Intrigas y complot: una ola de detenciones desata una crisis en la monarquía jordana
Las autoridades detuvieron a una decena de personas, entre ellas el expríncipe heredero, por supuesta conspiración
AMÁN.– Una ola de detenciones por “motivos de seguridad” sacudió ayer el corazón de la monarquía jordana. Las autoridades del reino hachemita afirmaron que desmantelaron un complot para “desestabilizar” el país, en el que estaban implicados miembros de la realeza y “fuerzas extranjeras”. Varios sospechosos fueron arrestados.
Entre los detenidos se encuentra el príncipe Hamza ben Husein, hermanastro del rey Abdallah, lo que provocó el repudio de la reina Noor.
Hamza, príncipe heredero hasta 2004, y otras personas estuvieron en contacto con una fuerza extranjera para “desestabilizar la seguridad” de Jordania, dijo el viceprimer ministro, Ayman Safadi. El hermanastro del rey Abdallah II de Jordania, el príncipe Hamza, de 41 años, anunció anteayer que había sido puesto bajo “arresto domiciliario” en su palacio de Amán, tras ser acusado por el Ejército de actividades contra “la seguridad del reino”.
En un video enviado a la cadena británica BBC por su abogado, el príncipe jordano dijo que el jefe del Estado Mayor del Ejército estuvo en su casa y le dijo que “no podía salir”. Negó haber participado en un complot y acusó a las autoridades de su país de “corrupción” e “incompetencia”.
Safadi afirmó ayer que los servicios de seguridad “habían seguido durante un largo período las actividades y los movimientos del príncipe Hamza ben Husein, de Cherif Hasan ben Zaid y de Basem Awadallah (antiguo asesor del rey) y otras personas contra la seguridad y la estabilidad de la patria”.
“Las investigaciones han permitido vigilar las intervenciones y los contactos con partes extranjeras para desestabilizar la seguridad de Jordania”, prosiguió. Hamza es el hijo mayor del rey Husein y de su esposa estadounidense, la reina Noor. De acuerdo con los deseos de su padre, fallecido en 1999, fue nombrado príncipe heredero cuando Abdallah se convirtió en rey. Pero en 2004 Abdallah II le retiró el título y se lo dio a su hijo mayor, Husein.
De acuerdo con el diario The Guardian, Safadi alegó que un servicio de espionaje extranjero se había puesto en contacto con la esposa de Hamza para que abandonara el país en avión y que se habían supervisado todas las comunicaciones. El último fue el director de la oficina de Hamza, Yasser almajali. Los soldados lo sacaron de su casa a punta de pistola, dijeron familiares.
Safadi señaló que se había detenido además a entre 14 y 16 sospechosos. Según él, los servicios de seguridad aconsejaron al rey Abdallah II trasladar a todas las personas implicadas ante la Corte de Seguridad del Estado.
Resentimiento
En Twitter, la reina Noor denunció ayer una “calumnia” y afirmó “rezar para que la verdad y la justicia prevalezcan para todas las víctimas inocentes”.
En un comunicado, el jefe del Estado Mayor jordano, el general Yusef Huneiti, dijo que el príncipe Hamza había sido “llamado a detener las actividades que podrían ser utilizadas para socavar la estabilidad y la seguridad del reino”, pero negó su detención. “Nadie está por encima de la ley. La seguridad y la estabilidad de Jordania son lo primero. Todas las medidas que se tomaron estaban dentro del marco de la ley y tras una investigación exhaustiva”, añadió.
Un analista jordano, que no quiso dar su nombre por razones de seguridad, afirmó que últimamente el príncipe Hamza “había aumentado sus críticas a lo que él llama corrupción en el gobierno entre su círculo de amigos”. Según el experto, “hay cierto resentimiento de su parte porque nunca acabó de digerir perder el título de príncipe heredero”.
El reino de Jordania, que celebrará su centenario el 11 de este mes, es un pequeño país que carece de recursos naturales y depende en gran medida de la ayuda exterior. Washington y los aliados del Golfo se apresuraron a expresar su apoyo al gobierno pro-occidental de Amán, considerado un pilar estabilizador en Medio Oriente.
En Estados Unidos, el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que se seguía “muy de cerca” el desarrollo de la situación. “El rey Abdallah es un aliado clave de Estados Unidos, y tiene todo nuestro apoyo”, añadió. Los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita también mostraron su respaldo al rey jordano y a todas las medidas que se tomaron para asegurar la estabilidad del país.
Aunque ha estado marginado durante años, el príncipe Hamza ha enfurecido a las autoridades al establecer vínculos con figuras descontentas dentro de poderosas tribus.
Estas personas, miembros de grupos críticos del gobierno poco organizados, conocidos como Herak, y una oposición ruidosa en el extranjero han convocado en las últimas semanas protestas contra la corrupción en un país duramente golpeado por el impacto del Covid-19 en la economía, que ha llevado el desempleo a un récord y ha agravado la pobreza.