Reuniones sigilosas y a puertas cerradas
Sin entusiasmo por darlo a conocer, varios ministros recibieron a Insfrán
Con las imágenes de las marchas de protesta que se suceden en la capital formoseña, Gildo Insfrán se transformó en un incómodo problema adicional para la Casa Rosada. En silencio, y sin espacio para la publicidad, distintos ministros del gobierno de Alberto Fernández se juntaron o conversaron ayer con el mandatario formoseño, con un doble objetivo: transmitirle su respaldo y a la vez exigirle acciones para bajar la tensión en la provincia, crispada por nuevas y duras condiciones de cuarentena en un contexto de pocos contagios.
El primero en recibir al mandatario formoseño fue el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. Desde ese ministerio le restaron entidad política al encuentro, y afirmaron que se trató de un encuentro “habitual” de “seguimiento” de las obras que Nación tiene en marcha en esa y cada una de las provincias. Desde el Ministerio de Balcarce al 100 Insfrán caminó unos metros hasta el Museo de la Casa Rosada, sin voceros ni ministros cerca, aunque custodiado por su
Mientras una decena de manifestantes gritaba contra él desde la calle, Insfrán asistía a la firma del compromiso de los gobernadores con las políticas de género. Decidido a aprovechar su viaje, Insfrán encaró primero a la titular del Consejo de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, y luego se trenzó en un extenso intercambio con el jefe de gabinete, Santiago Cafiero y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, que le reclamaron mayor celeridad en el plan de vacunación. “El que lo tiene que atender es el ministro del Interior”, reclamaba un funcionario del albertismo en relación a Eduardo de Pedro, cuyos voceros negaron durante la jornada haber recibido al cuestionado caudillo formoseño.
Nadie descartaba que finalmente esa reunión se produzca, ya que Insfrán decidió en principio pasar la noche del lunes y quedarse unas horas más en Buenos Aires. “Va a tener que ir a fase 2, y si no arregla las cosas lo vamos a seguir cuestionando”, afirmaba una voz oficial, nada conforme con la actitud intransigente de Insfrán ante las protestas de comerciantes y sectores independientes que piden volver a trabajar. Mientras en los medios afines al gobernador hablaban de una campaña de los “medios porteños”, y a pedido del Gobierno, Insfrán evaluaba algunas medidas para restablecer la calma.