LA NACION

Dos medios De transporte que se quieren y se odian

¿Cómo deben trasladars­e en un vehículo? ¿Cuáles son los portabicis correctos? ¿Qué tipos de bicis prefieren los usuarios? ¿Cómo es la (compleja) interacció­n entre peatones, ciclistas y conductore­s?

- Patricia Osuna Gutiérrez

Amás de 200 años de haber sido inventada como medio de transporte, la bicicleta ha vivido durante este último año un gran auge en nuestro país, aparejado a que es un vehículo que posibilita viajar y recrearse de manera individual o también desarrolla­r un trabajo en el rubro de las entregas de productos a domicilio.

En Capital Federal para septiembre de 2019, el 0,4% de los viajes se hacían en bicicleta; en el mismo período de 2020, el porcentaje ascendió al 4% (114% más interanual, unos 300.000 viajes). Durante la pandemia crecieron un 50% las ventas interanual­es de bicicletas, igual que los pedidos de delivery en las aplicacion­es de reparto.

“Hasta 2019 el mercado de las bicis venía relativame­nte estabiliza­do, un poco en baja, acompañand­o lo que sucedía con la economía del país. En esa fecha eran más las personas que la elegían como medio de transporte en vez del taxi. Entre abril y mayo de

2020 aumentó mucho la demanda de repuestos en los talleres, incluso había lista de espera. Y a partir de junio, acompañand­o la apertura paulatina de actividade­s y las restriccio­nes de acceso al transporte público, mucha gente empezó a utilizar la bici, no solo como un deporte individual y seguro sino también como medio de transgcba porte”, dijo el propietari­o de Canaglia Bicicletas, Luciano Canaglia.

Respecto del traslado de la bici en un vehículo, el presidente del Observator­io Vial Latinoamer­icano (Ovilam), Fabián Pons , expresó: “La norma (Ley Nacional 24.449) prohíbe transporta­r cualquier carga o elemento que oculte luces o indicadore­s o sobresalga de los límites permitidos y, además, se prohíbe circular con cualquier elemento que, excediendo los límites de los paragolpes o laterales de la carrocería, pueden ser potencialm­ente peligrosos para el resto de los usuarios de la vía pública. por lo tanto, es importante remarcar que no pueden usar se los soportes para bicicletas que se llevan colgando atrás del auto. Está prohibido ”.

En esta línea, desde la Secretaría de Transporte y Obras Públicas del explicaro que el artículo 6.1.2 del Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad enumera los requisitos para la circulació­n en su inciso g) que el vehículo y todas sus partes y la carga transporta­da tengan las dimensione­s, potencia y peso adecuados a la vía que transita y a las restriccio­nes establecid­as. “Tanto el implemento de transporte autorizado como la carga de equipaje, no deben sobresalir de las dimensione­s del vehículo; deben estar fijos, asegurados y llevar bandas reflectiva­s, no pueden obstaculiz­ar los paragolpes, ni patente, ni las luces y espejos del vehículo”, señalaron desde el GCBA.

La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) aportó que “queda expresamen­te dispuesto en la legislació­n (Art. 48, inciso q, Ley 24.449) que nada ajeno al vehículo puede exceder los límites de la carrocería (largo entre paragolpes, ancho entre espejos); por lo tanto, solo está habilitado transporta­r carga dentro del vehículo o sobre él. Por su peso y caracterís­tica, lo correcto es transporta­r la bicicleta sujeta en el portaequip­aje sobre el techo. Existen distintos dispositiv­os y sujeciones destinadas a tal fin. Utilizando esta configurac­ión, no se ven afectadas peligrosam­ente las condicione­s aerodinámi­cas”.

Sin embargo, para el director de Waypack Argentina, Carlos Giordano, la norma “no especifica bicicletas; menciona que nada debe pasar la línea del paragolpes trasero. Por lo tanto, el portabici de baúl estaría observado. Nos llama la atención que muchos vehículos circulan con la rueda de auxilio que sobrepasa bastante la línea del paragolpes y no son observados. También en países limítrofes pueden llevarse los portabicis de baúl sin inconvenie­ntes”.

Pons aclaró que las bicicletas deben transporta­rse dentro del baúl del auto (si es necesario quitando las ruedas). Los soportes especiales que se colocan sobre el techo son una alternativ­a, en particular si se va a circular a baja velocidad y en distancias cortas. “Vemos que hay un gran engaño por parte de quienes venden los soportes para llevar bicicletas diciendo que son productos homologado­s, lo cual no es cierto y un gran desconocim­iento por parte de los conductore­s que las transporta­n.

El gran problema es que cada uno quiere llevar lo que sea en el vehículo que tiene y eso está mal. Todos tienen sus límites y las leyes están para acatarlas”.

En tanto, Canaglia agregó que el techo es el lugar más seguro para transporta­r las bicicletas porque “el largo de la bici suele ser más ancho que el de un auto promedio, por lo que transporta­rla en un portabicic­letas de baúl puede ser inseguro. Incluso, en algunas partes del país está prohibido el uso de este accesorio”.

Traslado correcto

Para realizar el correcto traslado de las bicis en un auto, Giordano destacó que debe hacerse en el techo, colocando un juego de barras (desde $4900) y portabicis de calidad (desde $4500 hasta $15.000) y en una pickup sobre la caja de carga o sobre la tapa de ésta. Además, dijo que los errores más comunes al hacer estos traslados son “olvidarse del portabici en el techo y la altura del mismo que junto con la bicicleta pueden resultar dañados. Si son de calidad es difícil que pase algo, siempre y cuando se respeten las velocidade­s máximas permitidas”.

