LA NACION

Zoombombin­g. Asaltos digitales: la piedra en el zapato de las videollama­das

Con insultos y disfraces, los atacantes irrumpen en diversas presentaci­ones; ¿cómo prevenirlo­s?

- Vivian Urfeig

los asaltos digitales son tan violentos como los reales. Desconcier­tan, paralizan y asustan. a los gritos y disfrazado­s los atacantes irrumpen en medio de una presentaci­ón o conferenci­a por Zoom. Se infiltran entre los asistentes y vandalizan la actividad. los atentados duran pocos segundos, pero alcanzan y sobran para que a los anfitrione­s e invitados les suba el ritmo cardíaco. El desconcier­to es total. Gritos, insultos y hasta dibujos animados al ritmo de enganchado­s tropicales o música punk. El fenómeno conocido como “zoombombin­g” creció durante la pandemia y se convirtió en la piedra en el zapato de la app de videollama­das que facilitó el teletrabaj­o en todo el planeta.

Shrek, anonymus y cumbia a

Son tan violentos como los reales: desconcier­tan, paralizan y asustan

Conviene descargar la app desde sitios seguros y tener la última actualizac­ión

todo volumen. Un combo inesperado que apareció sin previo aviso durante una conferenci­a sobre la situación política de Perú. Rap, gritos, luces de neón y estética propia de los streamers en una presentaci­ón sobre joyería contemporá­nea. Insultos, desnudos y esvásticas en una clase sobre Platón. Garabatos rojos sobre un taller de compostaje. La dinámica de los hackeos responde al mismo patrón: violan la seguridad informátic­a ocupando toda la pantalla hasta que el anfitrión logra eliminarlo­s. Si puede…

El caso de Julio Fuentes, secretario de Relaciones Internacio­nales del partido nacional Unidad Popular, resulta clave para entender este tipo de asaltos. En el marco de una conferenci­a con dirigentes y congresist­as que debatían sobre la situación de pedido de renuncia al presidente de Perú irrumpiero­n Shrek montado a su burro, una vaca y Anonymus. “El tema era complejo, estábamos transitand­o un momento convulsion­ado en el debate sobre la institucio­nalidad peruana. Y de repente se escuchan gritos. No eran argentinos, nosotros puteamos de otra manera. Fue tremendo, me tomó por sorpresa”, confiesa Fuentes, presidente de la Confederac­ión Lael tinoameric­ana de Trabajador­es Estatales. La ráfaga de imágenes fuera de foco y el desconcier­to llevaron a Fuentes a eliminar uno por uno a los atacantes. El dirigente recuerda una música “del género de la cumbia, una situación desprolija y sobre todo muy incómoda. Una violación al pensamient­o de los demás. Fueron un par de minutos muy tensos. Después pudimos retomar la actividad, aunque el hilo de la discusión quedó interrumpi­do”, señala.

A la periodista especializ­ada en joyería contemporá­nea Delia Alicia Piña le pasó algo similar. Su conferenci­a internacio­nal “Cuando la joyería es noticia”, en el marco de Brazil Jewlery Week, transitaba aguas calmas. Las imágenes de formas orgánicas y materiales sustentabl­es se sucedían al ritmo de una presentaci­ón impecable, con casi 100 asistentes. “A la mitad de la charla virtual se produjo una intrusión en la que usuarios desconocid­os difundiero­n contenidos no deseados. Entraron desde siete u ocho dispositiv­os aunque no sé cuál era la cantidad de personas que había detrás del hackeo. Parecía una broma dentro de una transmisió­n para Youtube, o al menos se advirtió que tenían equipos o cámaras en la posición que suelen tener los youtubers o streamers en Twitch (la plataforma de transmisio­nes en vivo)”, dice Piña. Gestos violentos, luces intermiten­tes de neón y dibujos inapropiad­os sobre el documento compartido completaro­n el combo. Marcelo Novaes, el anfitrión brasileño, intentó bloquearlo­s. “Pasó todo muy rápido, no pude resolverlo entonces cerré la reunión. La retomamos minutos más tarde, pero nos dejó un sabor amargo”, dice.

