LA OLA DE CONTAGIOS SE MULTIPLICA EN LOS PLANTELES
La explosión de casos de Covid en Gimnasia (LP) y San Martín (T) acompaña la creciente positividad que inquieta al país; se descarta, por ahora, la suspensión de la actividad
Los anuncios inquietan: la curva de la segunda ola es más veloz y se desconoce cuándo se detendrá; se modifican los criterios de hisopado y de atención en el AMBA por la suba de casos de Covid-19. Nuevas alertas se encendieron con el rebrote de contagios que estalló en los últimos días en el país, y el fútbol, deportes que en múltiples ocasiones se lo expone como espejo de la sociedad, interpreta a la perfección las situaciones diarias con las que convive la población. Racing y Sarmiento, de Junín, presentaron cifras que sobresaltaron, aunque la competencia no ofreció alteraciones. El programa de juegos no se discontinuó, a pesar de las ventajas que dieron esos planteles. Ahora, el foco tiene un nuevo territorio: Gimnasia y Esgrima La Plata.
Con Marcelo Weigandt y Germán Guiffrey el Lobo suma 20 infectados. La confirmación de los nuevos casos positivos se conoció ayer, después que los defensores fueran titulares el sábado, en la derrota frente a Lanús. En una semana, los contagiados del equipo que dirige la fórmula Martini-messera se multiplicaron: los primeros en ser detectados fueron el arquero suplente Nelson Insfrán y el analista de videos, Facundo Juárez; la lista se agrandó con Leonardo Morales y Antonio Napolitano, mientras que Rodrigo Rey, Bruno Palazzo y el coordinador de las divisiones inferiores e integrante de la secretaría técnica, Gabriel Perrone, también fueron aislados por contraer coronavirus. El hisopado de rutina del miércoles pasado arrojó a otros cinco nombres –Matías Melluso, Víctor Ayala, Harrinson Mancilla, Bautista Barros Schelotto y Rodrigo Gallo– y se completó entre el viernes y el sábado con Lucas Barrios, Matías Pérez García y Tomás Fernández.
Una ola que también alcanzó al equipo de fútbol femenino, lo que determinó el aislamiento de la jugadora Camila Uzqueda, la entrenadora de la Reserva, Celeste Ferrarini, y el entrenador de arqueras, Patricio Di Meo.
La situación que protagonizaron Weigandt y Guiffrey es similar a la que desató un brote en San Martín, de Tucumán, de la Primera Nacional, que informó de ocho casos en el plantel, entre futbolistas e integrantes del cuerpo técnico. El Santo igualó el domingo pasado 1-1 con Mitre, de Santiago del Estero, y los santiagueños comunicaron al día siguiente que dos de sus futbolistas tuvieron síntomas de Covid-19 y resultaron positivos, tras los test. Desde el Jardín de la República elevaron un reclamo a la AFA, aduciendo que el rival no cumplió con lo dispuesto por el Protocolo Sanitario de Competencia de la AFA, en especial de efectuar los testeos de la delegación con un periodo de 48 a 72 horas antes del partido. La nota pidió que el caso se eleve al Tribunal de Disciplina.
“El fútbol no escapa a la sociedad, está inmerso en ella. Vemos esta tendencia en todos los clubes: los protocolos dan resultado, pero hay un gran aumento de casos”, dicen desde la Liga Profesional de Fútbol. En las oficinas de Puerto Madero descartan la posibilidad de frenar la pelota ante la mayor positividad que se registró en los últimos días. “No hay ninguna chance de que el fútbol decida parar. Y tampoco creemos que lo decida el Gobierno. No tiene que ver con el fútbol en particular, si no con lo que ocurre en el país con la pandemia”, agregan.
Las cuentas oficiales de los clubes de fútbol se convirtieron, desde hace meses, en portales de la pandemia. Las redes sociales de las instituciones, la vía para comunicar cuándo se realizan los hisopados y los resultados de los mismos. En el caso de detectarse casos positivos, se dan a conocer los nombres de los contagiados, un mecanismo que cuando comenzó a propagarse el virus en 2020 era toda una rareza, ya que los deportistas eran estigmatizados al aparecer en una nómina.
Argentinos y Banfield, clubes que también detectaron contagiados en sus planteles en los últimos días; en Rosario, con el partido entre Newell’s y Huracán, se dio una situación que representa al fútbol argentino, más allá del coronavirus: Frank Kudelka, que se desvinculó de los rojinegros el 13 de marzo, regresaría al Parque de la Independencia como DT del Globo. Pero el entrenador presentó síntomas y el test dio positivo, por lo que se ausentó del encuentro.
Tampoco el árbitro designado pudo controlar el juego: Andrés Merlos no superó la prueba y fue reemplazado por Fernando Rapallini; Merlos iba a dirigir Colón vs. Argentinos, pero se hizo un enroque con Fernando Espinoza. Fechas antes, Diego Ceballos tomó el lugar de Silvio Trucco –considerado contacto estrecho– en Racing ante Argentinos, y Mauro Vigliano suplantó a Jorge Baliño, con Convid-19, en San Lorenzo y Aldosivi.
Cifras que trepan día a día
No existe una compilación de datos sobre la tasa de positividad que presentan los planteles de fútbol, como tampoco sobre los testeos periódicos a los que deben someterse en la Liga Profesional de Fútbol los árbitros y los empleados, aunque como en el resto de las actividades se observa un aumento en la cantidad de contagiados. “Si antes presentábamos uno o dos casos positivos de cada 10 test, ahora la cifra trepó a cuatro o cinco”, admiten, aunque aplican que esos números que se elevaron van en sintonía con el crecimiento que reporta el Ministerio de Salud de la Nación en la última semana, con un promedio de 12 mil casos diarios y una suba del 65%.
Sarmiento, con su entrenador Mario Sciacqua internado durante 72 horas en la clínica la Pequeña Familia, de Junín, jugó con un brote en su plantel frente a Defensa y Justicia; Gimnasia cayó el fin de semana con Lanús en el Bosque… El reglamento de la competencia asoma inflexible y no estipula suspensión de partidos por coronavirus, la pelota sigue su curso y desafía a la segunda ola.