Diferencias entre Kicillof y Larreta por el alcance de las inminentes restricciones
En la Provincia, quieren limitar la nocturnidad; en la Ciudad, vacunar y testear
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, calificó de “alarmante” el aumento de contagios, confirmó que la cepa de Manaos ya circula en la provincia e intentará acordar hoy con su par porteño, Horacio
Rodríguez Larreta, más limitaciones en el transporte público y en la nocturnidad, además de reducir las actividades recreativas que impliquen aglomeraciones.
En el gobierno porteño, en cambio, consideran inviables nuevos cierres de comercios y apuntan a la necesidad de aumentar los testeos, que –argumentan– se realizan esencialmente en la ciudad de Buenos Aires, y la vacunación.
Los contactos en lo más alto del poder no se tomaron descanso el domingo de Pascuas. Desde su aislamiento por coronavirus, el presidente Alberto Fernández analizó ayer junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, los últimos números que hablan de la alarmante suba de contagios, motivo de la conversación que probablemente hoy sostenga el mandatario provincial con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
“Acaba de llamarme el presidente Alberto Fernández. Me contó que se siente bien y que cursa la enfermedad prácticamente sin síntomas. Hablamos de la situación sanitaria de la provincia. Quedamos también en que coordinaríamos con Rodríguez Larreta los pasos a seguir para detener el alarmante incremento de los contagios en la región del AMBA”, escribió Kicillof en Twitter.
El gobernador bonaerense definió junto a colaboradores de confianza los puntos que tratará de acordar con su par porteño: más limitaciones en el transporte público y en la nocturnidad, además de reducir las actividades recreativas.
En declaraciones radiales, Kicillof confirmó ayer la aparición de la cepa de Manaos en la provincia de Buenos Aires. “Volver a una fase más restrictiva es lo que se necesita para planchar un poco la velocidad del aumento de casos y poder vacunar a una gran cantidad de gente. Así reduciríamos las muertes y los ingresos a las terapias”, contaron a la nacion desde el Ministerio de Salud bonaerense, que encabeza Daniel Gollán.
“Lo más efectivo es disminuir la movilidad y, ahora que la zona metropolitana vuelve a ser el foco de los contagios, necesitamos preservar al resto de la provincia mientras avanza la vacunación”, afirmó en la misma reunión de anteayer el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak. “Pese a que ya veíamos un crecimiento de los casos, desde la semana anterior se observa una duplicación día contra día que da cuenta de que se quebró la dinámica de la curva de contagios”, agregó Kreplak. Pese a que desde la gobernación bonaerense afirmaron que la decisión fina “no está tomada”, retroceder a la fase 3 obligaría a suspender actividades como el servicio doméstico, la obra privada de construcción, el ingreso de clientes a locales de ropa o jugueterías y las salidas de esparcimiento, todas incluidas en la fase 4.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, confirmó ayer que “se están evaluando algunas recomendaciones” para disminuir la circulación.
La preocupación por la impresionante suba de casos estuvo presente en la reunión del jueves pasado, en la Casa Rosada, en la que Kicillof dio detalles a Máximo Kirchner, Sergio Massa y a dirigentes de la oposición. Allí se mencionó –según otro de los presentes– el regreso de la atención exclusiva de pacientes de coronavirus en hospitales públicos y privados del AMBA, con cancelación de todos los turnos y operaciones de otras patologías, salvo las de vida o muerte. El protocolo ya comenzó a aplicarse en la ciudad de Buenos Aires, aunque la adaptación del sistema de salud privado a ese esquema “tardará unos días”, afirmaron desde el gobierno porteño.
La Ciudad, escéptica
En la administración de Rodríguez Larreta la mirada con relación a las restricciones es un poco más escéptica. “No va a cambiar nada de manera sustancial, más allá de que algo hay que hacer porque la cantidad de casos aumentó con el frío y la decisión de la gente de retomar la vida social”, contaron cerca del ministro de Salud, Fernán Quirós, que ayer compartió con Gollán y sus pares de las 24 provincias una reunión del Consejo Federal de Salud (Cofesa), organismo que preside la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
En la Ciudad aseguran que cerrar las actividades desde la medianoche hasta las 6 de la mañana, por ejemplo, “funde a los comerciantes y los chicos van a ir a otro lugar a tomar cerveza”. Cerca de Rodríguez Larreta apuntan a “aumentar los testeos”, que según afirman desde territorio porteño “se hacen solo en la ciudad”. También a profundizar la vacunación –acelerada en la provincia de Buenos Aires– y la extensión del teletrabajo, que ya se implementó durante la última semana para reducir los contactos sociales, base del aumento de contagios para los analistas a ambos márgenes de la avenida General Paz.
Convencidos de que hay hitos “inamovibles”, como el regreso a clases (un tema del que Larreta habló con el Presidente el sábado), desde el gobierno porteño creen que “lo más inteligente sería no cerrar, dejar todo a la vista e intervenir sobre las infracciones que se vean”. De todos modos, habrá una negociación en la que algunos ítems quedarían restringidos, en pos de la “unidad” ante la pandemia.