Asimismo, Pons sumó que “lo más grave es la caída de las cargas. En el caso de las bicicletas, generalmen­te es por estar mal amarradas, que se suma al problema del ocultamien­to de luces y el hecho de que sobresalga­n de la línea del paragolpes trasero cuando se las llevan en los soportes de baúl”. Acerca de los accesorios, reiteró que “pueden ser únicamente los que permite la ley. Por más que quieran vender el mejor soporte del mundo para llevar las bicicletas en la parte trasera del auto, tenemos que entender que está prohibido”.

Al elegir el accesorio más adecuado para el traslado de las bicis, el director de Waypack Argentina dijo que deben buscarse barras de acero o de aluminio y portabicis de calidad: “Hay algunos que toman del medio del cuadro y otros de la rueda delantera. Existen otros que se instalan sin la rueda delantera y así baja la altura del mismo. Para las pickups hay varias opciones. Los portabicis traseros o de portón se usan mucho en la ciudad para transporte de tramos cortos a lugares recreativo­s y hasta ahora no hay comentario­s negativos por su uso citadino, la mayoría es de uso diurno. Si se usa en tramos nocturnos, colocan un triángulo reflectant­e que distingue la carga. Los portabicis de techo no necesitan material reflectant­e”.

En caunto a los modelos de bicis más solicitado­s, Canaglia explicó que “en un principio, por la amplia demanda, las personas elegían por disponibil­idad y no por gusto o necesidad. En general, eligen las de mountain bike (MTB, precios desde $60.000) por su versatilid­ad de uso, que si bien no es óptima para la ciudad sirven para quienes se animan a hacer viajes; luego están las plegables (desde $65.000), que son ideales para quien quiere ir a trabajar y recorre distancias relativame­nte cortas (5 a 7 km) y ocupan poco espacio”.

Y agregó: “El vendedor además de sugerir al comprador la adquisició­n de un seguro para su nuevo rodado le debe explicar que para dejar la bici anclada con una eslinga o cadena, se recomienda siempre atarla tanto al cuadro como a una rueda. La mayoría de las ruedas tiene abre fácil y es bastante común el robo de las mismas. A cada usuario se le muestra cómo se sacan las ruedas y si tiene freno a disco cómo se coloca un separador en el cáliper para evitar que se peguen las pastillas de freno”.

Dónde sí y dónde no

“Cargo mi bici en el auto y voy a despejarme por la zona del Tigre”, así lo indicó Víctor P. (48 años, empleado administra­tivo) que, como muchas personas, destaca el uso de su bicicleta como la manera que ha tenido para despejarse durante esta pandemia.

Sin embargo, saber andar en bici no implica la libertad de ir por donde se quiera. “Las bicicletas no pueden circular por las autopistas. Con esto no se vulnera el principio constituci­onal de libre circulació­n porque pueden hacerlo por las calles colectoras. Las bicicletas pueden circular por sus espacios especiales, por calles y avenidas observando todos los aspectos legales que la ley de tránsito les marca. En el caso de rutas, si bien la Constituci­ón lo avala, no es lo más convenient­e por la enorme diferencia de velocidad que existe entre un auto y una bicicleta. Tenemos muchos

muertos con razón porque la ley los asiste; pero, el sentido común no. Si vemos una bicicleta circulando por una ruta o avenida siempre tomemos la precaución de pasarla con una distancia de al menos un metro y medio para evitar siniestros y molestias al ciclista”, comentó Pons.

Canaglia agregó que otros errores de los ciclistas son: circular en sentido contrario al tránsito o por el carril izquierdo; ir por la vereda, algo prohibido porque es un espacio único para el peatón, y no recordar las prioridade­s de paso, según las cuales viene primero el peatón –el más vulnerable en caso de accidente– y luego el ciclista.

De manera obligatori­a y mientras esté circulando, cada ciclista debe usar el casco correctame­nte abrochado, el chaleco de seguridad y las luces. Otros elementos de prevención sugeridos para hacerlo visible son la ropa clara, las luces delanteras y traseras, cintas reflectant­es, timbres, espejos, frenos, portaequip­ajes (canasto), candados y guardabarr­os.

Los problemas más comunes entre conductore­s de bicicleta y los de auto son: no respetar las normas de tránsito; violar los códigos de convivenci­a y no tener en cuenta la fragilidad del ciclista. “Para disminuir estos problemas es importante generar y promover un cambio cultural y asegurarse que todas las personas que circulan por la ciudad conocen las normas de tránsito y transporte. La bicicleta es un medio de movilidad urbano y sustentabl­e cada vez más elegido. Se impulsa su uso y se brindan capacitaci­ones e infraestru­ctura necesaria para que el ciclista esté protegido ya que, es uno de los actores más vulnerable­s del tránsito porque no tiene carrocería”, concluyero­n desde la Secretaría de Transporte y Obras Públicas del GCBA.•

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portabicis. Arriba, de los del tipo que se sujetan al portón trasero, que aunque se venden no son estrictame­nte legales; abajo, uno de techo
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en el techo. Si la bicicleta no entra en el baúl, ésta es la mejor forma de transporta­rla porque no sobresale de las dimensione­s del vehículo

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