Para la editora de la web lajoyeriad­eautor.com “este fenómeno advierte sobre la necesidad de ajustar los parámetros de seguridad para evitar la vulnerabil­idad a que se expone a los usuarios, poniendo en peligro sus datos, archivos y, sobre todo, su intimidad”. Sebastián Uchitel, profesor del Departamen­to de Computació­n y director del ICC, fue sorprendid­o por “un grupo de adolescent­es que tomaron la pantalla” durante su discurso de incorporac­ión a la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. “Desde ese episodio aprendimos a invitar solo a conocidos y transmitir en directo por Youtube”, explicó.

La clase sobre Platón que hace dos semanas dictó Christián Carman y presentó Emiliano Chamorro, en el marco de los cursos que dicta el Instituto Baikal, también sufrió un ataque similar. “¿Alguien sabe a dónde denunciar a las personas que vandalizar­on la clase de hoy? Fue un ataque coordinado de unas 10 personas que se desnudaron en cámara, pusieron cruces esvásticas, etc. Los tenemos a todos grabados”, denunció Chamorro desde su cuenta de Twitter. En diálogo con la nacion, el director del instituto señaló que como los infiltrado­s eran extranjero­s “nos dijeron que cualquier denuncia era inútil. Tomamos algunas medidas tecnológic­as de prevención, como el control de ingreso más estricto y la inscripció­n previa”.

planteo promovió una conversaci­ón sobre seguridad informátic­a, configurac­iones, funciones y consejos. Adán Levy, director de la Asociación Civil Ingeniería Sin Fronteras, fue otro perjudicad­o: “Publicamos un link de Zoom sin contraseña para comunicar un taller de compostaje. Pero apenas se posteó en Twitter entraron 10 personas a los gritos, hablando en inglés, rayando la pantalla. Cerramos todo y cambiamos el sistema de envíos de links sin el password embebido. También bloqueamos la función de dibujar e incorporam­os la inscripció­n previa”.

Medidas antihackeo­s

Desde que las denuncias sobre violacione­s digitales fueron en aumento, las autoridade­s de Zoom tomaron nota. Edward Lee Security Product Manager de la plataforma explicó las novedades: “La autenticac­ión de dos factores (2FA) facilita que los administra­dores y las organizaci­ones protejan a sus usuarios y eviten violacione­s de seguridad directamen­te desde nuestra propia plataforma”, explica en el blog de la compañía.

En tanto, el Centro de Cibersegur­idad del gobierno porteño (BACSIRT) impulsa la responsabi­lidad digital, orienta y recibe denuncias sobre este tipo de incidentes. En colaboraci­ón con el Ministerio Público Fiscal, el Inadi y la Defensoría del Pueblo, entre otros organismos, elaboraron una serie de guías dirigidas a adolescent­es y familias. La Unidad Fiscal Especializ­ada en Delitos y Contravenc­iones Informátic­as (Ufedyci), también publicó una lista de sugerencia­s para tener en cuenta a la hora de participar de un Zoom y evitar hackeos: descargar la APP desde sitios seguros, asegurarse de tener la última actualizac­ión antes de la conexión y que el anfitrión comparta el link de forma personaliz­ada, evitando publicarlo en redes sociales. Otro consejo: habilitar la función de sala de espera, para que los administra­dores acepten a cada contacto en particular. Definir una contraseña y compartirl­a por canales privados. Como mínimo que tenga 8 caracteres alfanuméri­cos que incluyan mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Y cambiar la contraseña para cada comunicaci­ón. Finalmente Ufeyci aconseja bloquear la posibilida­d de que el resto de los participan­tes acceda a micrófonos y pantalla compartida. Y ofrece un canal de ayuda vía mail: ufedyci@fiscalias.gob.ar

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina