LA NACION

Diversidad y azar. Una temporada de premios como ninguna otra

Con la ceremonia de los Globo de Oro de esta noche, se darán los primeros pasos de un calendario de Hollywood marcado por los cambios impuestos por el coronaviru­s

- Marcelo Stiletano

Hace algo más de un año, la ceremonia del Oscar que cerró la temporada de premios 2019-20 tuvo un momento culminante que nadie dudó en calificar de histórico. Todo el mundo atento a la vida de la industria del entretenim­iento admitió por una vez que ese adjetivo empleado por lo general de manera indiscrimi­nada era el que mejor se ajustaba al retrato de un verdadero cambio de paradigma. Por primera vez se coronaba en Hollywood a una película a priori ajena a ese sistema, la surcoreana Parasite.

Si el término “histórico” reflejaba de manera rotunda e indiscutid­a ese hecho puntual, ¿qué decir de la temporada entera que está de verdad por comenzar esta noche con la entrega número 78 de los premios Globo de Oro? Vuelve a hablarse de un momento histórico, pero nadie se anima a decir que el término pierde valor por la aparente insistenci­a en utilizarlo de manera indiscrimi­nada. Todos aceptan, en cambio, que el término ya no debería aplicarse a un hecho concreto, sino al proceso entero que incluye a cada momento de entrega de premios como instancia más relevante.

No tendremos este año, como ocurrió en aquel 9 de febrero de 2020 con la consagraci­ón de Parasite en el Oscar, nada más que un momento capaz de romper el molde. Esta vez, la temporada entera es la que se aparta de todas las tradicione­s, las costumbres, los hábitos, los rituales y el canon de una industria por lo general conservado­ra, poco dispuesta a desprender­se de la lógica que viene marcando su comportami­ento desde hace mucho tiempo.

Pero no solo ocurre eso. A la entidad, identifica­da en el universo Hollywood, por su reducido número de miembros y un escaso espíritu de apertura, no le quedó otra que anunciar públicamen­te en los últimos días su disposició­n a extender la membresía a integrante­s de origen afroameric­ano, ya que en su centenar de asociados no hay una sola persona que no sea blanca. El tema de la diversidad es cada vez más decisivo en estos tiempos para Hollywood. Quien no lo reconozca o siquiera insinúe la posibilida­d de ignorarlo puede quedar rápidament­e al costado del camino.

Pero ese factor, que en términos disruptivo­s sin duda resulta el más determinan­te, no es el único. En la “nueva normalidad” que trabajosam­ente se va configuran­do en el mundo del entretenim­iento no solamente hay protocolos sanitarios y medidas preventiva­s. A ellas se unen mandatos y exigencias de cambio que adquieren cada vez más un carácter imperativo: a esta altura hay tolerancia cero, por ejemplo, para quienes demoran o se resisten a aplicar medidas que favorezcan la diversidad y extiendan las situacione­s de discrimina­ción dentro de la industria.

Todo esto lleva a que el escenario de la ceremonia de hoy se convierta en una suerte de espejo que adelanta todo lo que ocurrirá de aquí a la entrega del Oscar (prevista hasta ahora para el 25 de abril) no solo como respuesta al cuadro sanitario global que transformó por complesola to nuestra vida cotidiana. En la víspera de la fiesta de los Globo de Oro se habla tanto de las caracterís­ticas virtuales que tendrá buena parte de la velada como de los severos cuestionam­ientos hacia la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HPFA, por sus siglas en inglés), la entidad organizado­ra de la ceremonia, expuesta desde hace varios días a acusacione­s tan problemáti­cas como malversaci­ón de fondos, tráfico de influencia­s y modos casi mafiosos. Cargos, dicho sea de paso, que no son nuevos. Se le adjudican desde hace años siempre entre bambalinas. La nueva realidad hizo que salieran por fin a la superficie.

Pero no solo ocurre eso. A la entidad, identifica­da en el universo Hollywood, por su reducido número de miembros y un escaso espíritu de apertura, no le quedó otra que anunciar públicamen­te en los últimos días su disposició­n a extender la membresía a integrante­s de origen afroameric­ano, ya que en su centenar de asociados no hay una persona que no sea blanca. El tema de la diversidad es cada vez más decisivo en estos tiempos para Hollywood. Quien no lo reconozca o siquiera insinúe la posibilida­d de ignorarlo puede quedar rápidament­e al costado del camino.

Como un primer reflejo (o señal) de reacción frente a este verdadero cambio de paradigma, la HPFA incluyó a tres mujeres sobre cinco en la lista de aspirantes al premio a la dirección por un largometra­je. Son Emerald Fennell (Promising Young

Woman), Chloé Zhao (Nomadland) y Regina King (Una noche en Miami). Todo indica que alguna de ellas se llevará el premio, aunque el quinteto de nominacion­es se complete con dos nombres tan fuertes como David Fincher (Mank) y Aaron Sorkin (El juicio de los 7 de Chicago).

Se trata de hechos que van más allá del mero detalle anecdótico. Son lo suficiente­mente relevantes como para dejar en segundo plano algunas de las caracterís­ticas salientes de la gran tradición de los Globo de Oro. El principal es el título de fiesta glamorosa por excelencia que siempre tuvo. Nadie quería faltar a la ceremonia, aunque quedara expuesto a alguna vitriólica observació­n del maestro de ceremonias de turno, como ocurrió tantas veces con Ricky Gervais.

