Días antes de la llegada del Papa, el nuncio en Irak dio positivo de Covid-19
Mitja Leskovar se encuentra aislado junto con parte del personal de la nunciatura en Bagdad; advertencia de los expertos sobre la gira papal
BAGDAD.– El embajador del Vaticano en Irak, el hombre clave del viaje del papa Francisco al país la próxima semana, dio positivo de Covid-19, pero la visita del Pontífice sigue adelante,.
El arzobispo Mitja Leskovar, que fue la persona clave en la planificación del viaje del 5 al 8 de marzo, informó que él y otros miembros del personal de la nunciatura (embajada) estaban en autoaislamiento.
“Esto no va a influir en el programa del Papa, que se desarrolla según lo planeado”, dijo Leskovar.
Francisco comenzará un viaje de cuatro días a Irak el viernes para mostrar solidaridad con la comunidad cristiana, que ha sido diezmada por las guerras y los insurgentes de Estado Islámico.
Un viaje a Irak, el primero de un Papa, había eludido a los dos predecesores inmediatos de Francisco, el papa Juan Pablo II y el ahora papa emérito Benedicto XVI, quienes no pudieron ir por razones de seguridad.
Leskovar, quien es esloveno y cuyo título es nuncio apostólico, dijo que hasta ahora solo había experimentado síntomas leves.
Dado que el viaje se anunció por primera vez en diciembre, el Vaticano dijo que se llevaría a cabo si la situación del coronavirus en Irak lo permitía.
Irak registra un aumento reciente en los casos de Covid-19 y las autoridades han prohibido los viajes entre provincias.
En este contexto, expertos en enfermedades infecciosas expresaron su preocupación por el próximo viaje del Papa dado el brusco aumento de los casos de coronavirus en el país, su frágil sistema de salud y que probablemente sea inevitable que los iraquíes formen multitudes para verlo.
Nadie quiere decirle a Francisco que cancele sus planes, y el gobierno de Irak tiene todo el interés en mostrar su relativa estabilidad recibiendo por primera vez a un papa en el lugar de nacimiento de Abraham. El viaje dará un necesitado apoyo moral a los asediados cristianos iraquíes, además de avanzar en los esfuerzos del Papa por tender puentes con el mundo islámico.
Pero desde un punto de vista puramente epidemiológico, así como del mensaje de salud pública que transmite, un viaje del Papa a Irak en medio de una pandemia global no es recomendable, según los expertos de salud.
Las guerras, crisis económicas y un éxodo de profesionales iraquíes han devastado el sistema hospitalario del país, mientras que los estudios muestran que la mayoría de nuevos casos de Covid-19 en Irak se deben a la variante más contagiosa identificada primero en Gran Bretaña.
“Simplemente no me parece buena idea”, dijo la doctora Navid Madani, viróloga y directora fundadora del Centro para la Educación de Ciencias de Salud en Medio Oriente y Norte de África.
Madani, nacida en Irán, señaló que Medio Oriente es conocido por su hospitalidad y advirtió que el entusiasmo entre los iraquíes por recibir a un líder dialogante como Francisco en una zona del mundo abandonada y desgarrada por la guerra puede provocar violaciones involuntarias de las medidas de control contra el virus.
Esto podría provocar situaciones poco seguras o eventos supercontagiadores, advirtió.
El doctor Bharat Pankhania, experto en enfermedades infecciosas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, se mostró de acuerdo. “Es una tormenta perfecta para generar muchos casos que no podrás gestionar”, señaló.
Los organizadores prometieron imponer el uso de barbijos, distanciamiento social y límites de aforo en eventos papales, con la posibilidad de aumentar los lugares donde se pueden hacer pruebas diagnósticas, según dos funcionarios iraquíes.
El Vaticano tomó sus propias precauciones. El Papa, de 84 años, su séquito de 20 personas y los más de 70 periodistas que viajarían en el avión del Pontífice están vacunados.