Córdoba reabre las puertas de dos museos de la “Milla de Oro”
Desde ayer se pueden ver trabajos de muralistas en el MEC y producción de artistas locales en el palacio, entre otras muestras
En la “Milla de Oro” de Nueva Córdoba están dos de los museos más importantes de la ciudad, el Emilio Caraffa y el Evita-palacio Ferreyra. Reabrieron ayer, con venta de entradas de manera digital. El Centro de Arte Contemporáneo Chateau Carreras reabrirá más adelante.
El Museo Emilio Caraffa (MEC) se inauguró en
1914 como Provincial de Bellas Artes; asumió su actual nombre en 1950. A dos años de crearse, recibió su propio edificio, diseñado por el arquitecto Juan Kronfuss, húngaro formado en Alemania y radicado en la Argentina, desde 1910 y en Córdoba, desde 1915. Sus huellas están no sólo en el Caraffa, sino en el antiguo edificio de la Legislatura y en el barrio Obrero. Por la I Bienal Americana de Arte, el museo fue ampliado en
1962 y su última refuncionalización fue en 2007, cuando se triplicó el espacio de exposiciones y se generaron las condiciones se seguridad para muestras nacionales e internacionales.
La colección base del Caraffa empezó con el objetivo de dar cuenta de la actividad plástica local; se fue ampliando con el paso de los años hasta llegar a las 1100 obras con que cuenta ahora y que permiten una lectura del arte argentino desde fines del siglo XIX hasta la actualidad.
Reabrió con la propuesta Umbral, muestra colectiva en la que participan Milu Correch, Sebastián Daels (Tatu), Florencia Durán (Fitz), Franco Fasoli, Martín Florio (Mart Aire), Julián Manzelli (Chu) y Paula Tikay, todos muralistas relacionados con el arte público, que no se llegó a presentar cuando comenzó el aislamiento obligatorio. También se puede ver Resonancias de una Variación, pinturas de Osvaldo Monzo; El devenir de la forma, esculturas de Lucía Pacenza; Desde la
Universidad al Museo, colección de la Fundación Universidad Siglo 21 y Ensueño e Instante santo, dibujos de Cecilia Candia y Sofía Rosset, respectivamente.
El edificio del museo Evita-palacio Ferreyra es uno de los más emblemáticos de la ciudad de Córdoba. Inaugurado en 1916, lo hizo construir el médico Martín Ferreyra como residencia familiar. Compró los planos en París –inspirados en el modelo de l’ecole de Beaux Arts– y la edificación estuvo a cargo del ingeniero Carlos Agote. El parque que rodea el edificio fue diseñado por el paisajista Carlos Thays, el mismo del Jardín Botánico porteño.
Contaba con 60 habitaciones repartidas en cuatro niveles, desde el sótano donde funcionaba la cocina a leña hasta una buhardilla propia de las construcciones de esa época y estilo. Abundan las historias de las fiestas a las que concurrían las familias más tradicionales de Córdoba y del país. La figura de Ernesto “Che” Guevara siempre se menciona en el lugar porque fue el novio de María del Carmen “Chichina” Ferreyra, una de las herederas del palacete. Sin embargo, él nunca estuvo allí.
El Palacio también aparece en el primer libro de la escritora cordobesa Florencia Bonelli, Lo
que dicen tus ojos; la protagonista es hija de la cocinera del Ferreyra, quien tiene un desamor con el dueño del lugar y termina en Arabia Saudita. Hasta la década del 90 fue vivienda familiar; en 2007 fue restaurado y convertido en Museo Superior de Bellas Artes Evita.
En su reapertura ofrece las muestras Inventario Fragmentado. Alternativas de una colección, la muestra permanente, que se renovó en 2017. También: Poéticas latinoamericanas en la colección IKA, Grabado Universitario Latinoamericano. Una publicación situada-sitiada, Bordadoras en el Museo: La diversidad en el aislamiento, Manos Anónimas de Carlos Alonso y La casa grande.
Para recorrer el Centro de Arte Contemporáneo Chateau Carreras hay que esperar unas semanas más; funciona en una antigua casona en el predio San Gerónimo que ocupaba 475 hectáreas en el noroeste de la ciudad. En 1885 David Carreras y Ponce de León comenzó la configuración del parque y la construcción de esta especie de palacete florentino. En 1972 el predio fue expropiado para la construcción de un centro político y administrativo provincial (que finalmente no se realizó) y en 1987 se convirtió en centro de arte por iniciativa de Antonio Seguí y una fundación, creada para administrarlo.
El horario de visitas es de martes a domingos de 11 a 19. Las entradas se deben comprar en ventas. autoentrada.com