El Indec analiza modificar el índice que mide la inflación
Adecuará el peso de algunos rubros a los consumos actuales; el mercado recordó a moreno
El Indec, que conduce Marco Lavagna, trabaja en una renovación del índice de precios al consumidor nacional (IPC) con base en la última edición de la encuesta que sirve de actualización de los gastos y los consumos de los hogares argentinos.
Según confirmaron fuentes del organismo estadístico a la nacion, la modificación del índice –que incorporará variaciones en el peso o la incidencia de los diferentes capítulos de la canasta del IPC en base al consumo actual de los hogares– se hará en 2022, pese a que aún se analiza si será necesario sumar nueva información a recopilar basada principalmente en “gastos en pandemia”, según contaron en el instituto.
“Además estamos esperando para ver si se normalizan algunos precios relativos en la economía”, contaron cerca de Lavagna. “No está previsto en el corto plazo”, aclararon sobre el contexto actual de rebrote de inflación que muestra la economía argentina desde el cuarto trimestre de 2020. La fecha de implementación está en análisis, pero en el Indec apuntan al año que viene, luego de las elecciones de este año.
La decisión técnica sobre la actualización del índice comenzó en tiempos de Jorge Todesca, exdirector del Indec. El economista, que luego falleció, había comenzado en 2018 una Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (Engho) que tenía el objetivo de renovar las canastas incluidas en el IPC y sus diferentes ponderaciones. Esa encuesta se terminó en julio del año pasado, ratificaron fuentes del organismo, que recalcaron –sin embargo–que no quieren implementar aún los cambios, ya que la pandemia cambió algunos hábitos y quieren incorporarlos. “Por ejemplo, cambiaron con fuerza los canales de comercialización”, ejemplificaron.
La decisión del Indec de avanzar en estos cambios, anticipada por la agencia Bloomberg, comenzó a generar algunos ruidos en las redes sociales, basados en la historia reciente del kirchnerismo con las estadísticas públicas. En enero de 2007, el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, avanzó con la intervención de facto del organismo a través de los desplazamientos de la entonces directora del área de Precios, Graciela Bevacqua. A partir de entonces se falsearon los índices de inflación, pobreza, PBI, desempleo y comercio exterior, entre otros. La llamada intervención, apoyada por patotas y con violación del secreto estadístico dentro del instituto, duró nueve años, hasta el final del gobierno de Cristina Kirchner.
La incertidumbre que podría generar un cambio poco transparente sobre el IPC no sólo afectaría la confianza del público y los agentes económicos en general, sino buena parte de la estrategia financiera del ministro de Economía, Martín Guzmán, apalancada en el mercado en pesos y bonos atados al CER (ver aparte).
Los cambios en el IPC en base a hábitos de consumo son habituales y sirven para hacer más representativas las mediciones. “El 80% de los productos van a ser los mismos. Pero, por ejemplo, hoy hay más gente pagando plataformas como Netflix que entradas de cine”, buscaron tranquilizar en el Indec sobre el proceso.
El actual IPC usa la encuesta de gastos de 2004/2005 con una actualización de los precios relativos realizada en 2016, según confirmaron a este medio fuentes del Indec.
A comienzos de enero de este año se produjeron cambios en la dirección de Precios al Consumidor del Indec. Salió la entonces directora, Josefina Rim, e ingresó en su reemplazo Martín López Amorós, un técnico reconocido en el ambiente académico, según pudo constatar este medio.