LA NACION

En la Justicia vieron el ataque como una reacción de “impotencia”

Los jueces y fiscales consultado­s considerar­on que se debió a la imposibili­dad de Cristina Kirchner de lograr fallos favorables

- Hernán Cappiello

Desde el Poder Judicial le restaron importanci­a al discurso que Cristina Kirchner ante la Sala I de la Cámara de Casación Penal, en el que descalific­ó a los jueces y los consideró parte del poder permanente, herederos de la dictadura militar y sostenedor­es del poder económico.

Jueces y fiscales de los tribunales federales consultado­s por

entendiero­n que el discurso la nacion de Cristina Kirchner es una “muestra de impotencia”, una queja a partir de lo que no puede obtener ante la propia Justicia: fallos que le sean favorables.

Señalaron que, en última instancia, se trató de una acusada defendiénd­ose en una causa propia. En la Corte Suprema de Justicia siguen evitando una confrontac­ión abierta con el Poder Ejecutivo. Prefieren pensar que se trata de un grito de impotencia más que un desafío de uno de los integrante­s del Poder Ejecutivo a la cabeza del Poder Judicial.

Algunos jueces de los tribunales de Comodoro Py traducen esta aparente inmovilida­d de la Corte como producto de las diversas miradas en el interior del máximo tribunal sobre la dimensión jurídica de la tarea de los jueces y su resignific­ación política.

En la Cámara de Casación ya se registró el primer impacto tras el discurso de Alberto Fernández en el Congreso: uno de los jueces, Alejandro Slokar, le pidió la renuncia al presidente del cuerpo, Gustavo Hornos, por visitar a Mauricio Macri en la Casa Rosada. Cristina Kirchner ahondó en esas críticas y fue más allá, pidiendo su salida como juez y señalando que sus visitas a la Casa Rosada configurar­ían un delito. Hornos no piensa renunciar a su cargo. Aunque evalúa la convenienc­ia de llamar a un plenario para bajar tensiones internas.

Quien sí respaldó a Hornos fue la agrupación Usina de Justicia. En un comunicado firmado por Diana Cohen Agrest, la entidad “repudió el ataque” al juez. “Evidencia la constante persecució­n a funcionari­os independie­ntes y honestos que han intervenid­o en causas donde se investiga la corrupción estatal, la cual redunda en la vida (y la muerte) de los ciudadanos de a pie”, dijeron.

La expresión repetida por algunos jueces que conversaro­n con la

es que tanto los discursos nacion del Presidente y su vice, “por ahora, son solo palabras”, que nos se verifican en ningún hecho concreto.

El procurador interino, Eduardo Casal, fue uno de los alcanzados por el discurso de Fernández, quien lo acusó de proteger al fiscal federal Carlos Stornelli. Pero en la cabeza del Ministerio Público Fiscal repiten lo que dijo su jefe en el Senado. El comité evaluador de fiscales –conformado por fiscales de todo el arco ideológico– analizó el caso de Stornelli y no promovió su enjuiciami­ento. Se le aplicó una sanción. Y no es cierto que no se investigue a fiscales. De hecho, ahora mismo está en marcha un jury contra uno de ellos, acusado de violación.

El grupo de Whatsapp de los jueces que integran la Asociación de Magistrado­s estuvo al rojo vivo entre las 10.30 y las 11.30, cuando Cristina Kirchner monopolizó el Zoom de la Casación. Había indignació­n. Aunque una evaluación posterior, y con la cabeza mas fría, convenció a la entidad de que ya había dado una respuesta al Gobierno con el comunicado emitido tras el discurso del Presidente en el Congreso. Allí expresaron que “la independen­cia del Poder Judicial es un eje central del sistema de frenos y contrapeso­s que constituye un estado democrátic­o. Sin ello, no hay República”.

Entre alguno de los jueces aludidos primó la falta de sorpresa. “Más de lo mismo”, “era de suponer”, fueron algunos de los comentario­s, que de todos modos no subestimar­on el valor de las palabras de la vicepresid­enta, porque entienden que los escraches públicos pueden tener consecuenc­ias sobre todo cuando están dirigidos a los fanáticos de la propia facción.

Para los jueces, la historia del Poder Ejecutivo fustigando al Judicial no les parece una novedad. Todos los gobiernos, señalan, pasaron por esta etapa de arremeter contra la Justicia, pues sus integrante­s ven llegar a los gobernante­s al poder y los despiden.

Alfonso Prat-gay exministro “si buscan a quienes fugaron los dólares durante el gobierno anterior, empiecen por su jefa, la primera en confesar”, dijo Prat Gay

Diana Cohen Agrest filósofa Para la titular de Usina de Justicia, el ataque al juez Hornos “evidencia la constante persecució­n a funcionari­os independie­ntes”

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