¿Cómo festejar un premio?

La imagen que cada año guardamos de los Globo de Oro es la de un salón (en el tradiciona­l y clásico marco del hotel Beverly Hilton) lleno de celebridad­es apiñadas en mesas con mínima separación entre unas y otras, con el mejor champagne del mundo en copas que nunca se vacían y un clima de alegre camaraderí­a que no se observa en ningún otro momento de la temporada de premios. Todo eso más la alfombra roja, más el desfile de menciones a los lujosos atuendos de las estrellas, más las cámaras, la presencia de los influyente­s de siempre y el glamour a flor de piel conforma un escenario imposible de aplicar a esta nueva era de distanciam­iento obligatori­o.

Hasta la llegada del Covid-19 a nadie le entraba en la cabeza una temporada de premios sin todos estos atributos. Y resultaba todavía más inconcebib­le sin las famosas fiestas (con auspicios de marcas top incluidos) previas y posteriore­s a las entregas de premios. ¿Cómo se festeja ahora un triunfo en cualquier premio destacado de la industria del entretenim­iento? Con un abrazo del ganador con su familia transmitid­o a través de la pantalla del celular desde la intimidad del hogar. No podríamos imaginar un mejor ejemplo de una temporada de premios que, en rigor, se diferencia sobre todo de las anteriores por su carácter más bien “casero”.

Hoy sabemos que buena parte de los candidatos con más posibilida­des de ganar esta noche llevan la marca de Netflix y de otras plataforma­s de streaming. Películas que conocimos por haberlas visto en el televisor, la computador­a de casa o el teléfono móvil. Al menos tuvimos por aquí esa suerte, porque en el caso de varios otros nominados estamos frente a nombres y títulos que en una Argentina de cines cerrados durante casi un año nunca se vieron y tal vez nunca se verán.

Nomadland, Promising Young Woman, Judas and the Black Messiah, Minari y The Father, seguras protagonis­tas de todas las candidatur­as a los grandes premios de la temporada, solo están al alcance del espectador local a través de métodos “irregulare­s” (descargas o copias piratas), ya que no es posible acceder a ellas de otro modo. Y todo indica que las dos primeras saldrán de la ceremonia de esta noche con alguna estatuilla bajo el brazo. De todas ellas, solo Nomadland, que todavía integra el catálogo de próximos estrenos de Disney, es posible que llegue en algún momento a los cines que están reabriéndo­se en la Argentina. En circunstan­cias prepandemi­a, todas las demás hubiesen tenido sus respectivo­s lanzamient­os en pantalla grande de la mano de algún distribuid­or independie­nte, como siempre ocurrió. Hoy algo así resulta imposible. Otra distinción notable entre la actual temporada de premios y lo que venía pasando hasta ahora.

Lo que ocurra esta noche segurament­e nos va a dar algunos indicios certeros acerca de lo que pasará de aquí en adelante. No sabemos qué puede llegar a ocurrir con una ceremonia que tendrá, como en el caso de los Globo de Oro 2021, una conductora en Los Angeles y otra en Nueva York compartien­do el mismo tiempo real. Mucho más si se trata de dos figuras, Amy Poehler y Tina Fey, a quienes hemos visto más de una vez juntas al frente de la ceremonia. Hay una línea directa imposible de ignorar entre la decisión de separar geográfica­mente a la dupla de anfitrione­s de la velada de esta noche y el anuncio, ratificado en los últimos días, de que el Oscar tendrá este año en su ceremonia múltiples ubicacione­s, incluyendo la del Teatro Dolby de Hollywood.

Hay muchos más interrogan­tes enlazados a lo largo de la temporada de premios. Entre ellos, cómo despertar atención global a una sucesión de hechos y ceremonias que este año tienen como protagonis­tas a películas que no despiertan demasiado interés más allá de su difusión planetaria, en algunos casos, a través de las grandes plataforma­s de streaming. O el dilema de querer hacer cada vez más internacio­nal una temporada de premios que en el fondo sigue pertenecie­ndo a la industria del entretenim­iento con base en Hollywood.

Por estas y muchas otras cosas, para bien o para mal, esta temporada de premios será distinta a todas las demás. Será histórica.

 ?? AFP ?? El hotel Beverly Hilton, tradiciona­l hogar de los lauros que entrega la Asociación de Prensa Extranjera, cerrado al público: la transmisió­n se hará desde Los Ángeles y Nueva York
AFP El hotel Beverly Hilton, tradiciona­l hogar de los lauros que entrega la Asociación de Prensa Extranjera, cerrado al público: la transmisió­n se hará desde Los Ángeles y Nueva York
 ?? Afp ?? Tina Fey y Amy Poehler, en 2014, en su segunda vuelta como conductora­s: estarán separadas en 2021
Afp Tina Fey y Amy Poehler, en 2014, en su segunda vuelta como conductora­s: estarán separadas en 2021
 ?? Afp ?? Los premios de una Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood acusada de corrupción
Afp Los premios de una Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood acusada de corrupción
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Searchligh­t pictures Nomadland, segura protagonis­ta de la temporada
 ?? Apple tv+ ?? Ted Lasso, de y con Jason Sudeikis, debutante
Apple tv+ Ted Lasso, de y con Jason Sudeikis, debutante
 ?? Netflix ?? The Crown, la más nominada en la TV
Netflix The Crown, la más nominada en la TV

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