Un cachetazo. El Ciclón sufrió una sorprendente goleada
En la antesala del clásico con Huracán, el equipo de Dabove fue una sombra: no tuvo juego y pagó muy caro cada error cometido en defensa; los santiagueños, otra vez verdugos
Había que ganar. Sea como sea. Con juego o con garra. Pero nada de eso sucedió, al contrario: San Lorenzo fue goleado 4 a 0 por Central Córdoba de Santiago del Estero y sufrió un nuevo mazazo en la Copa de la Liga. inexpresivo, con un juego muy pobre, el Ciclón no logra salir de su agujero negro. Jonathan Bay, Milton Giménez y Carlo Lattanzio y oscar Salomón fueron los goleadores.
Que el Ciclón ponía bastante en juego no cabe duda. Porque la última actuación del equipo en la derrota contra Colón exigía una rápida respuesta. Pero la sonrisa por un buen comienzo en el torneo local y la Copa Argentina se le borró de un plumazo. Lo de anoche fue aplastante y demoledor. Cabe recordar que en 2019, en el Nuevo Gasómetro, el Ferroviario también había goleado, aquella vez 4 a 1. otra vez se vistió de verdugo.
La vuelta de los Romero a la titularidad no fue completa. De los líderes futbolísticos Dabove optó por mandar a la cancha a Ángel, mientras que oscar esperó en el banco. “Ellos no son una presión para mí. Entiendo lo que se genera a nivel mediático y todo lo que se pregunta sobre el tema, pero lo tomo con normalidad”, había dicho el DT tras la caída en Santa Fe y el reclamo de los hinchas. El otro cambio resultó el ingreso de Franco Troyansky en lugar de Nicolás Fernández.
Los primeros 10 minutos lo mostraron a San Lorenzo con el control de la pelota y atacando con mayor intensidad. Los santiagueños llegaron entonados luego de sumar como visitante un valioso triunfo contra Atlético Tucumán. Gustavo Coleoni armó una línea de cinco defensores, con Bay más suelto hacia el medio. Con una actitud cautelosa, es cierto, pero tratando de salir con velocidad cuando tenía el balón. Esperó en su campo y trató de moverse en bloque, sin dejar mucho espacio entre sus líneas. Siempre fue un conjunto muy digno.
De ambos lados hubo posibilidades y, en buena parte de los casos, surgió como denominador común el error. A los 11 minutos, Bruno Pittón entregó una pelota y el propio Bay sacó un disparo fortísimo desde afuera del área grande que le dio el 1 a 0 a los visitantes.
La lógica indicaba una reacción cuando menos temperamental de San Lorenzo, pero no. Demasiado estático, incómodo, le costó progresar en el campo rival. Apenas Ángel Romero aportó dinámica en el equipo, pero le faltó precisión para definir las jugadas contra un conjunto voluntarioso. Melano y Troyansky, el resto de los del frente de ataque, lucieron lentos y previsibles en cada uno de sus movimientos.
En el inicio del segundo tiempo el laborioso Ferroviario liquidó la historia en apenas seis minutos. otra vez merced a los errores de San Lorenzo. Primero lo aprovechó Gimenez, con una brillante definición por encima de Fernando Monetti. Luego fue el turno de Lattanzio. Efectividad al 100%. Aún sin público, en el Nuevo Gasómetro podía sentirse la mala vibra en el ambiente de los locales. ingresaron oscar Romero, Nicolás Fernández y Alexander Díaz, pero la historia ya estaba sentenciada.
En general, los comienzos de torneos en los últimos años de San Lorenzo parecen un loop: le cuesta lastimar en el arco rival, no encuentra claridad, abunda la desesperación. De vez en cuando se reencuentra con su juego, aunque dura lo que un suspiro. Dabove, seguramente, habrá imaginado otra marcha.
En San Lorenzo existía una alternativa para volver a sentirse vivaz: la de jugar. Lejos estuvo de hacerlo. El equipo se consumió en hipótesis, pero la realidad indica que sufrió una nueva derrota. Cuatro errores, cuatro goles. Y en el horizonte asoma el clásico contra Huracán.