La Justicia porteña ordenó frenar la poda y tala de los árboles
Reclama un sistema transparente de gestión sobre más de 40.000 ejemplares; la Ciudad apelará la medida
La Justicia de la ciudad ordenó al gobierno porteño suspender la tala, poda y extracción de árboles hasta que se implementen medidas para conservarlos y se informe con transparencia a los vecinos sobre las gestiones del arbolado público. Según la asociación civil Basta de Mutilar Nuestros Árboles, con este fallo se salvaron de la poda aproximadamente unos 35.000 ejemplares de plazas y calles, a la vez que otros 7000 no serán extraídos. La Ciudad apelará la decisión judicial.
El titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo N° 13, Guillermo Scheibler, resolvió el miércoles pasado hacer lugar parcialmente a un nuevo amparo presentado por la abogada Claudia Heras. La profesional inició las acciones judiciales en 2017. En el transcurso de estos años fue agregando al expediente datos, fotos y documentos propios y de la asociación civil relativos a lo que consideran “la destrucción de los árboles del patrimonio público”. Al mismo tiempo, el gobierno porteño apelaba cada instancia judicial que se presentaba.
Sin embargo, esta semana se dictó la sentencia de fondo en primera instancia con una resolución de casi 60 páginas en la que el juez ordena medidas y se detallan casos puntuales de lo sucedido con los ejemplares en cada comuna.
El fallo fue emitido pocos días después de la nota publicada en la nacion que daba cuenta de que las asociaciones Casco Histórico Protege y Basta de Mutilar Nuestros Árboles denunciaron que siete de cada 10 álamos y robles plantados en los canteros centrales del Paseo del Bajo no van a sobrevivir por falfiel ta de riego. “Ahora deberá haber un cuidado integral de las especies, incluyendo el riego”, dijo la abogada. Citó como ejemplo los casos de ejemplares secos en el corredor de Donado y en la avenida Ricardo Balbín, en Saavedra. “Hay que plantar árboles para que vivan, no para cobrar cada vez que se hace una poda o una extracción”, indicó Heras.
Para el juez, “un árbol no es un integrante más del mobiliario urbano, fácilmente reemplazable, fungible en sus funcionalidades, como una farola, un banco de plaza o una parada de colectivos”. Y continuó que la cantidad de años que tarda un ejemplar en crecer no es un tema menor. “Alcanzar su porte majestuoso le irroga décadas de crecimiento y cuidados, por lo que todo lo que hace a la gestión de este patrimonio no puede ni debe efectuarse a escondidas de la comunidad, a la ligera y sin los recaudos que la ley y el Plan Maestro elaborado por el propio GCBA imponen”, completó.
Arbolado urbano
Voceros del gobierno porteño señalaron, sin dar mayores detalles: “Estamos trabajando junto con la Justicia para demostrar que trabajamos correctamente en el mantenimiento del arbolado. Vamos a apelar esta decisión para poder continuar con los trabajos de mantenimiento. Hace muy poco recibimos un reconocimiento internacional por nuestra gestión de arbolado urbano”.
La ciudad obtuvo el premio Tree Cities of the World 2020, patrocinado por Arbor Day Foundation y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Se trata de un programa para las ciudades que se comprometen con el cuidado y desarrollo de su arbolado urbano, a partir de un trabajo profesional y con estándares específicos de gestión.
En ese sentido uno de los puntos centrales del fallo es la orden de implementar “un sistema informático de acceso libre, gratuito y público” relativo a la gestión en los espacios verdes para seguir la trazabilidad de cada ejemplar para que “cualquier vecino pueda controlar y verificar su correcta conservación”. También determinó que las tareas de mantenimiento las realice personal idóneo y que se dé por finalizado el Plan Maestro de Arbolado Público presentado por el gobierno en 2010, que, en términos generales, es un proyecto destinado aumentar la cantidad de verde en la ciudad.
Según María Angélica de Giacomo, de Basta de Mutilar Nuestros Árboles, por la pandemia, entre marzo y enero pasado, no se podó, pero sí hubo algunas extracciones de ejemplares bajo el argumento de que se debían efectuar por seguridad. “Ahora se iban extraer 7000 y a podar aproximadamente unos 35.000, tareas que se deberían haber efectuado el año pasado de acuerdo a los pliegos licitatorios. En cuanto al monto de dinero destinado al arbolado, De Giacomo dijo que el presupuesto es de $2500 millones para 2020 y 2021. “Es mucho debido a que solo está enfocado en poda y extracción, no en la preservación ni en el cuidado”, opinó.
Para la especialista algunos de los mayores problemas son la falta de riego, la ausencia de tutores para que las especies crezcan derechas y las podas ilegales. También, y según la ley, se debe poner un cartel con 10 días de anticipación para anunciar la poda, algo que, según la experta, no siempre sucede. “Los fundamentos son todos los temas por los que luchamos estos años y nos parece apropiada su manera de establecer metodología y requisitos para cumplir con la ley de arbolado urbano”, concluyó.