LA NACION

La polémica por la ley de biocombust­ibles amenaza la convivenci­a electoral oficialist­a

La negativa del Gobierno a extender el régimen de promoción afecta a Córdoba, Santa Fe y Tucumán, provincias claves en la elección

- Gustavo Ybarra

La feroz pelea económica que rodea a la inminente caída del régimen de promoción de los biocombust­ibles, cuya continuida­d las provincias petroleras rechazan, amenaza con provocar una crisis política en el interior del Frente de Todos en el Congreso.

En el Senado, la negativa del Gobierno a prorrogar el régimen, que vence el 12 de mayo, además de provocar un fuerte malestar en el interior de la bancada oficialist­a encendió las alarmas sobre el impacto electoral que el tema podría tener de cara a la renovación de un tercio de la cámara que se dirime en las elecciones de octubre.

Es que la producción de biocombust­ibles se ha convertido en uno de los sectores que generan mano de obra en tres de las ocho provincias que renuevan su representa­ción este año. Ellas son Santa Fe, Córdoba y Tucumán, distritos que figuran entre los más poblados del país y en los que una caída electoral del peronismo podría inclinar la balanza hacia una derrota nacional del gobierno de Alberto Fernández.

Además, la onda expansiva de esas derrotas impactaría de lleno en las pretension­es de Cristina Kirchner de alcanzar los dos tercios en el Senado.

“Ese es el nivel de daño que están generando al responder al lobby petrolero y dejar caer el régimen de biocombust­ibles”, se quejó amargament­e un senador oficialist­a ante la nacion, al hablar sobre los alcances políticos del conflicto que mantiene en vilo al oficialism­o.

El régimen por el cual se obliga a cortar los combustibl­es fósiles (naftas y gasoil) con un porcentaje de bioetanol y de biodiésel, producidos a partir de granos y del azúcar, vence el 12 de mayo. Ante esta situación, el Senado aprobó por unanimidad en octubre la prórroga por cuatro años del sistema, iniciativa impulsada por la oficialist­a María de los Ángeles Sacnun (Santa Fe).

Sin embargo, la presión de las provincias petroleras se impuso en Diputados y en el Gobierno, que, a pesar de haber empeñado su palabra, omitió incluir el proyecto en las sesiones extraordin­arias. Con el acercamien­to de la fecha de vencimient­o del régimen sin avances, y en un intento de terminar con la crisis, Máximo Kirchner intervino en el conflicto con un proyecto alternativ­o, aún no presentado de manera oficial, que reduciría el porcentaje de los cortes y garantizar­ía los cupos para la colocación de biocombust­ibles a los pequeños productore­s.

Sin embargo, parece que al jefe del oficialism­o en Diputados no le alcanzaría con su apellido para contener el malestar en el oficialism­o. Si bien pudo impedir una rebelión pública en la Cámara baja, cuando la oposición intentó sesionar sin el Frente de Todos para aprobar la prórroga del régimen, en el oficialism­o del Senado el clima es cada vez más tenso.

Una señal de esa tensión se pudo ver en el pronunciam­iento público del santafesin­o Roberto Mirabella, de habitual bajo perfil, poniéndole el cuerpo a la polémica. “Mi posición política frente a este tema es votar la prórroga”, afirmó el senador durante una reunión de la que participó junto a funcionari­os del gobierno de Omar Perotti y en la que representa­ntes de cámaras y federacion­es industrial­es de Santa Fe exigieron la sanción del proyecto aprobado por el Senado.

Para los oficialist­as santafesin­os y cordobeses, la polémica por los biocombust­ibles se suma a la ya de por sí empinada cuesta que deberán remontar en sus distritos en estas elecciones.

“Sobre llovido, mojado”, se lamentó un histórico dirigente peronista, quien recordó que, además del difícil panorama electoral que enfrenta el peronismo en Santa Fe, Sacnun y Mirabella ya cargan con el desgaste por el frustrado intento de intervenir Vicentin y sus apoyos al proyecto del ultrakirch­nerista Oscar Parrilli (Neuquén) para hostigar a la cerealera con la creación de una comisión investigad­ora.

En Córdoba, en tanto, el affaire podría significar un golpe fatal a las aspiracion­es de reelección de Carlos Caserio. Enfrentado al gobernador

Para los oficialist­as santafesin­os y cordobeses, la polémica por los biocombust­ibles se suma a la de por sí empinada cuesta electoral que deberán remontar

Juan Schiaretti, el senador busca renovar su banca con la escudería kirchneris­ta en una contienda entre peronistas que, según indican las encuestas, será por la banca de minoría.

La provincia en la que menos impacto electoral tiene el incidente es Tucumán, donde el Frente de Todos tendría garantizad­os el triunfo y la renovación de las dos bancas que pone en juego en octubre.

Más aún, los dos representa­ntes oficialist­as de la provincia tienen los días contados en la Cámara alta. La carrera política de José Alperovich quedó herida de muerte tras las denuncias por violación de su sobrina. En su caída, el exgobernad­or arrastrará a Beatriz Mirkin, su prima, también senadora.

Sin embargo, Mirkin también mostró el malestar que impera entre ambas cámaras legislativ­as. Mujer de pocas pulgas y respuestas con cajas destemplad­as, propuso en un debate en comisión “devolverle a Diputados con la misma vara con la que actúa”. Se refería a los proyectos aprobados por el Senado que perdieron vigencia por falta de tratamient­o, pero a un experiment­ado senador no se le escapó que el enojo también aplica al tema de biocombust­ibles.

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