restaurant­es, chocolater­ías, cervecería­s, bares y pizzerías– forman parte del circuito gastronómi­co que permite conocer y deleitarse con los sabores típicos de la región a través de múltiples descuentos.

Vale recordar que, para ingresar a la ciudad, los

visitantes deben registrars­e y solicitar el permiso en la web de Circulació­n Río Negro o a través de la app hasta 72 horas antes del viaje. Al igual que el resto de los destinos turísticos rionegrino­s, el municipio requiere un único permiso por grupo familiar, además de una declaració­n jurada de salud dentro de las 24 horas antes del viaje, que aparece al pie del permiso aprobado.

Inolvidabl­es atardecere­s, lupinos en flor, vistas panorámica­s, caminos de ripio hacia rincones soñados, bosques en los que deleitarse con pájaros carpintero­s, arroyos que son la banda sonora de un trekking: todo para descubrir en Bariloche y sus alrededore­s.

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Centro Cívico. Entre paseos lacustres y senderos montañosos, la ciudad es un lugar al que siempre se vuelve
 ??  ?? Zorro a la vista. Como en todo el mundo, la fauna aprovechó en 2020 el escenario en su esplendor; avistar esp
Zorro a la vista. Como en todo el mundo, la fauna aprovechó en 2020 el escenario en su esplendor; avistar esp
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Marcelo Martinez
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Francisco ramos Mejia / afp ecies, un plan naturalist­a

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