Milani apuntó a exagentes de la AFI por el robo en su casa
El exjefe del Ejército fue asaltado en su residencia de San Isidro
Para el exjefe del Ejército argentino, César Milani, el móvil del robo que sufrió en su casona de La Horqueta, en San Isidro, fue un mensaje intimidatorio ejecutado por exintegrantes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y “mano de obra desocupada” de fuerzas de seguridad. Sin embargo, para los investigadores del caso, y en función de las pruebas reunidas hasta el momento, se trató de un hecho “al voleo”.
“Da la impresión de que no hubo ninguna inteligencia previa en el robo en la casa de Milani”, afirmó a la
una calificada fuente judicial. nacion El hecho ocurrió anteayer a las 13.10 en O’higgins al 3600, San Isidro, y los ladrones, que circulaban en un VW Gol gris, sorprendieron a Milani cuando conversaba en la vereda de su casa con un contratista encargado de los trabajos de refacción en el imponente inmueble.
“No era gente novata [por los delincuentes], era gente especializada. Ahora que empiezo a atar cabos, creo que fueron exintegrantes de la AFI que siguen manejando [Gustavo] Arribas y [Silvia] Majdalani [máximas autoridades de la EX-SIDE durante el gobierno de Mauricio Macri]. Fue un operativo de amedrentamiento. Fue un mensaje para decir ‘estamos presentes’”, afirmó Milani en declaraciones a El Noticiero de la Gente, de Telefe.
Según el militar, que encabezó el Ejército durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, esa supuesta banda integrada por exagentes de la AFI operaba en distintos puntos; y sostuvo que, en su opinión, no solo fue un mensaje para él, sino también una cuestión dirigida a “jueces y fiscales”.
La investigación del robo, protagonizado por al menos cuatro delincuentes, quedó a cargo de la fiscal de Boulogne, Paula Hertrig, que cuenta con la colaboración de detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro y personal de la Superintendencia de Seguridad AMBA Norte.
“La causa está en plena etapa de investigación”, explicaron las fuentes judiciales consultadas.
Según Milani, los delincuentes estuvieron en su casa entre 15 y 20 minutos. El exjefe del Ejército dijo que los ladrones tenían armas calibres 40, 45 y 9 milímetros, que tenían entre 30 y 35 años y pelo más bien corto, y que actuaron “con mucha naturalidad”, sin parecer drogados, alcoholizados o que estuviesen fuera de sus cabales.
“Estaban totalmente tranquilos, con armas afuera, pero siempre apuntando hacia abajo. Les dije que las guardaran y que les iba a dar lo que quisieran”, recordó el militar en una entrevista con el noticiero +Info, de LN+.
Milani, su esposa, una empleada doméstica, el contratista y seis albañiles fueron llevados por los asaltantes a la planta alta de la casona, y encerrados en un vestidor.
Según el exjefe del Ejército, los ladrones se apoderaron de dos armas suyas –una pistola Browning calibre 9 milímetros y otra semiautomática calibre 40–, además de dinero que estaba en un bolso, dos teléfonos celulares, dos relojes y otros objetos de valor.
El vehículo utilizado por los delincuentes tenía colocada una chapa patente que correspondía a otro auto de la misma marca y modelo, pero de cinco puertas.
Al analizar las imágenes de las cámaras de seguridad, los investigadores policiales y judiciales pudieron reconstruir parte del trayecto que hicieron los delincuentes hasta llegar a la casa de Milani. “El vehículo de los ladrones iba por Blanco Encalada y dobló en O’higgins en dirección a la colectora del Acceso Tigre, pero al pasar frente a la casa de Milani y ver el portón abierto, dado que estaban trabajando los albañiles, el conductor giró en U y estacionó para que sus cómplices bajaran a robar”, explicó a una fuente policial. la nacion Después del robo, los ladrones se subieron al auto y escaparon por Blanco Encalada hasta Capitán Juan de San Martín. Según se vio en las imágenes captadas por las cámaras de la Municipalidad de San Isidro, el vehículo subió a la autopista en sentido a Pilar.
Sobre los delincuentes que ingresaron en su casa, Milani dijo que el que parecía tener la voz de mando tenía colocado correctamente el barbijo, pero a sus cómplices el tapaboca se les caía por debajo de la nariz. También afirmó que el contratista sí pudo ver el rostro de dos de los ladrones y que logró hacer una descripción que permitió que la policía hiciera identikits de los sospechosos.