LA NACION

Reabre Arrebeef, el frigorífic­o de 100 años cerrado hace un mes

Está entre las 5 plantas principale­s y estaba afectado por un conflicto gremial interno; 700 empleados vuelven mañana a trabajar

- Fernando Bertello

El frigorífic­o Arrebeef, ubicado en Pérez Millán, en el partido bonaerense de Ramallo, cerrado hace un mes en medio de un conflicto sindical, reabrirá sus puertas esta semana, según confirmaro­n la empresa y fuentes gremiales. Tiene 1000 empleados y es uno de los jugadores más importante­s del negocio de la carne. La empresa este año está cumpliendo 100 años de vida.

El miércoles pasado se llegó a un acuerdo en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires entre la empresa, cuyo dueño es Hugo Borrell, y la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne, que conduce Alberto José Fantini.

“Llegamos a un principio de acuerdo donde se reabre la planta.

Tenemos un problema con personal con demandas [judiciales], pero seguimos sosteniend­o que todos estén adentro”, señaló Fantini a la nacion.

En rigor, la reapertura se concretará mañana. Se hará de manera gradual, con 700 de los 1000 empleados que integran la planta. Trascendió que unos 60 no lo harán por causas judiciales en marcha. La planta estuvo bloqueada y también se generó una dura disputa interna en el sindicato en Pérez Millán.

“Pudimos convencer al dueño, que se calmen las aguas”, señaló el sindicalis­ta. Fantini precisó que ya se consiguió el pago de una de las quincenas no trabajadas. Hubo un gesto de la empresa para pagar pese a esa situación de falta de trabajo.

“Vamos a poner en marcha el frigorífic­o, vamos a seguir trabajando. Empezamos el martes con la faena”, señaló Borrell a la nacion. El empresario destacó la labor de las carteras de Trabajo nacional y provincial y del gremio de Fantini. “La Federación nos ayudó mucho”, señaló. El empresario remarcó que la empresa siempre estuvo “al día, sin un centavo de deuda” con los salarios.

Vale recordar que el 26 de febrero pasado, en medio de una pelea sindical interna por un reclamo de elecciones, y con la planta parada, Borrell anunció su cierre. “Me encuentro con un problema que no puedo resolver. Lamentable­mente tengo que informarle­s que Arrebeef ha dejado de funcionar, no va a trabajar más. Esta decisión la he tomado yo con una gran pelea familiar, no quiero que mis hijos sufran”, dijo entonces Borrell, de 74 años.

Cuando estalló el conflicto, además de tener miles de kilos de carne en las cámaras frigorífic­as, en Arrebeef había 2000 animales esperando para la faena. Se pudo ir trasladand­o el ganado a un frigorífic­o que era de la cerealera Cargill y en 2011 el empresario compró junto a los industrial­es Carlos Riusech y Omar Solassi.

La intervenci­ón del gremio sirvió para conducir el conflicto cuando el cierre parecía definitivo. Primero hubo negociacio­nes en el Ministerio de Trabajo de la Nación, y luego una conciliaci­ón obligatori­a dictada por el bonaerense permitió continuar con las conversaci­ones.

“Esperamos que la semana que viene el dueño pueda meter los animales [para la faena]”, apuntó Fantini. El gremialist­a insistió en que se seguirá negociando por la incorporac­ión de los que por ahora no lo harán. “No los vamos a abandonar, vamos a seguir discutiend­o”, expresó.

Arrebeef está entre las cinco principale­s empresas del sector. En 2020 logró crecer en faena respecto de 2019. Según fuentes del mercado, el año pasado faenó 357.772 cabezas.

Fue quinta en el ranking de faena por planta a nivel país. En el año precedente estuvo en 300.782 cabezas. Abastece de carne al mercado interno y exporta. La planta de la compañía tiene 26.200 metros cuadrados.

En el sector frigorífic­o generó convulsión el cierre de la empresa. Además de su importanci­a en el negocio general, había generado preocupaci­ón su cierre por su impacto social. En Pérez Millán, donde se encuentra la planta procesador­a, viven unos 4000 habitantes. El frigorífic­o es un pulmón que le da vida al pueblo.

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